Por Felipe Goroso S.
Columnista.
Twitter: @FelipeGoroso
Desde hace siglos, diversas ciencias -especialmente la sociología- estudian al miedo como indubitable elemento de los seres humanos a la hora de tomar decisiones. El miedo logra una de las principales aspiraciones que se tienen en la política: movilizar. El miedo es de los sentimientos que (para bien o para mal) más nos moviliza. Habiendo quedado claro esto, debemos agregar un elemento fundamental a la hora de analizar al miedo en este tiempo: estamos en momentos donde las temporalidades son cada vez más breves y el miedo no es la excepción. Dicho en sencillo, el proceso por el cual se tiene miedo a algo es cada vez más rápido.
Con la pandemia del coronavirus, una infinidad de gobiernos han optado por el “factor miedo” como denominador común a la hora de generar ejes discursivos para sus respectivas narrativas y las consecuentes líneas discursivas. El Gobierno paraguayo no fue la excepción, han recurrido al miedo como prácticamente único elemento con el cual fueron intentando construir cierta confiabilidad, una confiabilidad que era posible al inicio de esta ya muy extensa procesión, allá por marzo. Hoy las cosas son muy distintas y las venimos marcando, desde este y otros espacios desde hace rato, que el mensaje se había agotado, ¿recuerdan?
Y cuando uno recurre tanto a un recurso lo termina gastando, al punto de que ya nadie lo tiene entre sus valoraciones prioritarias, eso pasó con el miedo en Paraguay: lo usaron tanto que la gente le perdió el miedo al covid y salió a la calle. Algunos sin motivos y a otros tantos le sobraban motivos para salir.
Es por todos estos elementos (y seguro habrá otros que no están contemplados) que aporto, que creo que es absolutamente prioritario para quienes manejan la estrategia comunicacional, pasar del miedo a la esperanza. Y algunos me dirán que es una locura plantear esta transición justo en este momento en que los casos de covid positivos e incluso los fallecidos se suman día a día, justo ahora en que estamos en la peor situación. Bueno, la respuesta tal vez les sorprenderá: justamente por eso. Este es el tiempo en el que debemos recurrir a la esperanza como elemento movilizador.
Esperanza es lo que necesitamos ahora, una versión optimista del cuadro situacional. Todo lo pesimista ya fue suficientemente expuesto, y seguro lo seguirá siendo. No se pretende acallar voces discordantes, pero de que la narrativa debe mutar hacia la esperanza, eso es seguro. Ir para adelante, con tapabocas, lavado de manos y haciendo de la distancia de dos metros una cuestión de Estado. Pero ir para adelante.
Después de todo; la política, esa mala palabra que empieza con p y termina con a, gira (también) en torno a la esperanza. Sobre el miedo no hay mucho más que decir que ya no se haya dicho.
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El miedo en el cerebro
- POR EL DR. MIGUEL ÁNGEL VELÁZQUEZ
- Dr. Mime
¿Me creerían si les digo que el miedo es fundamental en nuestras vidas? ¿Que sin miedo no habríamos llegado en la evolución hasta donde estamos hoy en día? Podría sonar paradójico, pero sin miedo no seríamos absolutamente nada de lo que somos hoy en día como raza evolucionada. Es una de las emociones que más interés ha suscitado en la comunidad científica. Se considera que es la más primitiva y consustancial al reino animal.
Desde un punto de vista evolutivo, su origen se basa en la preservación de la supervivencia y la protección a través de la anticipación de situaciones de peligro. Lo interesante es que, además, como todas las emociones, el miedo se experimenta a nivel psicológico, neurofisiológico, conductual y cognitivo, aunque nos vamos a centrar en la parte neurofisiológica para comprender cómo funciona ese “software humano” que traemos incorporado de serie. En una investigación reciente se ha demostrado científicamente que la formación de la memoria del miedo asociada a una situación o contexto implica el fortalecimiento de las conexiones entre el hipocampo y la amígdala. Es decir, el área relacionada con la memoria y el núcleo o “torre de control” de las emociones. Esta es una de las bases que fundamenta la ansiedad generada por los Trastornos de Estrés
Postraumáticos o el miedo “irracional” que pueden vivir las personas de cualquier edad, después de situaciones estresantes que no han podido gestionar.
Pero, ¿qué pasa en nuestro cerebro cuando hay una situación de alarma? ¿Reaccionamos igual ante cualquier situación de miedo? Existen dos vías por las que el cerebro recibe la información de alerta del exterior, una es la vía cortical y otra la subcortical. La vía cortical es más lenta porque tiene que hacer un recorrido mayor. La información llega por los sentidos, pasa por el tálamo, el hipocampo (donde se gestionan los recuerdos), de ahí pasa a la amígdala (que le da contenido emocional a esos recursos), luego al hipocampo (el que pasa al cuerpo la información de las emociones), vuelve al tálamo, de ahí a la corteza cingulada (que decide qué es relevante o prioritario) y finalmente a la corteza (donde ya hay consciencia).
Este recorrido dura unos 400 milisegundos y es la vía “normal” cuando lo que ocurre nuestro cerebro no lo interpreta como una amenaza extrema. Por lo que la persona, sea menor y/o adulta, debe salir de ese “susto” o situación de estrés con sus propios recursos emocionales. Pero hay otra vía, la subcortical, que es la que se activa en situaciones de SOS en el que la información entra por algún sentido, pasa al tálamo, de este al hipocampo y cuando llega a la amígdala, esta interpreta que la situación está alarmante, que hiperreacciona y toda la información pasa directamente a la corteza frontal. Todo ello en cuestión de 70 milisegundos. A esta reacción tan rápida se le llama “secuestro amigdalino” y supone un periodo refractario o de “inacción” en el que la amígdala le va a pedir al hipocampo recuerdos que le confirmen el miedo y bloquea el tálamo, por lo que es muy difícil la capacidad de razonar, no hay ecuanimidad en ese momento.
Un paso más en la complejidad del circuito del miedo y el secuestro emocional es que, como les conté al inicio, la amígdala y el hipocampo (zona de la memoria) están siempre en comunicación, de forma que puede que haya situaciones en las que no veamos una amenaza aparente, pero la persona, tenga la edad que tenga, reaccione como si fuera una amenaza extrema y surja el secuestro. Por ejemplo: gritamos a una persona de forma reactiva porque dijo o hizo algo que nos conecta, de forma consciente o no, con algo muy doloroso o traumático.
Nos quedamos en blanco en un examen y no somos capaces de recuperar la información o razonar. Nos quedamos bloqueados en una conferencia y pensamos que nos vamos a desmayar. Y otro sinfín de situaciones que atienden a expresiones populares como: “Nunca tomes una decisión cuando estés enojado, nunca hagas una promesa cuando estés feliz (Anónimo)”. “Contra la ira, dilación” (Séneca). “Cuando estés molesto cuenta hasta diez antes de hablar. Si estas muy molesto, cuenta hasta cien”.
Precisamente porque la persona está absolutamente “secuestrada”, sus recursos mentales, físicos y emocionales van a estar “al mínimo”. Esto quiere decir que va a necesitar ayuda para que poco a poco vaya recuperando la calma y entender lo que ha pasado. Pero esto solo ocurre si la persona que acompaña es capaz de transmitir seguridad. Puede ocurrir, y de hecho ocurre, que estemos intentando calmar a alguien y que por el hecho de que nosotros mismos estemos muy alterados, angustiados o desconectados de los que ocurre, la persona no sea capaz de sentirnos como un medio para ir poco a poco encontrando la calma. De hecho, si esto en personas adultas es difícil, imaginémonos en niños y niñas o adolescentes cuyo cerebro se está desarrollando, no tienen todavía recursos emocionales o experiencias de vida que les ayude a calmarse. La situación puede ser extrema e incluso traumatizante.
El miedo es complejo pero necesario. El manejo del miedo como emoción es una verdadera llave al éxito. “Aprender a gestionar tus miedos” es más que un cliché, es un verdadero consejo DE LA CABEZA. Nos leemos en una semana.
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El barrio de Esperanza Gill
Este domingo, Toni Roberto hace un homenaje a Esperanza Gill con motivo de su gran muestra retrospectiva que contiene su producción artística desde 1962, que se encuentra expuesta en el Centro Cultural El Cabildo hasta el mes de abril.
- Por Toni Roberto
- tonirobertogodoy@gmail.com
Son las 12 del mediodía. La ciudad es un fuego y arde. El pronóstico del tiempo se repite de medio en medio y el Cabildo toma el color de los paisajes urbanos de Esperanza Gill. Empezar a recorrer el espacio de la planta baja lleno de duendes del pasado y en silencio me hace imaginar caminar de la mano de la autora de esta enorme retrospectiva, desde su paso por los talleres del español Francisco Torné Gabaldá, las experiencias pictóricas con la legendaria Cira Moscarda en su viejo taller al costado del parque Carlos Antonio López allá al inicio de los años sesenta, recuerdos de los vernissage de antes, del viejo Centro de Estudios Brasileños hasta nuestras caminatas por la ciudad para ubicar algún punto histórico de Asunción.
Esta muestra me rememora muchos detalles de aquellos recorridos urbanos a los que algunas veces nos acompañó el inevitable Cheo Velázquez. Uno de los más recordados es el trayecto desde la antigua Villa Heyn, hoy Scavone, hasta la esquina de Bestard y España, buscando “el punto exacto” donde decían había nacido el mariscal López, en una zona denominada Carrillo Cue, según los planos de Federico De Gásperi y de lo que hasta hoy recuerda la vecina de Manorá Ati Troche como “la zona de la caballeriza” hasta finales de los años 70, en los que fueran los dominios de su padre Julio César Troche Figueredo.
Recorrer cada una de esas viejas pinturas bañadas de sol me llevan indefectiblemente hasta “Testimonios de la Asunción”, aquel libro con prólogo de mi recordada profesora Idalia Flores de Zarza. Es además caminar por la ciudad desde los recuerdos de su padre Juan Bautista Gill; los caminos reales, la Asunción colonial, la bahía, riachos y lagunas que aún resuenan en algún rincón de la ciudad debajo de asfaltos o empedrados en nombre del despiadado pero a veces necesario “progreso”.
UN RECORRIDO POR EL PASADO
Sigue el recorrido y de las enormes pinturas en ocre continúan saliendo recuerdos y personajes, tardes de café con la autora y motivadora de este domingo, una iluminada y congelada esquina, o tal vez la cúpula de la Encarnación vista desde la terraza del fondo de su casa “estilo barco”, como le llaman algunos, ahí en la calle O’Leary casi Estrella, que sigue incólume conviviendo con “setentosos” rascacielos y recordando las tardes de Esperanza yendo a la parroquia de La Encarnación con sus tías.
Ida de los Ríos me decía hace unos años: “Cuando estudiábamos arquitectura en los años 60, en ningún momento escuchamos la palabra patrimonio”. Pensando en ello, Esperanza Gill desde principios de aquella década reivindicaba la ciudad, sus calles y las casonas. En este camino no puedo dejar de mencionar al crítico de arte y “asuncenólogo” Manolo Prieto, quien durante años desde sus páginas de la contratapa del viejo Correo Semanal decía refiriéndose a nuestra homenajeada: “Esa tarea de inapreciable validez documental la desarrolla con un estilo muy propio, determinando su personalidad en una visión nostálgica, acentuada por su predilección en el uso de los colores neutros, tanto en el óleo como en la acuarela”.
Yo hoy después de tantas décadas y al mirar esta muestra agrego a las palabras de Prieto su trabajo en cerámica, sus grabados, sus dibujos y hasta los vestidos pintados que contienen esta muestra.
Han pasado más de sesenta años de la primera muestra colectiva de Esperanza, lo cual me emocionó al ver la invitación que le hacía a su padre en mayo de 1962 realizada en aquella época, en la novel galería del Hotel Guaraní y un poco menos tiempo de su primera muestra individual inaugurada el 2 de junio de 1976, además de innumerables exposiciones en galerías y centros culturales, muchos de ellos ya desaparecidos, pero Esperanza Gill ha permanecido fiel a su manera de pintar, más allá de los dictados de círculos áulicos del exterior y del interior también. Decidida a mantener la autenticidad que la caracterizó siempre.
Hoy Esperanza está con nosotros de manera distinta. Con el paso de las décadas pude entender no solo su decidida manera de ser honesta con su obra, sino también con sus recuerdos de “cerros, arroyos, lagos y ríos”, como diría parte de una música con letra de Ortiz Mayans. Esperanza logró hacerle emocionar a este frío corazón con su ciudad ocre.
En su nombre dejo este domingo mi riguroso blanco y negro, y los convierto en ese color de sus siestas del sol del Paraguay, que sumó amor a mi ciudad natal junto a otros referentes de aquellas épocas como Hermann Guggiari, cuyo centenario de nacimiento se cumple justo ahora; Núñez Soler, el propio Torné, Pedro Di Lascio o Jacinto Rivero, de una ciudad que ya está solo en los recuerdos, en el color de sus obras y en algún arroyo que sigue sonando al llegar el silencio de la noche.
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La esperanza fluye en el Chaco con el reingreso de aguas del Pilcomayo
- Por Macarena Duarte
- macarena.duarte@nacionmedia.com
Cientos de comunidades del Chaco de los departamentos de Boquerón y parte de Presidente Hayes iniciaron este año con una noticia que revitalizaría sus expectativas: las aguas provenientes de la cuenca del río Pilcomayo, en territorio boliviano, reingresaron a Paraguay. Darío Medina, exgobernador de Boquerón y actual director de la Comisión Nacional del Río Pilcomayo, expresó para La Nación/Nación Media que con este hecho también comienza a fluir las esperanzas en el Chaco paraguayo.
“En este momento, desde la punta del río Pilcomayo, el caudal llega hasta General Díaz. Suficiente volumen de agua baña ahora a varias comunidades, empezando por Mistolar, La Pava, El Solitario, Margariño, Línea 32 y La Chaqueña; tanto las comunidades de pueblos originarios como las no indígenas están recibiendo una bocanada de optimismo con el líquido vital que se distribuye en los esterales y paleocauces”, explicó Medina.
El director de la Comisión recordó que la zona del Chaco ha sido víctima de la sequía por casi cuatro años, pues si bien el caudal del río Pilcomayo había reingresado en 2022, no se logró mantener el flujo de agua. Esto sin mencionar la falta de lluvias en las cuencas altas, de las cuales depende en su mayoría el nivel del río; a dichos factores se suma también la falta de limpieza en los canales, que impidieron en su gran mayoría el paso normal de las aguas en nuestro territorio.
Puntualizó que los trabajos continuarán, manteniendo limpios los canales y con la verificación y contención constante de la Comisión del Río Pilcomayo. “Es importante mencionar lo que esto significa para cientos de comunidades, así como para los productores y la propia biodiversidad de la zona. En conversaciones con los productores de General Díaz, me expresaron la ilusión con la que se encuentran, luego de haber sufrido largos e intensos periodos de sequía”, refirió.
TRABAJOS PREVIOS
Medina explicó que desde setiembre de 2023, cuando asumió el nuevo consejo, se tenía claro el objetivo de concretar los procesos para que el río vuelva a circular por el territorio nacional. Esto implicaba proceder a los trabajos de limpieza y reordenamiento de cada uno de los sitios que impedían el flujo habitual del agua.
Para ello, se hizo un llamando a licitación, pero las firmas adjudicadas no podían proceder con los trabajos por la falta de pago de deudas por parte del gobierno anterior con las constructoras. “Pudimos efectuar ciertos avances tras un previo acuerdo con las empresas contratistas y, luego del pago a las empresas en la actual administración, se pudo materializar este proyecto, que constituía una deuda pendiente”, indicó el director de la Comisión.
MANTENIMIENTOS
Medina manifestó que para continuar con el flujo sostenido del cauce del río Pilcomayo, aparte de preparar el canal con limpiezas, profundizaciones y ampliaciones del canal, hay trabajos en los que se debe mantener el caudal, teniendo en cuenta que las aguas del río corren con mucho sedimento, sin mencionar la materia vegetal.
“El trabajo también continúa por parte de las empresas adjudicadas en conjunto con la Comisión de Pilcomayo, en el cual destacamos el apoyo de otras instituciones claves como el Ministerio del Ambiente, la Secretaría de Emergencia Nacional, el Ministerio de Defensa Nacional, el Ministerio de Relaciones Exteriores, aparte de las gobernaciones y los municipios”, resaltó Medina, hablando de los trabajos interinstitucionales desarrollados.
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“Me llena de esperanza la voluntad política de este Gobierno”, afirma Rubén Rubin
El diputado Rubén Rubin expresó sus felicitaciones por la forma en que se ejecutó el operativo Veneratio en el Penal de Tacumbú, resalando que a estas horas se puede considerar que fue todo un éxito, por el bajo número de pérdida humanas.
A su parecer, por las circunstancias en las que se dio no se puede considerar como poca cosa, ya que la situación fue muy complicada, el hallazgo de armamentos, explosivos pudo haber tenido otro final donde se estaría lamentando una gran tragedia. El parlamentario, quien mantuvo una entrevista con la radio 1020 Am, indicó que sin lugar a dudas, esta fue una de las primeras batallas ganadas por el Estado, de una guerra que todavía llevará su tiempo.
“El Gobierno ejecutó un operativo realmente espectacular, y de todas las formas que podía haber salido la operación resultó bastante bien, porque podríamos estar hablando de una gran tragedia este lunes por la tarde, pero no es así, porque se ejecutó el operativo de manera ejemplar. Este día en verdad me llena de esperanza porque se muestra el potencial que tiene la voluntad política que se tiene, de retomar el poder en una cárcel”, mencionó.
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El legislador señaló que si bien, él es una persona joven, no recuerda cuándo fue la última vez que el Estado tenía verdadero control en el Penal de Tacumbú, ya que la cárcel desde hace mucho tiempo era administrada por el clan Rotela y otros grupos criminales.
“Como dije, me llena de esperanza la voluntad política de este Gobierno; y por otro lado, es destacable las fuerzas públicas que se tiene, porque con todas las noticas negativas que siempre salen, y los casos de corrupción parecía que nuestras fuerzas públicas no tienen la fuerza o la altura y hoy demostraron que sí la tienen. Sin dudas, esta es apenas una batalla ganada, aún quedan muchas, porque la guerra va ser larga”, acotó.
Según el diputado, ahora se inicia una dura batalla y el gran desafío para el Gobierno será mantener incomunicados a los miembros del clan Rotela, porque es conocido que las cárceles de máxima seguridad aún no están listas. Indicó que la persona que es considerada líder de este grupo criminal es una persona muy hábil, por lo que el gran desafío será de mantenerla incomunicada.
Firmó interpelación “por ansioso”
En otro momento de la entrevista, Rubin señaló que tuvo oportunidad de recorrer las cárceles que están en construcción, y que serán de máxima seguridad pero no están terminadas. Así como tuvo oportunidad de conversar con el ministro de Justicia Ángel Barchini, en varias ocasiones. En ese contexto, reconoció que fue uno de los diputados que firmó su interpelación porque estaba muy ansioso por ver resultados, porque sabía y veía que “Tacumbú era una pelota tatá explosiva”.
“Desde afuera, también cometí el error como muchos paraguayos, incluso desde la prensa, incluso como muchos diputados y senadores, me adelanté y prejuzgué al ministro de Justicia, porque yo sentía que no se estaba moviendo al ritmo adecuado. Por eso, firmé el pedido de interpelación semanas atrás y se rechazó, pero él igual vino al Congreso y realmente estuvimos en constante comunicación con el ministro que siempre dio la cara pero aún así, me sorprendió el operativo. No pensé que harían antes de fin de año”, reconoció.