Las pequeñas y medianas empresas cubren necesidades económicas y humanas (personales) esenciales a nivel país.

A medida que se abren brechas y se visualizan necesidades sin ser satisfechas, las empresas pequeñas hacen su aparición. En ocasiones el volumen de producción que generan es demasiado reducido para interesar a las empresas grandes o de tamaño corporativo.

Con frecuencia la vigilancia, la flexibilidad o la iniciativa de la pequeña empresa le permiten moverse con mayor rapidez que las grandes. Los directivos pueden imaginarse alguna innovación brillante que a nadie se le había ocurrido.

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No es raro que una pequeña empresa sea capaz de satisfacer especificaciones que otras compañías no pueden. Suelen ser no solo grandes competidoras respecto a precios, atención y servicios, sino que además pueden presentar determinadas ventajas que hacen de ellas grandes competidoras.

Las empresas pequeñas son, en cierta manera, el semillero de la economía. Ideas nuevas, inventos, todo tipo de innovaciones son concebidas por las mismas.

Algunas de esas pequeñas empresas se convierten en grandes a futuro.

También cubren una necesidad importante y vital. La gente difiere mucho entre sí por su necesidad de lograr algo, su aceptación del riesgo, la confianza que tienen en sí mismas, su deseo de independencia, la frustración que pueden tolerar así como su impaciencia por salirse de la rutina y realizar algo que sea dinámico, que a la vez represente un desafío.

Las personas que son diferentes buscan satisfacer sus impulsos en formas diferentes. La pequeña empresa tiene ciertos atractivos y representa la fuga de energía del hombre que siente impulsos emprendedores, del que ansía ser su propio dueño y está dispuesto a tomar sus propias decisiones, además de aceptar las consecuencias.

Una empresa propia también atrae a quien desea tener la oportunidad de formar un patrimonio con rapidez de lo que se considera posible si continúa trabajando para otra persona.

El atractivo que la pequeña empresa tiene para algunas personas parece basarse en la creencia de que esos conceptos que se pueden llevar con mayor facilidad a la práctica en una de estructura pequeña que en una grande.

Dado que proporcionan oportunidades de lucro a la vez que de satisfacción personal, muestran una gran variedad en cuanto a ganancias y probabilidades de duración quizá resulte oportuno analizar su problemática.

Estudios realizados acerca de la determinación de las causas del limitado éxito en la empresa micro, pequeña y mediana, salvo excepciones, se identificaron los siguientes aspectos:

-Falta de prevención (estudios de mercado, financiero y otros): 30%.

-Escasa experiencia en el ramo: 20%.

-Limitada habilidad gerencial y administrativa: 25%.

-Falta de personal calificado: 25%.

De ahí que la variable crítica del éxito de las pequeñas y medianas empresas radican en el buen manejo de la habilidad administrativa/gerencial y disposición de sus dueños para no estar ajenos a los cambios en el entorno micro y macroeconómico y sobre todo conocer muy bien los fundamentos básicos de una buena educación financiera.

En nuestro país, salvo honradas excepciones, seguimos aún lejos de poder reunir los requisitos primarios que apunten al éxito y a la consecución de los objetivos y metas, en donde la informalidad sigue siendo la constante, pues no menos 6 de cada 10 empresas de tamaño pyme siguen operando en dichas condiciones, lo cual les limita el acceso al crédito dentro del sistema financiero formal y por ende posibilidades de expandirse, diversificarse y ser mucho más competitivas y rentables.

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