- POR MARCELO PEDROZA
- Psicólogo y magíster en Educación
- mpedroza20@hotmail.com
Se pueden ampliar aquellas ideas que hacen bien. Para ello hay que disponerse a construir sus extensiones. El escenario para dicho paisaje puede ser cualquiera que sea acogido por quien se aboca al proceso de darle identidad a lo que así lo requiere. Ideas que hacen bien se construyen en escenarios donde lo nítido fluye con naturalidad. Las opciones se generan. Para que surjan deben ampliarse los criterios que producen pensamientos sobre las propuestas ideadas inicialmente. Este punto es relevante en cualquier ideario que puede ser susceptible de cambios.
Los planteamientos necesitan su tiempo para ser generados en un marco de absoluta creatividad. El esbozo de las proyecciones está enlazado al conjunto de conocimientos adquiridos en el mundo del saber y por las experiencias vividas. Las nociones deben aterrizar en las pistas de la solidez conceptual y de la eficacia práctica. Se requiere apertura intelectual para aceptar las mutaciones contextuales que suceden progresivamente en el seno social. Esto último se constituye en un principio básico de acceso a la convivencia.
Se puede prolongar el diálogo entre quienes quieren hacerlo. Es una gran elección darle una extensión de calidad a los asuntos diversos que se presentan. Las convicciones maduran cuando son recibidas sin obstáculos y retroalimentadas con soltura, delicadeza, autenticidad y empatía. Son los caminos que le dan chances de reelaboración a las diferencias entre unos y otros. Así suceden las nuevas concepciones acerca de las cuestiones que animan el acontecer.
El ingenio tiene un enorme alcance. Su concepción es ilimitada y eterna radica en cada generación. La capacidad para focalizar su uso en beneficio de lo que contribuye al bienestar es una prerrogativa personal, que de alguna forma repercute en otros; y en ese trayecto adquiere connotaciones que alimentan su constante mutación, dando origen a permanentes hechos que constituyen el presente. Los que a su vez necesitan ser considerados, conforme a las características que los hacen particulares.
La comprensión de los momentos que se viven está detrás de la potencialidad que se expone en cada acción. Las nociones singulares requieren ser compartidas, permitiendo la secuencia de empalmes asociativos que construyan imágenes que ilusionen voluntades. Es que los acentos colectivos transforman realidades y aglutinan proyecciones. En esa puesta al futuro se prolongan las razones que ameritan otras etapas, dando luz a las épocas y sus ideales.