Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro

MBA

jzaratelazaro@gmail.com

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

El empresario es la clave del éxito o el fracaso de la empresa.

Las cualidades personales le permitirán erigirse en un auténtico líder que le dará la posibilidad de obtener la mayor eficacia y los mejores resultados de todos los que lo rodean.

Debe tener la suficiente capacidad para delegar, descentralizar y asignar responsabilidades a todos sus colaboradores y tener buena capacidad de comunicación que permita que las instrucciones y los mensajes lleguen con claridad a los distintos niveles de la estructura organizacional.

Debe contar con la suficiente capacidad para la toma de decisiones, habilidad y flexibilidad para sortear los problemas que se generen en el día a día.

Deberá ser optimista, ambicioso e independiente, con la suficiente autonomía para decidir el momento en que habrá que tomar decisiones.

Contar con el equilibrio emocional suficiente para poder trabajar óptimamente en condiciones difíciles o negativas es muy necesario.

El buen empresario se caracteriza por ser parte de su ADN la posesión de suficiente autodominio.

Un empresario moderno, actualizado y eficaz debe disponer de suficiente experiencia y conocimiento del sector y de los productos de la compañía, la formación suficiente y la inquietud para desarrollarse y perfeccionarse como directivo permanentemente. No debe encerrarse en la empresa, sino vivir fuera de ella.

Es preciso que conozca cuál y cómo es su mercado objetivo y qué espera de sus productos. Debe conocer muy bien las empresas de la competencia, sus productos y su participación dentro del mercado, orientando su organización a las necesidades del mismo en cuanto a producto, diseño, calidad, precio, publicidad, promoción, canales de distribución, ventas, servicio de posventa y las otras variables primarias que hacen al trabajo de marketing.

Estar pendiente del ciclo de vida del producto es clave, introduciendo innovaciones cuando sean necesarias, además de generar nuevos productos sustitutos en función a las necesidades del mercado.

Deberá conocer el nivel de endeudamiento que precisa la empresa y los montos máximos que lo puedan asumir en función a su posición económico-financiero-patrimonial.

La ductilidad para utilizar en forma eficiente y eficaz las nuevas tecnologías informáticas para diseñar y fabricar, así como para planificar y controlar la producción de su empresa.

En nuestro país tenemos empresarios capaces y emprendedores, pero también aquellos que “se encierran” en sus propias ideas y no están abiertos a actualizarse y mostrar la flexibilidad necesaria y buen manejo de su inteligencia emocional, en función al comportamiento del mercado y de la competencia.

La permanente innovación y creatividad en las organizaciones deben ser uno de los principales ingredientes, para poder mantenerse competitivos y rentables dentro de un mercado estrecho como el nuestro, pero cada vez más “peleado”.

Dejanos tu comentario