Casi todos los seres humanos hemos nacido con la capacidad potencial de ser creativos.

Sin embargo, solo unos pocos se dan cuenta, lo que hace que muchas veces estas virtudes sean negadas o desperdiciadas.

Tendamos a pensar “fuera de la caja” como se suele decir, rompiendo los patrones de un pensamiento familiar y aportando nuevas ideas y posibilidades dentro de los ámbitos o segmentos de negocios en los que nos toque trabajar.

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Constituye sin duda una de las llaves primarias que nos pueden permitir como seres humanos a mejorar y fortalecer nuestra capacidad creativa.

Un buen directivo debe tener entre sus cualidades intrínsecas el poder ser lo suficientemente creativo y dúctil dentro de su organización.

¿Cuántas veces tu equipo de trabajo se “empantana” por el camino por no tener la suficiente capacidad creativa, o bien no está dispuesto a hacer el esfuerzo para ello?

Ser creativo consiste en poder encontrar nuevas y diferentes formas de solucionar un problema.

Esta pandemia sanitaria ha obligado a muchísima gente a poner manos a la obra a la capacidad innovativa y creativa.

Antes de ello, ¿cuántas empresas no apreciaban la importancia de tener un servicio de delivery para la venta de sus productos?

Y en estos últimos meses, sin embargo, se ha convertido casi en la “niña bonita” y la que de alguna u otra forma “ha salvado la plata” de muchas empresas, que de otra forma estarían prácticamente sin generar ninguna fuente de ingresos por ventas.

La vida nos da la oportunidad de poder reinventarnos día a día. ¿Quién hubiera pensado hasta hace algunos años que los productos no crediticios ofrecidos por las instituciones financieras a través de sus páginas web se convertirían en una fuente de negocios e ingresos tan importante como los crediticios que han sido por décadas los que han sostenido la estructura de estos negocios?

Vivimos en un mundo si bien globalizado, cada vez más “peleado” y competitivo en todos los órdenes.

Y aquel que no “para la pelota” y se pone a pensar junto con sus colaboradores qué es lo que sus empresas ofrecen hoy día a sus clientes vs la competencia, y qué otros tipos de productos o mejores alternativas de satisfacer las necesidades de los mismos puedan ofrecer de tal forma a que les permitan seguir manteniéndose al menos relativamente rentables y competitivos hasta que esta maldita pandemia sanitaria desaparezca y todo vuelva a la normalidad y podamos de nuevo encarrillar a nuestras organizaciones hacia metas y objetivos cuali/cuantitativos que nos puedan deparar satisfacciones a los esfuerzos realizados.

Se suele decir que las técnicas más creativas te llevan a desconectar tu consciente, tu mente y empiezan a usar una parte más profunda e intuitiva de tu cerebro. Es aquella en la que los seres humanos podemos acceder mientras dormimos o meditamos usando técnicas de pensamiento creativo.

En los diversos ámbitos de nuestra sociedad tenemos a mucha gente creativa y que permanentemente está pensando en cómo mejorar los ciclos de procesos, la calidad y presentación de los productos, su funcionalidad entre tantos otros atributos que puedan captar la atención y fidelidad de sus clientes a quienes se deben y en beneficio de los cuales deberíamos de dedicar esfuerzos por ser mejores y más creativos e innovativos.

No deberíamos de tener miedo a ser absurdo o bien salirnos de nuestros rígidos esquemas. Muchas veces pecamos de vivir muy estructurados y no nos percatamos de que el mundo ha cambiado radicalmente en todo sentido.

Ha llegado la hora de romper esquemas que hemos utilizado quizás con buenos resultados por años, pero que hoy día ya han quedado totalmente desfasados y obsoletos.

Y es allí donde debería de aflorar cada vez con mayor fuerza y convicción la capacidad creativa e innovativa. Así de simple.

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