DESDE MI MUNDO

• Por Carlos Mariano Nin
• Columnista

Lo recuerdo a Miguel Cubilla. Trabajaba con nosotros en el área internacional de los noticieros, siempre hablaba de conspiraciones.

Me solía decir “siempre hay una conspiración detrás de los hechos que hacen a la historia”. A veces me río solo, sin darme cuenta. Pero poco después voy hilando, analizando… y las conspiraciones van tomando forma.

Así llego a la cuenta de que los políticos conspiran contra la Educación en nuestro país. Es eso, o reconocer la incapacidad de nuestras autoridades. Una tras otra.

El propio ministro de Educación decía poco antes de arrancar las clases que se necesitaban más de 500 millones de dólares para la reparación de escuelas.

Presupuesto con el que no se cuenta.

Así no es raro lo que vino con la vuelta a clases del sector público.

Escuelas abandonadas, sin baños, instituciones sin pupitres o instalaciones semidestruidas.

Nuestros niños crecen en este ambiente, lo ven como algo normal. Pero esto (pese al esfuerzo de muchos docentes) tendrá una repercusión en su aprendizaje. Y como una interminable cadena, seguiremos construyendo una generación de profesionales mediocres, que terminarán en política alimentando una historia de nunca acabar. Porque es lo que ven y aprenden desde pequeños.

El Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide) dispone que millones de dólares recibidos por la sesión de energía de Itaipú a Brasil sean destinados a inversiones para programas de educación, salud e infraestructura.

No sucedió y no va a suceder. En la mayoría de los casos esos millones terminaron abultando las cuentas bancarias de funcionarios corruptos y las escuelas… bueno, ya las vieron en los noticieros.

El 35% de los estudiantes matriculados este año en el sector oficial da clases bajo árboles o en salas de clase en malas condiciones.

El ministro Juan Manuel Brunetti nada más comenzar las clases anunciaba con bombos y platillos que abandonará el ministerio para acompañar como dupla al vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, para las elecciones generales del 2023.

Pero claro. Ya está en campaña.

Andrea Morel, vocera de la Unión Nacional de Centros de Estudiantes del Paraguay (Unepy), disparaba que el ministro debe dar un paso al costado y no seguir en la cartera mientras hace campaña electoral al lado de Velázquez. Y sentenciaba: el MEC siempre fue visto como una plataforma política, los cargos se dan por cuestiones políticas, más que por méritos”.

Algo que todos sabemos a juzgar por nuestra mala educación.

Pero claro. Si Miguel viviera me contaría que se trata de una conspiración. Y hoy le daría la razón.

Un político uruguayo, luchador de otras épocas decía: “Vamos a invertir primero en educación, segundo en educación, tercero en educación. Un pueblo educado tiene las mejores opciones en la vida y es muy difícil que lo engañen los corruptos y mentirosos”.

Bueno… nosotros seguimos engañados.

Esa es la realidad… es el fruto de una conspiración. Pero esa, es otra historia.