- Por la Dra. Fabiola Román
Paraguay ha entrado a la lista de países que han puesto fin al uso obligatorio del tapabocas. Esta decisión ha sido tomada a partir de un análisis epidemiológico sobre la situación del país, realizado por expertos en el tema. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿podemos decir que ya no es necesario en absoluto?
El uso de tapabocas o mascarillas ha sido un aliado importante para prevenir el contagio de la covid-19, ya que sabemos con certeza que esta se transmite por el aire, a través de pequeñas gotas.
La decisión tomada en nuestro país, así como en otros países, permite a la población actuar bajo su propio criterio. Sin embargo, autoridades de todos los países que levantaron la medida aconsejan seguir usando el tapabocas en ciertas ocasiones. Se insta a las personas vulnerables a seguir usando tapabocas; no necesariamente en todos los lugares que frecuentan, sino cuando acuden a lugares cerrados y donde hay aglomeración.
Si uno ha decidido no usar por completo el tapabocas, se le recomienda usarlo al menos cuando va a encontrarse con personas que forman parte del grupo de riesgo. Deben tener especial precaución todas las personas mayores de 60 años, los pacientes inmunodeprimidos y las mujeres embarazadas. El riesgo sigue siendo bajo si las personas se han vacunado; sin embargo, debemos tener en cuenta que una persona contagiada, sin tapabocas y en un ambiente cerrado, ya puede contagiar a otra sana en 15 minutos.
Varios tipos de tapabocas se encuentran disponibles en el mercado, y no todos son iguales a la hora de proteger. Tenemos a los tapabocas de tela, los quirúrgicos, los FFP2, entre otros.
Un estudio de la Conferencia Americana de Higienistas Industriales Gubernamentales (ACGIH, por sus siglas en inglés) calculó el tiempo que se estima necesario para contagiarse en un espacio cerrado y sin ventilación.
Este estudio estimó que, si una persona sana se encuentra con una persona contagiada y ambas usan tapabocas quirúrgico, el tiempo de protección es de 60 minutos. En el caso de que solo la persona sana lleve tapabocas, el tiempo de protección de ese tapabocas es de 30 minutos. Si ambas personas, la sana y la contagiada, llevan tapabocas FFP2, es el tiempo para contagiarse es de 25 horas, o sea, el contagio es improbable.
Si una persona contagiada con covid lleva un tapabocas de tela, le toma 20 minutos contagiar a una persona sana sin tapabocas, 27 minutos si la persona sana lleva tapabocas de tela también, 40 minutos si la persona sana lleva tapabocas quirúrgico y alrededor de 3 horas si la persona sana lleva tapabocas FFP2.
Vale la pena destacar que, si una persona contagiada lleva un tapabocas FFP2 y se encuentra con una persona sana sin tapabocas, el tiempo de contagio es de dos horas y media. Esta información nos muestra la importancia de usar un tapabocas como el FFP2 si uno tiene sospechas de covid y tiene que coincidir con otras personas en lugares cerrados. Todos los resultados de este estudio se refieren a espacios cerrados y sin ventilación.
Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de decidir usar tapabocas es el lugar al que se acude. Recordemos que hay tres factores importantes a la hora de evaluar un lugar: la ventilación, el tamaño del lugar y la cantidad de gente. En un local pequeño y mal ventilado que, además, esté con mucha gente, el tapabocas resulta más beneficioso que si uno lo usa en un lugar muy amplio en el que haya poca gente. Además, conviene tener en cuenta que, si se pasa mucho tiempo en el mismo sitio, el riesgo de infección sube, por lo que el tapabocas cobra mayor importancia.
Desde ahora, el uso del tapabocas queda a criterio y responsabilidad de cada uno. Tenemos la información disponible para evaluar los riesgos y tomar la mejor decisión sobre el uso de la mascarilla que, sin ser muy molesta, puede evitar el contagio y sus potencialmente lamentables consecuencias.
“Si uno ha decidido no usar por completo el tapabocas, se le recomienda usarlo al menos cuando va a encontrarse con personas que forman parte del grupo de riesgo. Deben tener especial precaución todas las personas mayores de 60 años, los pacientes inmunodeprimidos y las mujeres embarazadas”.