- Por el Hno. Mariosvaldo Florentino
- capuchino.
Después de toda esta semana intensa como no explotar de alegría con esta noticia. Cristo resucitó. La vida venció a la muerte. Ni la muerte es más fuerte que Dios. La sepultura está vacía. María es toda alegría, no fue defraudada. Como también no será nadie de los que en él esperan.
La resurrección de Cristo es la comprobación de: que su proyecto de amor y de servicio era correcto, y que vale la pena asumirlo; que perdonar a los demás aun cuando nos clavan es lo mejor para no cargar pesos en el corazón; que dar la otra mejilla no significa ser el perdedor; que amar y ayudar hasta a los enemigos no es ser un chiflado; que el cielo es el mejor lugar para guardar nuestros tesoros; que no necesitamos pisar en nadie para poder crecer; que lavar los pies de los demás espontáneamente no es perder la dignidad; que acoger a los pecadores y a las prostitutas no me contamina; que no juzgar o condenar a nadie no me hace un despistado; y en fin que el mal aun siendo fuerte no vencerá; pues solamente Jesús venció al mundo, y aquellos que están con él podrán participar de su victoria.
¡Felices Pascuas! Que Cristo Resucitado sea la luz de tu vida.
Un fuerte abrazo, en el amor de Cristo que nos une.
El Señor te bendiga y te guarde,
El Señor te haga brillar su rostro y tenga misericordia de ti.
El Señor vuelva su mirada cariñosa y te dé la PAZ.
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Buscan dar con el conductor que agredió a una mujer en Mariano Roque Alonso
Este miércoles, una mujer denunció que fue atacada por un conductor con el que previamente tuvo un incidente en el tránsito en la ciudad de Mariano Roque Alonso. La víctima indicó que iba en su rodado y que todo el tiempo el hombre fue bastante violento hasta que la agredió físicamente.
El acto violento se reportó en el límite entre Loma Pytã y Mariano Roque Alonso, que quedó registrado en imágenes de cámaras de seguridad de la zona. La víctima fue identificada como Marian Saavedra, quien denunció el caso ante la comisaría local y el Ministerio Público.
La mujer reconoció que ella estaba saliendo a bordo de su automóvil de un supermercado ubicado sobre la ruta Transchaco y que lo realizó bruscamente, esto motivó el enojo del conductor. Este finalmente se le adelantó y que durante todo el trayecto le venía cerrando el paso, para demostrar su molestia.
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“Me cerraba el paso y lo que yo hacía era mudarme de carril. Cuando llegamos en un semáforo no me percaté que estaba frente a mí y me dio la señal roja, frené y le toqué, no le causé daño al automóvil. No frenó a propósito, pero yo frené de golpe”, detalló Saavedra, en entrevista con Unicanal.
Apuntó que se quedó asustada, porque se trató del hombre que la venía coaccionando durante el camino y agachó la cabeza, pero cuando se dio cuenta este ya abrió la puerta y le dio un golpe de puño en el rostro. “Abrió mi puerta y me pegó, me sorprendió. Me ayudó una mujer que vio todo lo que pasó”, detalló.
La Policía Nacional y la víctima piden ayuda a la ciudadanía para identificar al hombre, que estaba al mando de un automóvil de color blanco con chapa número HBS 080. “El auto está a nombre de una mujer, pero ella indicó que ya vendió y buscamos dar con el dueño actual de este vehículo”, explicó el comisario Hugo Troche.
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Bartimeo, un limosnero ciego, gritó: “Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!” Mc 10, 46-4
Al salir Jesús de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud, el hijo de Timeo (Bartimeo), un limosnero ciego, estaba sentado a la orilla del camino. Cuando supo que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: “Jesús, ¡Hijo de David, ten compasión de mí!” Varias personas trataron de hacerlo callar. Pero él gritaba mucho más: “¡Hijo de David, ten compasión de mí!” Mc 10, 46-48
En años anteriores cuando la liturgia nos ha presentado este evangelio hicimos una reflexión sobre el sentido del milagro que Jesús hizo con el ciego que estaba al borde del camino. Este año aprovecho la oportunidad para continuar meditando sobre la oración que meditamos la semana pasada, agregando la iluminación del hodierno evangelio.
Él nos habla de un hombre con un problema muy concreto: era un ciego y a causa de esto estaba al borde del camino, marginado por su sociedad.
Aunque fuera un ciego, no estaba resignado con su problema. Era un hombre sin luz, pero él la estaba buscando. Esto nosotros entendemos porque el texto dice: “Cuando supo que era Jesús de Nazaret se puso a gritar.” Este gesto: “empezar a gritar” revela cuanto él deseaba ser sanado. Su acción pronta revela que él ya sabía quién era Jesús, que ya había escuchado hablar de él, y lo más importante: ya le tenía fe. Las palabras de su grito son una verdadera profesión de fe: “Jesús, ¡Hijo de David, ten compasión de mí!”
Es interesante recordar que muchos ya habían visto muchos milagros hechos por Jesús y escuchado sus palabras, pero que aún no creían que él era el Mesías, el Hijo de David, el rey prometido de Israel, como aquel ciego ya lo creía. Infelizmente, muchos de los que tenían los ojos buenos tenían el corazón endurecido.
Sin embargo, aquel ciego, aunque nunca había visto nada, solamente por haber escuchado hablar de Jesús, por haber oído los testimonios, ya había llegado a la clareza de fe. Él ya sabía que... ¡Jesús era el Hijo de David, era el Mesías prometido!
Fue con estas palabras que ha empezado su oración: ¡Jesús, Hijo de David!” Lo primero que hizo fue manifestar su fe. No ha empezado gritando: “¡Soy un ciego, ten compasión de mí!”; “soy un deficiente, un sufriente, ten piedad!” Lo más importante que tenía para decir era que él creía que Jesús era el salvador. Y si él creía en esto, era una consecuencia natural creer que Jesús tenía entrañas de misericordia. Él sabía que Dios es movido por la compasión. Él sabía que Jesús, el Mesías prometido, no sería capaz de hacer de cuenta que no le había escuchado, o que no le había visto en su dolor. Sabía que Jesús, el Hijo de David, no podría pasar por el camino y dejarlo allí como si nada. Él sabía que, si Dios escuchase su grito, no se haría del desentendido. Es por eso que se puso a gritar. El texto no dice que gritó solo una vez, pero nos da la idea de que gritó muchas veces.
A él también le llegó la tentación de suspender su oración. Muy concretamente, el texto nos habla que: “Varias personas trataron de hacerlo callar.” De hecho, siempre aparecen personas que nos quieren hacer desanimar. Lo interesante, es que eran personas que estaban allí, esto es, que caminaban atrás de Jesús, pero que igual querían persuadir el ciego a quedarse callado, a acomodarse y resignarse con su situación de ciego y marginado. Sin embargo, él no se dejó intimidar, nos habla el texto: “Pero él gritaba mucho más”. Él sabía que aquella era la oportunidad de cambiar su vida, de salir del borde del camino. Él no podía callarse, solo porque algunos le habían dicho. Algunos que tal vez ni entendían lo que estaba diciendo, o lo peor no aceptaban su profesión de fe.
Y Jesús lo escuchó, se detuvo y le preguntó: “¿Qué quieres que te haga?” Esta pregunta de Jesús es casi la misma de la semana pasada, cuando dijo a Santiago y Juan: “¿Qué quieren de mí?” Aquellos le pedían un disparate: “Concédenos que nos sentemos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda cuando estés en tu gloria.” Y Jesús les dijo: “No saben lo que piden.” Ya en el caso de Bartimeo, delante de su suplica (“Maestro, que yo vea.”) Jesús lo concede (“Puedes irte; tu fe te ha salvado.”)
Su pedido no era una superficialidad, no era fruto de su egoísmo, sino que era la súplica de un hombre que quería ver, que quería ser tocado por la luz, que quería cambiar de vida, que quería entrar en el camino. De hecho, el texto termina diciendo: “Y al instante vio, y se puso a caminar con Jesús.”
Creo que Bartimeo es para todos nosotros un lindo ejemplo de oración: en primer lugar, como manifestación de la fe, de lo que creemos en nuestro corazón, de la certeza de que Dios es impregnado por su misericordia; en segundo lugar, por su perseverancia y su insistencia; y en tercer lugar por su suplica tan concreta y sencilla, que pide a Dios para tener luz, esto es, nada más que la gracia de la conversión, la gracia de poder estar en su camino.
El Señor te bendiga y te guarde,
El Señor te haga brillar su rostro y tenga misericordia de ti.
El Señor vuelva su mirada cariñosa y te dé la PAZ.
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Buscan a adolescente desaparecido en aguas del río Paraná
Este viernes, desde la Prefectura Naval de Itapúa iniciaron la búsqueda de un adolescente que cayó a las aguas del río Paraná en zona de Mayor Otaño. Las autoridades nacionales ya solicitaron apoyo a la prefectura de Argentina para acompañar la búsqueda de la persona desaparecida.
Según el reporte dado desde la Policía Nacional, la desaparición del menor se reportó cerca de las 13:00 de hoy viernes, que se encontraba cruzando el río desde Misiones, Argentina. Este habría caído mientras intentaba pasar mercaderías en un precario bote que se hundió a mitad de camino.
Al parecer el adolescente trabajaba como “pasero” en la zona de Mayor Otaño, pero lamentablemente sufrió un accidente con su embarcación mientras intentaba cruzar al vecino país. La denuncia fue realizada por su madre Hermelinda Cuenca, quien afirmó que fue la última vez que lo vio con vida.
De inmediato se dio aviso a la prefectura naval del departamento de Itapúa, pero hasta el momento no se logró dar con el cuerpo del joven. Así también, ya solicitaron ayuda a las autoridades de la prefectura de Argentina para continuar con la búsqueda.
“La denuncia fue realizada por la madre, quien indicó que el menor se desempeñaba como pasero en el lugar y que él mismo se encontraba en aguas del Río Paraná, momento en que la embarcación se habría sumergido y que a consecuencia de esto había desaparecido en las aguas”, puntualizó el oficial Guillermo Gómez, en el informe.
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Dictaminan a favor de transferir fondos para mejoras y puesta en valor de monumentos jesuíticos
La Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, en su reunión semanal otorgó el visto bueno al proyecto de ley “Que autoriza al Ministerio de Economía y Finanzas a transferir los saldos del aporte especial a los Municipios de Jesús, Trinidad y San Cosme y Damián, del Departamento Itapúa, por ser sedes distritales de los monumentos históricos de las Misiones Jesuíticas, de conformidad a la Ley N° 6.145/2018″.
Dichos fondos servirán para el mantenimiento y puesta en valor de los monumentos que son postulados como Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
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De acuerdo al informe presentado por la titular de esta mesa asesora, la diputada colorada Cristina Villalba, esta normativa establece conceder un aporte especial a los municipios de Jesús, Trinidad y San Cosme y Damián, del séptimo departamento del país, por ser sedes distritales de las históricas “Misiones Jesuíticas”, y autoriza al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), a transferir saldos del aporte especial a los mismos.
A partir de esta transferencia de saldos, los municipios beneficiados con el aporte especial deberán coordinar con la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), las actividades de mantenimiento, restauración, conservación y mejoras de los monumentos históricos, según indica el proyecto de ley.
Al mismo tiempo, deberán presentar a la Dirección General de Inversión Pública, dependiente del Ministerio de Economía y Finanzas, los proyectos de inversión con el detalle y la descripción de las obras a ser financiadas. El documento también establece que las rendiciones de cuentas sobre los recursos transferidos deberán ser presentadas ante la citada cartera de Estado y la Contraloría General de la República (CGR).
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