Por Eduardo “Pipó” Dios
Columnista
En el fútbol se habla de “pisar la pelota” cuando el jugador tiene que parar para ordenar el juego y, generalmente, es el capitán del cuadro el que lo hace.
Acá no sabemos quién es el capitán del cuadro, pero que alguien tiene que pisar la pelota y poner un poco de orden en el partido es seguro.
Se necesita acordar sobre puntos clave y establecer pactos y reglas claras. Si no se puede con todos, al menos con la mayoría suficiente para tener la fuerza para aplicar esa hoja de ruta consensuada.
Es prioritario fijar un rumbo económico claro, un presupuesto realista, una definición en temas claves como salud y educación. Así como hace años atrás se logró, al menos parcialmente, blindar las políticas de Hacienda, el Banco Central y la Subsecretaría de Estado de Tributación, lo que nos permite, hasta hoy, tener un panorama al menos de estabilidad macro.
Es hora de que se entienda que el periodo de la “piñata de Marito”, que se dedicó a repartir espacios de poder a sus socios políticos y económicos que le permitieron llegar al cargo, ha terminado.
Es responsabilidad de la ANR y algunos sectores de oposición, con un mínimo de conciencia de la situación, que antepongan el país, aunque sea un rato a sus propios intereses, dejando de lado a los conspiradores, golpistas y pescadores de río revuelto, que se preparan solamente para asaltar el poder, si es posible ahora o en el 2023, no importa cómo lleguen y en el estado que lo tomen.
Deben sentarse a buscar un pacto de gobernabilidad, no para “terminar como sea” el período de Mario Abdo, sino que terminarlo lo mejor posible. La gran mayoría de los habitantes de esta República necesitamos que al Gobierno y, por ende, al país le vayan bien. Esos rateros que lo impiden están identificados y deben ser radicados, señalados y luego expulsados democráticamente con votos y, de ser necesario, con la justicia.