- Por Eduardo “Pipó” Dios
- Columnista
Como todos los años, ya serán como 10 seguidos, la marcha campesina hace acto de presencia en las calles asuncenas y de otras ciudades, bloqueando, rompiendo, cerrando rutas de acceso de productos a los centros de distribución. No vamos a discutir, por enésima vez, si los reclamos son válidos o no, tampoco podemos decir que las soluciones planteadas (plata sin control) por los líderes de este grupo hayan servido de mucho. Si todos los años vuelven es porque el problema no se soluciona dándoles lo que piden. Gobierno tras gobierno, salvo cuando Horacio Cartes les dijo que no y se tuvieron que ir sin pena ni gloria, siempre se llevaron la platita sin preguntas.
Este gobierno, que no se le planta ni a los chespis ladrones de focos, menos les va a decir que no o va a plantearle alternativas más serias e inteligentes. De hecho, no es un gobierno de serios ni de inteligentes, sino de pillos y peajeros.
Sus aliados (del Gobierno) del Frente Guasu se frotan las manos desde enero más o menos esperando el “subsidio” anual del que se llevan un pedazo, por lo que son los principales promotores de las movilizaciones y los lobbystas ante el “amigo” Marito vía el “hermano” “Cachito”, para que la plata salga.
Ahora bien, si ya sabemos todos que estos badulaques que nos gobiernan les van a dar lo que pidan, por qué no les dicen allá por el 15 de febrero “masomeno”: “che, Sixto, deciles pues a tus socios y sus esclavos que no vengan hasta acá, que hagan un acto grande allá en el Norte y nosotros les hacemos un ‘giro Tigo’ de 40 o 50 palos verdes”.
Cada marcha o cierre genera, aparte de la fortuna que se llevan para repartir entre 10 delincuentes y tirarles unas monedas a los pobres prójimos a los que arrean, millones de dólares de pérdidas a la gente que realmente trabaja, suma, aporta, se esfuerza y sobre todo paga esos impuestos que después ustedes se morfan sin piedad. ¿No es hora de, al menos, ahorrarnos el quilombo? Total, vergüenza ya no tienen ninguno de ustedes, y no saben hacer otra cosa que vivir del dinero ajeno. Quedate en casa... no rompas las pelotas.