- Por Felipe Goroso S.
- Columnista político.
De todos los ámbitos que se pueden remarcar sobre la paupérrima gestión de crisis por la pandemia del covid en Paraguay, probablemente el área específica que tiene que ver con las vacunas y los medicamentos sea donde más queda en evidencia la falta de previsión y evaluación de escenarios futuros.
Una serie de anuncios que en infinidad de ocasiones no pasó de eso, anuncios. Sobre todo, en el caso de las vacunas. Dudas e imprecisiones que aportaron más incertidumbre de la que ya había desde el inicio mismo del proceso con aquella compra de insumos que generó toda una tormenta política y luego ya fue una detrás de otra. Interminable hasta ahora, que se está avizorando cierto alivio con la llegada de algunos envíos importantes tanto en su volumen como en su sentido de oportunidad, ahora la discusión. En los próximos días la discusión será el sistema de vacunación, para lo cual se espera ya se tenga pensada la estrategia.
Lo mismo pasa con los medicamentos que recetan en las diferentes etapas del tratamiento contra el covid. La mayoría de ellos con un altísimo costo, y a eso se le suma la complejidad que se está viendo a la hora de la producción de algunos de ellos. Directamente no se encuentra en el mercado y eso ahonda aún más los niveles de frustración de la gente. Incluso es terreno fértil para la informalidad y la venta a precios absolutamente exorbitantes. Las instituciones y sus mecanismos de control sobre los precios están desaparecidas del debate público.
Una vez más esta es tarea para la política, esa mala palabra que empieza con p y termina con a. Son los temas que la política debe abordar de manera profesional y proponiendo alternativas de solución que generen conexión con los ciudadanos.