• Por Matías Ordeix
  • Socio del Club de Ejecutivos

Vivimos bajo la misma frontera, compartimos la misma lengua y en nuestras venas corre sangre guaraní. Sin embargo, no somos uno, somos dos Paraguay. Somos antepuestos y nuestros intereses chocan entre sí. Un pueblo dividido donde la gran mayoría quiere hacer de esta fértil tierra un país productivo, próspero y justo… Y por otro lado, los que no ven más allá de sus intereses egoístas y mezquinos.

Afortunadamente la mayoría de la población de nuestro país lucha por crecer en forma honesta, con trabajo y sacrificio. Vemos que la educación es clave para nuestro desarrollo, invertimos en emprendimientos, pagamos impuestos, generamos oportunidades y la solidaridad rige nuestros principios. Esta es gran parte de la sociedad, somos los “paraguayos patriotas”. Queremos una Justicia honesta y la transparencia hace parte de nuestros valores.

Por otro lado están los otros paraguayos, de los cuales sentimos vergüenza, nos condenan a vivir en el atraso constante, en la indecencia de su actuar cotidiano. Estos individuos, que no son pocos, viven de la corrupción, del oscurantismo, del amaño en los litigios judiciales y controlan e infiltran toda la sociedad. Esta gente, “paraguayos antipatriotas”, carece de valores y sin principios gobierna desde la sombra.

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Los “paraguayos antipatriotas” tienen el control de la Justicia. El Poder Judicial es su casa, donde ellos ordenan qué juez es el que atiende tal y cual causa. Estos indecentes están notoriamente en el Parlamento, controlando gran parte de las decisiones que ahí se toman. Y finalmente, estos desvergonzados también tienen sus tentáculos en todo el Poder Ejecutivo, sin importar el jefe (ministro) de turno. La corrupción, como bien lo decía Daniel Mendonca, es descentralizada y sistémica. También el sector privado está parcialmente contaminado, con empresas y “seudoempresarios” que viven de la teta del Estado, amañando cuanta licitación pueden.

Pero esto es una incongruencia total, más arriba menciono que la gran mayoría somos “paraguayos patriotas”, por ende los antipatriotas son minoría, ¿y a pesar de ello controlan el país? Sí, efectivamente. Primeramente, porque el poder que ostentan, tanto económico como de tráfico de influencias, es altísimo. Y segundo, porque el paraguayo realmente no se manifiesta en contra. Muy rara vez hemos visto manifestaciones importantes en contra de la corrupción. Y si estas tienen algún efecto, como llevar alguien a la Justicia, será nuevamente benévola con el “amigo”.

También sigue siendo así porque en las elecciones seguimos eligiendo a los “delincuentes de siempre”, creo por culpa de nuestra gran falta de educación y comprensión de lo importante que es la democracia. Pero también sigue siendo así porque el empresariado decente, yo, vos y tus amigos no levantan realmente la voz cuando esto sucede. Es como que mientras al empresario le vaya bien, los problemas de la sociedad y los del país son ajenos. ¡Y no debe ser así! Debemos remangarnos, gritar, defender nuestra patria, sino no saldremos más del pozo.

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