A menudo, sobre los mercados financieros se leen comentarios folclóricos que se asemejan a dichos o creencias populares profundamente arraigadas.

Pocas veces reflexionamos y debatimos esas creencias y creo eso es un error. Si lo hiciésemos aportaríamos mayor claridad y valor a nuestra sociedad.

Una de estas creencias asemeja a estos mercados con el juego o casino, otras con personajes acartonados y otras lo vinculan con el abuso financiero o incluso la usura. Un agravante adicional de estas creencias es no entender exactamente quiénes son parte del mercado, para qué sirve el mismo y qué produce o qué valor aporta a la sociedad en su conjunto. Sospecho que el origen de estas creencias está en que el mercado ha tardado mucho en desarrollarse en nuestro país y era solo visto como algo descolocado del resto de la sociedad.

Algunos indicios servirán para rectificar estas erróneas creencias. A ese efecto, debemos primero responder una cuestión, ¿quién o quiénes son el mercado? El título de este artículo pretende responderla.

Y ello es así, pues integran el mercado las personas que trabajan en relación de dependencia, cuando aportan a su previsional, pagan impuestos por su renta o por su consumo, ahorran con distintos fines. También es parte del mercado el que trabaja por su cuenta e invierte su capital, toma préstamos, paga impuestos por su renta y por su consumo. También lo es el Estado cuando recauda impuestos, toma deuda, la paga, y con ello –en ocasiones– aplica sus fondos en gastos no corrientes y los invierte en infraestructura o servicios que facilitan al sector privado su operación y a la sociedad mejores condiciones de partida.

Finalmente, lo son también ciertas instituciones esenciales de la sociedad, como las aseguradoras y las entidades previsionales (públicas y privadas), pues los fondos que administran son aplicados a inversiones (CDAs, bonos, acciones, fondos de inversión, etc.) buscando darle la rentabilidad adecuada para luego hacer frente a las prestaciones comprometidas. Si no lo hiciesen se desvalorizarían (inflación) y no crecerían de acuerdo con la expectativa de retribución futura.

En el medio de esas operaciones económicas mencionadas, están los distintos actores instrumentales que son quienes directa o indirectamente ayudan a llevar adelante el mercado con la ejecución de sus distintas funciones, de modo más informado y transparente.

Así encontramos como parte del mercado a los bancos, las bolsas, los agentes de bolsa, las administradoras de fondos, fiduciarias, financieras, los reguladores, las firmas auditoras contables, agencias calificadoras de riesgos, agentes o cajas de custodia de valores, etc.

Es así como los mercados facilitan el intercambio de recursos y capital entre los actores citados, permitiendo su mejor asignación, pues en su plataforma concurren compradores y vendedores para negociar instrumentos financieros que dan liquidez a la economía. Y al mejorar sus condiciones son imprescindibles para el país del que todos formamos parte, al igual que del mercado.