Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
MBA
Ningún grupo puede existir sin la comunicación: la transferencia de significados entre sus miembros. Solo mediante ella de una persona a otra se pueden transmitir información e ideas.
Sin embargo, la comunicación es algo más que solo compartir significados. También se debe comprender. En un grupo donde un miembro habla solo alemán y los otros no conocen el idioma no se comprenderá plenamente a dicho individuo. Por tanto, la comunicación debe incluir la transferencia como la comprensión del significado.
Por muy buena que sea una idea, no servirá a menos que se transmita y pueda ser comprendida por otras personas. Si hubiera algo como una comunicación perfecta, esta existiría cuando una idea o pensamiento se transmite de tal forma que el cuadro mental que percibe el receptor es exactamente el mismo que el que tuvo el emisor. Aunque este es sencillo en teoría, en la práctica nunca se logra una comunicación perfecta por diversas razones.
Desempeña 4 funciones principales dentro de un grupo u organización, a saber: control, expresión emocional, información y retroalimentación.
La comunicación actúa para controlar el comportamiento de los miembros en varias formas. Las organizaciones tienen jerarquías de autoridad y lineamientos formales que requieren el cumplimiento por parte de los empleados. Por ejemplo, cuando se requiere que los mismos comuniquen a sus jefes inmediatos cualquier queja relacionada con el trabajo, que sigan la descripción de su puesto, o que cumplan con las políticas de la empresa, la comunicación está desempeñando una función de control. Pero la que tiene un carácter informal también controla el comportamiento. Cuando los grupos de trabajo gastan bromas o acosan a un miembro que produce demasiado (y hace que vea mal el resto del grupo) se están comunicando informalmente con el miembro y controlando su comportamiento.
La comunicación fomenta la motivación, aclara a los empleados lo que se debe hacer bien que lo están desarrollando y lo que se puede hacer para mejorar el desempeño si este se encuentra por debajo del promedio. La formación de metas específicas, la retroalimentación sobre el avance hacia los objetivos y metas y el reforzamiento del comportamiento deseado, todo esto estimula la motivación y requiere de la comunicación.
La última función que desarrolla la comunicación se relaciona con su papel de facilitar la toma de decisiones: proporciona la información que los individuos y grupos necesitan para tomar decisiones, al transmitir los datos para identificar y evaluar opciones alternativas.
La comunicación se puede considerar como un proceso o flujo. Los problemas que la misma podría generar ocurren cuando hay desviaciones o bloqueos en este flujo.
Antes que pueda tener lugar la comunicación se necesita un propósito, expresado como un mensaje a transmitir. Tiene lugar entre una fuente (el emisor) y un receptor. Se codifica el mensaje (convertido en símbolos) y se envía por algún medio (canal) al receptor, quien vuelve a traducir (decodificar) el mensaje iniciado por el emisor.
Mi éxito al comunicarme contigo depende de mis habilidades de escritor, los autores de libros de texto muchas veces carecen de las habilidades necesarias para escribir, sus mensajes no llegan a los estudiantes en la forma deseada. El éxito total en la comunicación personal incluye también las habilidades de hablar, leer, escuchar y razonar.
No podemos comunicar lo que no sabemos, y si nuestros conocimientos fueran demasiado extensos, es probable que nuestro receptor no comprenda nuestro mensaje.
El último eslabón en el proceso de comunicación es un ciclo de retroalimentación. Si una fuente de comunicación decodifica el mensaje que ha codificado, si el mensaje se pone de nuevo en el sistema tenemos la retroalimentación, que es la verificación del éxito que hemos tenido al transmitir nuestro mensaje como había sido nuestra intención original. Determina que se ha logrado su comprensión.