- Por Jorge Torres Romero
- Columnista
En julio del 2021, los camioneros bloquearon el país como medida de presión para lograr el aumento en el precio del flete. Primero cerraron algunos puntos claves, nadie los detuvo y la cosa fue creciendo. Es más, algunos gremios tuvieron el coqueteo de referentes políticos de varios sectores, incluso desde el oficialismo. Fueron tres semanas de bloqueos con todas las consecuencias que eso significó para la economía en plena pandemia.
Los camioneros hicieron lo que quisieron. La jugada les salió redondita y lograron su cometido. Solo para un grupo empresarial del sector avícola estos bloqueos les generó una pérdida de US$ 3 millones. La debilidad de las instituciones, la falta de liderazgo, de autoridad moral por parte de este gobierno les impide hacer respetar la libre circulación de las personas.
Como aquella jugada les salió a la perfección a los camioneros, quedaron agrandados con la “fuerza” que pueden tener en los reclamos que realicen a este gobierno. Y lo volvieron a hacer.
De vuelta lograron su objetivo bajo el chantaje, la extorsión y las nefastas consecuencias para la economía. Todos salieron perdiendo con esta medida de fuerza. Desde el empresario cárnico, avícola, granero, transportista, lácteo, todos. ¿Quién les devuelve esas pérdidas?
Afectaron a los trabajadores, jornaleros que querían llegar a sus puestos de trabajo. Por ejemplo, Irma es una fisioterapeuta que había ido a su pueblo, Villa del Rosario, San Pedro, a visitar a su madre que se encontraba con problemas de salud. Ella vive del cobro diario por el trabajo. Había pautado para el viernes con dos, con ese dinero debía comprar medicamentos para su madre. Irma quedó varada en los bloqueos. Sus pacientes le cancelaron y regresó a la casa de su madre con las manos vacías. Cientos de casos similares a los de Irma se dieron la semana pasada con los bloqueos. ¿Quién asume estas pérdidas y las consecuencias?
El Gobierno fue incapaz de intentar el despeje de las rutas. El ministro del Interior confesó que solo sabe usar la diplomacia y no ordenar a las fuerzas del orden a hacer cumplir la Constitución Nacional.
El Gobierno anunció la reducción del precio del combustible (diesel tipo III y nafta de 93 octanos), pero en las estaciones de Petropar. No habrá nueva deuda sino se harán recortes en el presupuesto para subsidiar a la petrolera estatal. La promesa corre desde mañana, los bloqueos se levantaron, pero los camioneros están agazapados aún aguardando la aprobación de la ley.
Esta es la consecuencia cuando se coquetea con quienes infringen la ley: mantienen al país en zozobra. Necesitamos gobiernos fuertes, instituciones sólidas. Necesitamos un gobernante sin techos de vidrio y con autoridad moral para hacer respetar las leyes, de lo contrario el caos, la extorsión y el chantaje se impondrán siempre. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.