Me adelanto unos días para desearte lo mejor.
Va terminando un año. Corto para las cosas que me hubiese gustado hacer, largo para olvidar las tristezas. Pero sin dudas un buen año en medio de tanta adversidad que nos dio la pandemia.
De todas maneras me pongo detrás del viernes como si fuera una fila para pegarle al 2021 una patadita.
Así como vos, tuve que tomar decisiones difíciles que me costaron, y que me dolieron, pero es parte del crecimiento de cada uno. Tuve mis razones. No las explico a todos porque al final fueron mías y asumo la responsabilidad.
Perdí y gane, creo que por partes iguales. Es la vida, primero todo mal, luego va mejorando, o viceversa, los finales felices se dan solo en los cuentos. La vida es la conjunción de dichas y tristezas. Y vivir es aprender a asumirlas.
Habrá sillas vacías, corazones tristes y miedo a lo que vendrá. Siempre es así, pero los corazones estarán llenos. Las ausencias son una carga solo cuando no dejamos ir a las personas que amamos. Igual… tarde o temprano, vamos a volver a estar juntos. El mejor regalo para los que ya no están es una sonrisa. La mía es a tu nombre mamá, hasta el cielo en el que estés.
No importa qué cargada esté tu mesa, lo importante es la gente que te rodea.
Sé feliz.
El año no va a cambiar si vos mismo no cambiás, ese es el secreto. El resto es marketing. Mucha comida, ropa nueva, cosas nuevas… eso es pasajero.
Ponele ganas, fuerzas y muchos sueños. Así el 2022 te va a encontrar preparado.
Mis mejores deseos a vos que sos mi amigo. Si estás por acá es porque compartimos cada tanto nuestros pensamientos, nuestras alegrías y nuestras tristezas.
Y lo bueno compartido es doblemente bueno. Lo malo es menos pesado, y el resto es saber que no estamos solos.
Da gracias, siempre da gracias. Al Dios que existe por tus hijos, por tu familia, por las personas que amás, por el trabajo… por un nuevo día y yo te agrego a vos por estar detrás de estas letras.
PREPARATE A CONQUISTAR AL 2022
Todo sale de acuerdo a la fuerza que pongas en ello. Y si no sale, volvé a intentarlo. Todo lo posible alguna vez… fue imposible. Otros lo lograron, también vos podés. Levantá tu copa, tu vaso, tu sidra o tu cartón de vino y brindá por la vida. La vida es bella a pesar de todo. Y no olvides sonreírle al cielo en nombre de todos aquellos que nos dejaron. Si quedaron en nuestros corazones, entonces dejaron su huella, cumplieron su misión.
Feliz año.