- Por Eduardo “Pipó” Dios
- Columnista
La novela del oficialismo ha producido otro de sus capítulos memorables este fin de semana pasado.
La salida despavorida del precandidato presidencial solo anticipó la estrepitosa derrota electoral de diciembre. El hecho de que la embajada americana haya anunciado, con show mediático, sin ningún documento, más que un ambiguo “cuasi chisme”, que Hugo era quien siempre supimos que era no debería haber cambiado nada, ¿qué cambia ser designado corrupto, dentro del mayor grupo de corruptos de este país?, que roban a cara descubierta, hace cuatro años, a cuatro manos, que acaban de venderle la soberanía y el futuro del país, aparte de regalarle miles de millones de dólares en los próximos años al Brasil, en Itaipú, recibiendo seguramente una jugosa coima para “Maritu da Yenchi” y su gavilla, que le “vendó los ojos” con dólares a los eternos abanderados mediáticos y políticos del “Itaipú causa nacional” y hasta los animó a festejar la traición a la patria. Solo para dar un ejemplo.
No menos escandaloso es el robo de 2.000 millones de dólares en pandemia, de donde salimos con miles de muertos “extra” mientras “Marito” y su ministro favorito, el pastor mentiroso Arnoldo “Termoldo” Wiens, se ocuparon de venderse y comprarse asfalto de la empresa “Al día SA” de “Marito”, haciéndole ganar más de 80 millones de dólares al bandeirante Abdo. Wiens, en connivencia con empresaurios, como el ahora precandidato a senador por el oficialismo, Pettengill, y el alma gemela del ministro, el “Todo Servicio” Campos Cervera y su omnipresente Engineering, se dedicaron a recapar el país y llenar de obras, muchas de ellas innecesarias, otras extemporáneas y, según comentan, otras inexistentes; eso sí, todas groseramente sobrefacturadas para poder, aparte de ganar por izquierda, también coimear a lo loco.
O “la pasarela de oro de ñandutí” que, según todos los expertos, entre ellos el informe lapidario de la Contraloría General de la República, habría sido sobrefacturada entre 3 a 4 veces su valor para generar una ganancia espurea a la empresa del mimado de Wiens de entre 1,5 y 2 millones de dólares… ¡sobre 2,5 millones!
Recordemos que luego de este escándalo, el ministro había ensayado varios shows, su especialidad, y hasta un director había confesado que Campos Cervera solía recorrer el ministerio de la mano del cuñado de “Marito” Abdo. ¿Qué pasó? Nada… duerme el sueño de los justos, el tema, y el ministrete delincuente Arnoldo hoy se nos presenta como el “más honesto” candidato que pisó el continente. “Termoldo” nos habla de “nueva política”, de “acabar con el modelo de negocios con el Estado” cuando él solo hizo eso. Fateó con los “de siempre” para hacer lo único que saben… robar. Un facilitador y cómplice de uno de los peores períodos en la corrupción de la obra pública de la historia.
Lamentablemente, para “Marito”, Arnoldo y la gavilla de politiquetes y empresaurios delincuentes que los rodean y hurrean, su problema electoral no eran Hugo y sus antecedentes, sino que el problema principal es ser candidato de este gobierno, de ladrones, inútiles, genocidas y vendepatrias. El 90% de rechazo del electorado hace que ni “el Pato Donald”, como decía el finado Argaña, hoy pueda tener éxito apoyado por Mario Abdo Benítez, y menos el peor ladrón y maletinero de su gabinete. No son los payasos, es el dueño del circo.