Observando el marco de la constitución de una mipymes, está claro que muchas tienen su origen en el seno familiar, donde los involucrados directos son los abuelos, padres, hermanos, hijos, nietos. Un gran desafío para el emprendedor familiar es saber definir claramente el gobierno de la familia y el gobierno de la empresa.

Estas empresas deben definir claramente su estrategia, pues muchas de ellas no tienen una hoja de ruta establecida previamente de manera formal. La misma debería tener una visible capacidad de adaptabilidad a los cambios.

Si no se cuenta con una visión estratégica que enfoque el negocio en el tiempo presente con proyección al futuro, se corre el riesgo de ingresar en una etapa de decadencia u obsolescencia, pues las tendencias de los clientes cambian en forma constante, modificando sus gustos y costumbres, en la búsqueda permanente de las respuestas que satisfagan de la mejor forma a sus necesidades.

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El marco de la formalidad es otro aspecto de suma relevancia y al cual deberían orientar sus esfuerzos con el firme objetivo de que todas aquellas empresas que aún no se hayan constituido formalmente, lo hagan, pues a través de ello podrán tener un acceso mucho más fluido al sistema financiero, para acceder a una asistencia crediticia de corto y mediano plazo.

En el marco de las oportunidades que tienen las mipymes, es importante que comiencen a observar los mercados externos, de manera de que en un mediano plazo puedan crecer hacia afuera, exportando sus productos a mayor escala que los realizados a la fecha, dado que operan casi en su gran mayoría solo dentro de nuestro mercado doméstico.

Los mercados a nivel regional han venido desarrollándose y expandiéndose, lo cual abre a estas empresas la posibilidad de poder crecer y diversificarse en función al grado de competitividad y esfuerzo que pongan y se propongan sus propietarios a través de delineamientos estratégicos bien definidos.

Otro aspecto relevante dentro de este segmento de negocio es el poder recibir un asesoramiento constante ya sea de entidades gubernamentales, o bien de empresarios del sector privado, con el objetivo de ir aplicando las mejores estrategias que conduzcan al incremento de las ventas, ya sea a través de la innovación en los productos o servicios ofertados, en la incursión en nuevos nichos de mercado que se van creando, en el óptimo manejo de las ganancias y su reinversión en el giro comercial, en la captación de nuevos clientes, en la mejora en la calidad de atención a sus clientes, estar a la vanguardia en relación con las tecnologías actuales y en la implementación de otras nuevas que vayan surgiendo, que les permitan la búsqueda constante de la mejora en sus procesos comerciales, productivos y administrativos.

Esperemos que el próximo gobierno le pueda dar un enfoque diferente y mucho más profesional a este importante segmento de nuestra economía, que sigue constituyéndose en el mayor generador de fuentes de trabajo a nivel mundial.

Necesitamos que nuestros emprendedores tengan jornadas con colegas de otros países de la región de tal forma a poder ver que están haciendo ellos, intercambiar experiencias con lo cual el abanico de perspectivas/posibilidades cuali/cuantitativas de crecimiento, diversificación y expansión de sus actividades podrán ser mucho más sostenibles y sustentables en el tiempo y no circunscribirse solo a jornadas de capacitación dentro de nuestro mercado doméstico.

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