¿Cuál es el límite de la paciencia de la gente? Pregunta seria en un país que hace agua por todos lados. Pero generalmente en estos casos existen sectores cuya función es la de denunciar y presionar para que los desmanejos del Gobierno no sean tan groseros y la cosa se mantenga dentro de una situación medianamente controlada.
La única tarea que ejecutó bien este gobierno perverso fue la de anestesiar a esos sectores que debieran actuar de contralores. Una gran parte de la prensa comprada y anestesiada desde el día 1, con dinero puro y duro, efectivo crocante, sin ninguna vergüenza. Publinotas groseras a delincuentes descarados, por poner ejemplos, Patricia Samudio, Villamayor, Friedmann y el más patético, por su culpa directa en la muerte de miles de paraguayos, por inútil y badulaque, el “Capitán Mazzoleni”, eran recibidos como héroes a platazo limpio, jamás cuestionados, horas de chupadas de media al aire. Todo financiado con dinero público, ya sea en forma oficial (pauta del Gobierno) o con sobres bajo la mesa.
La imprenta del Grupo Zuccolillo se llenó de contratos de dudosa transparencia para imprimir millones de libros, de dudosa calidad, para el MEC de otro protegido, Petta. Hoy nomás se llevan 2 millones y pico de dólares en un contrato para los Juegos Odesur... un canal de cable de segunda categoría, sin experiencia, va a ser el broadcaster de un evento internacional. ¿Motivo? Seguir defendiendo sin un ápice de vergüenza al oficialismo en sus “problemitas” con el narcotráfico y el terrorismo islámico, y de paso tapar las miles de denuncias de corrupción y el descarado uso del Estado para las campañas del oficialismo. Por supuesto, de yapa inventar historias sobre “el enemigo”, aunque no tengan más sustento que un tuit de algún psicópata o adicto.
Por el otro lado está la oposición, oposición entendamos como los “no colorados” partiendo de la premisa falsa de que este sea un gobierno colorado, que si bien utilizó la estructura del partido para llegar, siempre fue una alianza de sectores opositores al gobierno anterior, que se lotearon el país y lo saquearon. Esa “oposición” de fachada se pasó los últimos 4 años mirando para otro lado, denunciando alguna cosita de repente, para esperar el rápido llamado de Marito o Velázquez con el caramelito que los calme.
Hoy para esa gente lo único que existe y pasa en el país es “el padrón”. No hay otro tema, el eje del país es “el padrón”.
Y la verdad que fuera de esa bolsa de gatos engordados con dinero público el tema del padrón no le importa a nadie. El propio Efraín se les ríe en la cara y la gente los desprecia un poquito más cada día.
Sole, Kattya y demás no serán nada ni con padrón ni sin padrón, porque ni siquiera entienden qué quiere el electorado. Ni cerca. Se miran en el mentiroso espejito de las redes sociales y se creen sus propios delirios. Efraín se los fumó en pipa para ir por su tercera derrota.
Mientras, la gente los mira con incredulidad, cero empatía, cero contacto con la realidad, cómplices por dinero, conveniencia política o las dos cosas del peor gobierno de la historia.