POR MARCELO PEDROZA

COACH

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Conocida como jazmín mango crece con esplendor, su aroma enriquece el ambiente y su presencia aporta a la diversidad en la que habita, sabe que su tiempo es este y con su florecer llega la belleza, la que se ha manifestado en el momento apropiado y lo ha hecho con paciencia y en silencio. Y ahí está, entre el blanco, el amarillo y el fucsia como detonadores de pureza ante los ojos que la ven.

Mientras su estampa profundiza la sensibilidad de quienes se acercan a contemplar la simpleza con que vive, en el espacio hay otras notables compañías, sus nombres pueden ser los que quieran idear, hay abundantes, lo que facilita dejar a criterio de la imaginación las identidades que poseen, lo relevante es que conviven con respeto y en paz. Es una lección más de la naturaleza, es admirable lo que transmiten, se acompañan a su manera y es evidente que viven bien.

En una obra ejemplar, titulada “Las cinco mentes del futuro”, el profesor Howard Gardner identifica a la mente respetuosa, en su análisis expresa: “La percepción y el descubrimiento de las diferencias es el material en bruto: forma parte de la cognición humana, resulta útil en muchos sentidos, pero en todo caso es imposible de contener. En cambio, el modo en que esas diferencias se etiquetan e interpretan es un fenómeno cultural”.

El modo asombro existe y parece que las plantas lo saben vivir. En el misterio que las une hay un respeto eterno a los orígenes, a la propia esencia de la Tierra que les brinda su contención y las cobija con su profunda energía. Hay una manifiesta aceptación de los dones que cada una lleva consigo, hay un acuerdo esbozado en el idioma que solo ellas pueden entender, es contundente el valor de cada una y su correspondiente firmeza natural, esa que en su espacio destila respeto por el sentido que una y otras poseen.

“Más que ignorar las diferencias o dejar que estas enardezcan los ánimos, prefiero invitar a los seres humanos a que acepten las diferencias, a que aprendan a vivir con ellas y valoren a quienes forman parte de otros grupos”, escribe Howard Gardner. Sus palabras invitan a tomar dimensión de lo que representa el ser respetuoso y activan el despliegue de la conciencia social, la que indudablemente demuestran tener y disfrutar en el reino vegetal.

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