• Por la Dra. Fabiola Román

En los últimos meses, casos de hepatitis aguda se han detectado, predominantemente en niños menores de 5 años. Autoridades sanitarias de varios países han reportado estos casos, aunque aún se desconocen las causas que estarían produciendo estas afecciones en los menores. El número global asciende a 170 casos y el hecho ha alertado a la OMS.

El diez por ciento de estos casos han sido tan graves que los niños necesitaron trasplantes de hígado. Al menos 3 niños han fallecido en Indonesia y se sospecha de al menos un fallecimiento en los Estados Unidos, aunque la causa aún debe ser confirmada.

Estos casos de hepatitis aguda se han observado en Reino Unido, España, Israel, los Estados Unidos de América, Dinamarca, Irlanda, Países Bajos, Italia, Noruega, Francia, Indonesia, Rumania y Bélgica, y no aparenta haber un patrón geográfico claro en la distribución de ellos.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

La hepatitis infecciosa generalmente es causada por el virus de la hepatitis, el cual posee varios subtipos (que van de hepatitis A a hepatitis E); sin embargo, en los casos reportados no se han detectado los virus que habitualmente causan esta infección.

En cambio, se ha detectado, en al menos 74 pacientes, la presencia de un adenovirus. Los adenovirus son patógenos muy comunes en humanos y pueden causar diferentes tipos de infecciones en vías respiratorias, ojos, intestinos, hígado, tracto urinario o adenoides. En 18 de estos 74 casos ha sido identificado el adenovirus llamado F 41.

El adenovirus F 41 está asociado a casos de gastroenteritis pediátrica. Estos cuadros pueden ser graves y requerir hospitalización, sobre todo en menores de dos años. Los síntomas observados en los pacientes fueron diarrea y náuseas seguidos por la aparición de ictericia (coloración amarillenta de la piel y las mucosas, causada por el aumento de la concentración de la bilirrubina en la sangre).

En una sesión de emergencia en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ECCMID, por sus siglas en inglés) realizado en Lisboa, en el mes de abril, los especialistas señalaron que, aunque los casos graves son raros, los padres deben prestar atención en los siguientes síntomas: sentirse inusualmente cansado todo el tiempo, pérdida de apetito, dolor de barriga, coloración amarillenta de la parte blanca de los ojos o la piel (ictericia), orina oscura, heces pálidas (de color grisáceo), picazón en la piel, dolor muscular y articular, y una temperatura elevada.

La causa más probable hasta ahora de la aparición de estos casos de hepatitis en niños es el adenovirus; sin embargo, esta hipótesis no explica completamente la gravedad del cuadro clínico observado en algunos de ellos.

RESTRICCIONES

Otra posible causa, señalada por algunos expertos, son las restricciones impuestas por el covid-19. Las restricciones impuestas en la pandemia pueden haber llevado a que los niños pequeños estuvieran expuestos por primera vez al adenovirus en un momento un poco más tardío en sus vidas, lo que podría haber provocado una respuesta inmunitaria más fuerte en algunos.

Según el profesor Calum Semple, de la Universidad de Liverpool, experto en enfermedades infecciosas, estos adenovirus prácticamente desaparecieron durante el brote de covid, cuando disminuyó la interacción social, y ahora que se ha regresado a la “normalidad” el adenovirus ha resurgido. También se está analizando la posibilidad de que una infección reciente de covid haya sido un desencadenante de los problemas hepáticos, junto con el adenovirus.

Cabe recordar que no todos los niños afectados mostraban la presencia de adenovirus, lo que lanza dudas sobre la conjetura de que el adenovirus es el causante de estos casos de hepatitis. En 20 casos ha sido detectado el SARS-CoV-2, y en 19 de ellos ha sido detectada una coinfección de SARS-CoV-2 y adenovirus.

Los expertos en el área de salud han remarcado que, para mitigar la probable diseminación del adenovirus, es recomendable aplicar las medidas normales de higiene como lavarse bien las manos y una buena higiene respiratoria. Estas medidas son, además, buenas prácticas de higiene en general y ayudan a reducir la propagación de muchas infecciones comunes, incluidas las causadas por adenovirus. En caso de que los niños experimenten síntomas de una infección gastrointestinal, incluidos vómitos y diarrea, deben quedarse en casa y no regresar a la escuela o la guardería hasta 48 horas después de que los síntomas hayan desaparecido, según indicaron los expertos en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas.

Dejanos tu comentario