En octubre del 2021, la FDA aprobó el uso de la vacuna de Pfizer en niños de 5 a 11 años, luego de una revisión exhaustiva y transparente de los datos proporcionados por la compañía.
A pesar de eso, algunos países como el Reino Unido decidieron postergar la administración del inmunizante en este rango de edad, en niños saludables. En dicho país, la administración de las dosis en ese rango de edad se realizó solamente en niños que estaban en grupo de riesgo clínico o que eran contacto familiar de alguien que está inmunodeprimido.
La decisión de postergar la administración de la vacuna fue por al menos dos motivos: dar prioridad a la administración de ambas dosis (y la del refuerzo) a personas que se encuentran en grupos de riesgo y aguardar la entrega de nuevos resultados por la compañía Pfizer para este rango de edad.
Una vez que los resultados actualizados de la compañía Pfizer fueron presentados, la vacuna fue autorizada en el Reino Unido y la administración de las dosis en niños de 5 a 11 años ha tenido luz verde. Para este inmunizante, la recomendación de las dosis es mucho menor que la de los adultos. Se recomiendan dos dosis de 10 microgramos de vacuna, con un intervalo de al menos 12 semanas.
La misma recomendación ha sido otorgada por la EMA, luego de evaluar un primer estudio en niños de 5 a 11 años, en el que la vacuna obtuvo una eficacia del 90,7% en la prevención de la COVID-19 sintomática.
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Resultados de nuevas investigaciones
Según datos proporcionados por funcionarios de salud del estado de Nueva York, la vacuna Pfizer/BioNTech es menos efectiva en niños de 5 a 11 años que en adolescentes y adultos. El estudio se llevó a cabo durante la ola de la variante ómicron.
En el estudio se analizaron casos y hospitalizaciones de adolescentes de 12 a 17 años, y niños de 5 a 11 años, ambos grupos completamente vacunados.
Es importante recalcar que en el grupo de 12 a 17 años, los adolescentes recibieron la misma dosis que los adultos (30 microgramos); sin embargo, las dosis administradas a los niños de 5 a 11 años fueron menores (10 microgramos). Según los investigadores involucrados en el estudio, lo que marca la diferencia entre ambos grupos estudiados es la dosis administrada.
Los resultados también mostraron que la eficacia de la vacuna contra hospitalizaciones, se redujo del 85% al 73% en adolescentes de 12 a 17 años. Entre los niños de 5 a 11 años, la efectividad cayó aún más, del 100% al 48%.
La efectividad de la vacuna contra las pruebas positivas disminuyó del 66% al 51% entre los niños de 12 a 17 años. En el grupo de 5 a 11 años, la efectividad disminuyó del 68% al 12%. En la última semana de enero, la efectividad de la vacuna contra la infección entre los niños de 12 años fue del 67%, pero solo del 11% para los niños de 11 años.
Un aspecto a tener en cuenta en este análisis es que no resulta sorprendente que la efectividad de la vacuna, en su protección frente a la enfermedad leve, disminuya; pues sabemos que la variante ómicron posee parcial escape inmunológico. Recordemos que el objetivo de las vacunas es proteger contra enfermedades graves y así, mantener a los niños fuera del hospital.
Estos resultados resaltan la necesidad de estudiar dosis alternativas de vacunas para niños y la importancia continua de la protección, incluyendo el uso de máscaras, para prevenir la infección y la transmisión.
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