El modelo de gestión de un buen estadista debe estar orientado a priorizar a los sectores más carenciados, fomentando y atrayendo nuevas inversiones a nivel país que vayan generando fuentes de trabajo con efecto multiplicador, ante los elevados niveles de desempleo que seguimos teniendo, en un país como el nuestro donde la población económicamente activa sigue siendo la mayoritaria y la que más sufre por carencias de puestos laborales.

Una de las principales prioridades del próximo gobierno deberá estar enfocada en dar continuidad en forma dinámica y profesional a la construcción de más viviendas sociales en los distintos departamentos del interior de nuestro país, para las clases más vulnerables económicamente.

El Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH) continúa con su programa de construcción de viviendas en toda la geografía de nuestro país pero sigue siendo insuficiente vs. los niveles de demanda.

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El rango denominado viviendas económicas, tiene para los adjudicados una reducida cuota mensual a ser pagado a plazos que exceden los 10 años y que se adecuan a la capacidad de repago de los adjudicatarios.

A pesar de ello, en muchos casos se siguen observando niveles elevados de morosidad, donde parecería que los mismos acceden a estas viviendas, cumpliendo con “su sueño”, paga unas cuantas cuotas y luego “se olvidan” de ir honrando regularmente en forma mensual por su techo propio, debiéndose llegar en muchos casos a sentencia de remate, para poder adjudicarlos a otras personas interesadas a pesar de los esfuerzos de la institución de darles facilidades de refinanciación de sus deudas, con tal que no pierda su casa.

Se han construido y adjudicado miles de viviendas económicas y sociales. Actualmente el MUVH se halla abocado a que la gente de clase media que cuenta con ingresos mensuales entre 2 a 7 salarios mínimos puedan acceder a viviendas incluso más amplias y confortables dentro de la Gran Asunción a través de financiaciones de largo plazo otorgadas por instituciones financieras y cooperativas, estando la construcción a cargo de desarrolladores inmobiliarios del sector privado, lo cual ha permitido a la institución ampliar y diversificar el abanico de oferta de sus productos que lleven al cumplimiento cuali/cuantitativo de sus objetivos y metas.

Este programa que era una necesidad postergada por años, podría permitir en el corto plazo que inicialmente no menos de 300 familias puedan tener en sus manos las llaves de su propia vivienda, con lo cual se estaría cubriendo una ingente necesidad teniendo en cuenta que según estimaciones técnicas tenemos a nivel país un déficit habitacional superior a las 1.000.000 de viviendas (incluidas las que precisan de reformas de orden cualitativo).

Estamos de nuevo en el inicio de una nueva puja electoral para la elección del candidato para las elecciones presidenciales generales a realizarse dentro del primer cuatrimestre del 2023.

Un país de economía emergente como el nuestro precisa de una persona que no solo gobierne, sino que también tenga un buen don de mando junto a un conocimiento profundo del manejo de la función y políticas públicas, además de una sólida formación académica-profesional que le permita representarnos dignamente cuando tenga que entrevistarse con mandatarios de países de primer mundo y de economías muchísimo más desarrolladas que la nuestra y sobre todo que “no le tiemble el pulso” cuando tenga que tomar decisiones en bien del país sin ninguna distinción de banderías políticas.

Paraguay precisa fortalecer la construcción de una economía mucho más desarrollada. Solo será posible lograr en tiempo y forma con personas que tengan carácter, capacidad, idoneidad, trayectoria profesional, visión de futuro y patriotismo.

Se nos volverá a presentar la brillante oportunidad de elegir al mejor candidato que a nuestro criterio pueda cumplir con lo que nuestro tan castigado país necesita y que dentro de la función pública la ciudadanía pueda encontrar la excelencia en servicio que precisa y que los merece, y no la “odiosa” burocracia observada en casi todas las instituciones, donde lamentablemente sigue predominando la politiquería y el amiguismo, antes que la meritocracia, idoneidad, y capacidad profesional de nuestros servidores públicos, por lo que se impone lo antes posible una profunda reingeniería estructural de todos los entes dependientes del Poder Ejecutivo.

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