- Por Eduardo “Pipó” Dios
- Columnista
Perdón por el título, ya sé que no se puede escribir así, pero siempre trato de ser lo más claro que puedo.
Es que nos hemos acostumbrado, en estos tiempos, a que existan varias “realidades”, que depende de cómo y desde dónde se planteen, hasta suenan reales o, mejor dicho, parecen reflejar la situación verdadera.
El arco opositor (se hacen llamar así), que tampoco es “realmente opositor”, al menos, a veces sos “superopositores” y a veces parecen más oficialistas que Marito; cuando conviene, sale con el “Aeneerrenuncamás” y los “70 años de coloradismo” (el circuito cerrado se les apagó del 2008 al 2013 y nadie se dio cuenta porque estaban ocupados saqueando el país con una “eficiencia” digna del más ladrón de sus criticados colorados) y a veces, cuando hay que en serio hacer algo, más que decir disparates, se acuerdan que tienen un montón de amigos, camaradas y parientes, ocupando cargos de ministro para abajo y miran para otro lado.
Lo mismo le pasa a cierto sector de la prensa de barricada, que a veces usa la barricada para denunciar, y otras, con más frecuencia, para defender y cuidar a algún corrupto funcionario, que es parte del mecanismo y, además, se ocupa de mantenerlo generosamente aceitado (no solo de integridad vive el hombre... ni la mujer).
Pero volvamos al “arco opositor”, donde lidera la manada del incansable Efraín. Usted dirá, rascarse las pelotas hace 10 años no debería cansar luego, pero, usted es malo. Efraín con su discursito de la “lucha contra la mafia” intenta, hace rato trata de convencer a la ciudadanía de que es la gran opción y que va a cambiar, ndajeko, el país.
Pero la ciudadanía lo ha visto pasearse dos años en el Ministerio de Obras Públicas, teniendo bajo suyo, a parte de todas las obras públicas (palada inicial y anticipos de por medio), las dos binacionales, la Ande, Essap y Copaco, entre otras cosas y cajas. Claro que, como se pasó mordiendo de donde podía, metiendo la mano en cuanta lata veía, y llenando de sus operadores y zoqueteros estas instituciones, no tuvo tiempo para “acabar con la mafia de las obras publicas”, “exigir la renegociación de los tratados binacionales vende patria”, y de paso bajarte la luz a 5.000′i; estaban en otra, compréndase.
Después, cuando en el 2012 agarró de vuelta la sartén, al deshacerse de monseñor, ya estaba ocupado juntando monedas para la campaña triunfal del 2013, donde hizo tooodas esas cosas horribles “de colorado” (dicen sus hurreros en las redes), de poner el Estado al servicio de su campaña, pero justito le faltó aprender la parte en que “lo colorado” ganan las elecciones, y perdió lejos.
Pero este prócer, aún pichado desde la llanura, se ha ocupado de que la plata pública no le falte a él y su gavilla de impresentables, ya sea desde algunos municipios amigos, alguna ida a Pedro Juan a visitar a sus aliados antimafia del clan Acevedo (no le dicen clan justamente por tener una peluquería, como a los Cáceres), o saquear las arcas del partido con facturas y bonos truchos, hasta dejarlo en la quiebra más absoluta. O sea, la cabeza de la oposición más dura es él... esperá, vemos el resto.
El Frente Guasu, la izquierda dura, de lucha, 4 años se pasaron de festichola en un gobierno más conocido por las fiestas de monseñor con las chicas de la farándula, que por sus grandes obras transformadoras. El cura se la pasó de joda y la última crisis, lo agarró, para variar, con los pantalones bajos. Pero por más que se les haya borrado el video del circuito cerrado, los chicos de yankilandia tenían copia y les recordaron a estos pilluelos olvidadizos sus hazañas aduaneras y de lavado de dinero proveniente del narcotráfico, terrorismo y armas, además de los containers que pasaban sin cesar ante la distraída mirada de su director de Aduanas, quien según el Departamento del Tesoro de los EEUU, “aumentó y formalizó el sistema de sobornos” de la mano con su asesora jurídica, una tal Kattya González, de quien dicen las malas lenguas que operaba como la “monja negra” de la aduana, cajoneando denuncias y sumarios.
Ah, sí, es la misma Kattya que anda por ahí a los gritos, con ganas de candidatarse con o sin Efraín, pero siempre “contra las mafias”.
Entonces, la realidad, la real, es esa, los más ruidosos y autodenominados vanguardia moral de la República tienen el pañal más sucio que bebé abandonado, y la gente común lo sabe. Y no hay medio de comunicación aliado y comprado, ni batallón de cuentas falsas de Twitter ni circo que pueda cambiarlo. ¿Los colorados están quemados? Sí, muchísimos de ellos, tan quemados como los opositores, con la diferencia de que lo saben y se reinventan, sacan nuevas caras, mientras desde la oposición siguen insistiendo con Efraín o Lugo o con cualquiera, total el único discurso sigue siendo “hay que sacarles a los colorados porque todo es su culpa”, sin proyectos, sin otra propuesta, sin ideas, solo cambiemos por cualquier cosa.
Ya tuvieron sus oportunidades, a nivel nacional, departamental y municipal, y demostraron que no solo son igual de malos, sino hasta peores.