- POR EDUARDO “PIPÓ” DIOS
- Columnista
Luego de haber pasado más de la mitad de este triste, lamentable y fracasado gobierno “de la gente”, una de sus más recordadas intervenciones es, sin duda, aquella, en la que para defender su barrabasada con el tema Itaipú, nos llamó a todos “pillos y peajeros”. Resultó claro para todos, en realidad a esa altura ya era más que claro para muchos de nosotros, que no estábamos entretenidos con los dólares de las publinotas y las impresiones de libros, entre otras cosas; que, donde abundaban los pillos y peajeros, era en el gabinete del señor Presidente.
Estos peajeros, encabezados por Villamayor, Melgarejo, Friedmann, Samudio y demás deudos, se encargaban del saqueo sistemático y organizado de todos los lugares de donde podía exprimirse alguna moneda para llenar los interminables maletines de coimas. Si bien, la corrupción no es pecado exclusivo de este gobierno, lo que agravó más la cosa fue, en todo momento, la falta absoluta de gestión de nada. A nadie le importaba un pito lo que pasaba en el país, cada uno cazaba en su coto y recaudaba, entregando el diezmo a la corona, muy probablemente. En otros gobiernos, al menos se trabajaba, en mayor o menor manera para mantener a flote la economía, la salud y la educación. En este, no había ganas ni tiempo. Nos bancamos incapaces tercos y necios, como el impresentable Petta en Educación, el maleable (en el mal sentido) Mazzoleni en Salud y la delincuente e incapaz de Bacigalupo en Trabajo. Mientras el Indert y Agricultura eran territorio de caza del procesado senador trucho Renolfo y su pandilla. Todo controlado desde arriba por el Lagarto Juancho y sus ministros del PDP que la miraban pasar, clavándole los dientes a todo lo que oliera a dinero.
Gestión Cero. Llegó la pandemia, y como era de esperar, estos delincuentes, sin Dios ni patria, solo vieron la oportunidad de maletinear más. ¿Gestión? ¿Para que? Ah, sí, para coimear, traigamos insumos truchos, construyamos puentes peatonales, inauguremos rotondas, y facturemos todo lo que se pueda. ¿Pagar lo que se debe en Salud? ¿Para qué, si ahí no hay negocio? Traigamos porquerías sobrefacturadas, total ¿quien se va a enterar? Nadie gestionó nada.
Y apareció el pomposo “mecanismo Covax”, el sistema que acabaría con la desigualdad, que distribuiría las vacunas equitativamente, de la mano de los más grandes inútiles burócratas de la historia, las Naciones Unidas y sus paquitos de la OMS/OPS. Sobre esa manga de incapaces, se puso la responsabilidad de la vida de más de 7.000.000 de paraguayos. Le mandaron un poquito de los 500 palos verdes que había para Salud, y a dormir, esperando que el capitán siguiera atajando con escarbadientes y saliva, el sistema sanitario más choto del universo.
Y pasó lo que tenía que pasar, se fue todo a la mierda, el COVAX ES UN FRAUDE, UNA MENTIRA GIGANTE, nos chupó 7 millones de dólares y nos cuesta 50 a 60 muertos por día. Hubo que salir urgente y tarde, a GESTIONAR, a hacer lo que había que hacer en agosto, setiembre o en octubre del año pasado. Golpear puertas, pedir favores, gestionar. Las vacunas por donación o compra se GESTIONAN, no se sacan de los árboles. Y reitero, arrancamos tarde.
Esta demostración, con el tema Salud, de que no se puede gobernar así, don presidente Marito, es solo una muestra de lo que te va a seguir explotando en la cara, en Educación, Trabajo, Economía y demás, si seguís con peajeros y no traés más gestores. Si te seguís rodeando de Juanernestos, Rodolfos y Carlitas y escuchando a la imbécil desquiciada de la Gata Flora y su pandilla. Pará la pelota y dejate de joder.