- Por Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
Las entidades financieras ya no tienen las mismas características de las que operaban en el siglo XX, en donde los productos crediticios abarcaban no menos del 80% de sus negocios globales.
Hoy día se caracterizan por la comercialización de una variedad de productos y servicios crediticios y no crediticios, las que en función al abanico de posibilidades y opciones que brindan a sus clientes hacen que su gestión económica pueda ser mucho más positiva y rentable.
El análisis del riesgo crediticio no es el producto final del espectro global de la evaluación de los estados contables de la compañía. Uno de los factores primarios que forman parte del mismo para llegar a una decisión de concesión o no de facilidades en M/L y/o M/E se refiere a la capacidad y calidad de la gerencia/plana directriz que los conforman sus principales accionistas y los que integran las principales posiciones dentro del staff gerencial (englobado dentro de los factores cualitativos) y que hacen al buen gobierno corporativo.
El juicio del oficial de créditos/negocios y su confianza en los principales ejecutivos de la empresa pesan fuertemente al momento de tomar decisiones.
La falta de habilidad del management puede llegar a desintegrar a una compañía por más sana que sea su posición económica-financiera-patrimonial. El aspecto cualitativo junto con los financieros y económicos completan el cuadro que conducen a la estructuración de la decisión final.
Existe una reconocida premisa que dice que un préstamo concedido adecuadamente puede considerarse cobrado en un 50%.
El alcance y tipo de riesgo asumidos deben ser bien encaminados para determinar la voluntad y habilidad del prestatario para pagar su deuda. Son de aplicación los fundamentos básicos de crédito y a ellos debemos atenernos. Cada solicitud de préstamo requiere un tipo diferente de investigación y análisis.
El oficial de créditos/negocios debe saber escuchar, pero también hacer preguntas claves, porque el prestatario puede omitir, consciente o inconscientemente, datos importantes.
Las “C” de créditos puede parecer elemental y podría incluso ser descartada, pero si son pasados por alto podríamos llegar a una decisión que eventualmente puede impactar negativamente para ambos, el prestatario y el banco o la financiera.
Carácter: Es la más importante de todas las “C”. No hay sustituto para el carácter.
Es un factor vital. El carácter de una persona puede ser causa de que la escala de decisión pueda rotar de “sí” a “no”.
Capacidad: Explica el éxito de una empresa en el pasado y cómo lo será posiblemente en el futuro.
Una compañía puede manejarse con un balance excelente, con buenos niveles de facturaciones y utilidades pero si la plana directriz no tiene capacidad y determinación pasará poco tiempo para que se deterioren las condiciones financieras.
Capital: Es el respaldo monetario. El aporte de capital hecho por los inversores representa su confianza. en la compañía, sus productos y su futuro.
Es el patrón de medida del crédito que puede otorgarse a aquellos que se han ganado el derecho a solicitar un préstamo.
No nos dejemos “encandilar” por las garantías que pueda ofrecer el potencial prestatario, dado que son accesorias, pues lo que interesa es la capacidad de repago del potencial prestatario.
Tener un portafolio de créditos que crece año a año no significa que seamos más eficientes ni rentables, si es que previamente no se han sopesado correctamente los factores cualitativos y cuantitativos que rodean a la facilidad crediticia y que deberían de formar parte del proceso de créditos corporativo de cada Institución.