Ni una sola persona está presa por el escándalo de las compras fallidas en Salud con los insumos chinos que fueron denunciados en abril de este año. Los integrantes del clan Ferreira devolvieron una parte de la plata y pasarán una feliz Navidad en sus hogares. Los pocos funcionarios de Salud que fueron sometidos a un sumario, por el escándalo, apenas tuvieron una suspensión de 30 días sin goce de sueldo y hoy ya están trabajando como si nada.

El Salud no cambió nada, casi los mismos directores y altos funcionarios que hicieron el guiño a la millonaria compra dirigida y en plena pandemia están en sus cargos. Escándalos similares que se dieron en países de la región (Bolivia) le costó el cargo al ministro de Salud y encima fue a parar a la cárcel. En Paraguay no pasa nada, ni para los funcionarios ni para los empresarios.

En abril de este año, Salud hizo otros tres llamados para compras de medicamentos, no solo para covid-19, sino para otras patologías por valor de US$ 200 millones. Hoy 5 de diciembre, a 8 meses de esos llamados, estos procesos siguen en evaluación.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Hemos accedido a un documento interno del 4 de agosto pasado en el que se lee que la Dirección de Planificación y Uso Racional de Medicamentos remite un memorándum a las autoridades superiores y solicitan “adquisición por urgencia impostergable de medicamentos para enfermedades crónicas y otros de alta rotación para el Ministerio de Salud”. En el escrito argumentaron “stock crítico” de medicamentos y adjuntaron una larga lista de medicamentos requeridos. El llamado es por un valor de G. 92 mil millones.

El martes pasado, la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas dio a conocer una resolución por la que suspende el llamado de compra directa alegando una serie de irregularidades, entre ellas, que los medicamentos solicitados en este proceso son los mismos que figuran en los tres llamados pendientes desde abril. Además, los plazos para la entrega de los medicamentos son de imposible cumplimiento según los proveedores por lo que reclamaron y la respuesta fue “adécuense a lo que dice el pliego”.

Acá surgen dos cosas: o nuevamente el llamado está dirigido para el proveedor que ya dispone lo solicitado o no les importa un comino todo. El viernes, en su habitual conferencia de prensa, el ministro Julio Mazzoleni dijo que hicieron el descargo correspondiente y el proceso de compra directa sigue su curso. No sabemos si subsanaron los cuestionamientos.

En agosto pasado los directores ya advirtieron del “stock crítico”. Estamos en diciembre y todavía no compraron nada. En el caso del clan Ferreira y las compras de insumos chinos se demostró que en 5 días pueden liquidar una compra millonaria, es decir, se puede, sólo que lo hicieron en forma dirigida. ¿Por qué no hacen un llamado en forma? Supongo que no lo hacen porque las pretensiones de que ganen los empresarios amigos y que dejan un mayor “porcentaje” para la corona es lo que más predomina por encima del interés de la gente. ¿Por qué lo siguen haciendo? Porque en este país nadie se va preso, esquivan la justicia y se arregla entre amigos. Así de sencillo.

Mientras la impunidad siga gozando de buena salud, nuestros hospitales seguirán desabastecidos. “Tocamos fondo”, dice el doctor Lilio Irala del Sindicato Nacional de Médicos. Obvio, si en 8 meses no pueden definir tres licitaciones y ahora están forzando una compra directa. Faltan insumos, medicamentos, descartables, catéteres, reactivos, etc. En el Ineram, el hospital cabecera contra el covid-19, no tienen sedantes.

Los números de contagios y fallecidos por covid aumentan, los hospitales saturados, Salud sigue sin pagar su deuda de US$ 247 millones a sus proveedores habituales, no cerramos una licitación en forma, la clase política ausente. Los colorados cicatrizando heridas y los opositores barajando candidatos para el 2023. Estamos fritos. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.

Déjanos tus comentarios en Voiz