Por Jorge Torres Romero.
Periodista
De esos centenares de mensajes que recibimos en las redes no todo es basura, algunos de ellos valen porque nos dicen algo o nos identificamos con ellos: “Se pensó que los pobres saldrían a asaltar y robar supermercados por hambre, pero han sido los políticos y los burócratas los que han salido a robarse el dinero del hambre de los pobres”. Tremenda y oportuna frase que resume lo que vivimos en esta pandemia.
José Carlos Talavera, director de Territorio Chopp hizo en redes un relato que describe a cabalidad lo que están viviendo miles de paraguayos emprendedores, formales, que quieren hacer bien las cosas y que hoy están desesperados intentando sobrevivir. A continuación el testimonio: “Para que puedan realmente entender lo que estamos viviendo, abro este hilo “Gastronomía en Paraguay en tiempos de covid”. Se siente como surfear un tsunami directo hacia una muralla de concreto.
Territorio Chopp abrió sus puertas hace 5 años, con un crédito de 25 millones siendo básicamente un copetín, en el querido barrio San Pablo, donde no volaba una mosca en cuanto a bares se refiere.
Terri fue creciendo con sus propias ganancias y algún que otro crédito. Con toda humildad lo digo... fuimos pioneros. El primer bar con 100 canillas de chopp, más de 40 variedades de cervezas tiradas de barril, cuando no existía ese mercado y casi no se producía chopp.
Fue todavía más difícil cuando optamos por un modelo operativo ecológico y dejamos de lado las botellas, latas, el plástico y casi toda la basura que pudimos. Así pasamos de ser un pequeño negocio hasta convertirnos en una empresa hecha y derecha.
Decidimos apostar por el camino de la formalidad, cumplir con todos los impuestos y exigencias al pie de la letra, o sea darle al Estado una tremenda tajada de la facturación, pero consideramos que es lo correcto si queremos apostar por un país mejor el día de mañana. ¿A qué me refiero? Todos nuestros colaboradores inscriptos en el Ministerio de Trabajo, con IPS, cobran horas extras, cobran el doble si laburan un feriado, bonificación familiar, aparte cenan gratis.
Facturamos el 100% de toda nuestra venta, pagamos IVA, algo que muchos locales no hacen. Pagás tu entrada y no te dan nada, consumís y ninguna factura, en fin no es el punto, pero sigo. Habilitamos nuestras cocinas en el INAN y trabajamos con una regente, quien garantiza y firma que todos los alimentos que nuestros clientes llevan a la boca están bien manipulados, limpios y no te van a enfermar.
La motivación de expandir el modelo de eco-bar, más trabajo digno y formal (IPS, respetando el salario, horas extras, beneficios, etc). Abrimos una sucursal en un lugar donde no volaba una mosca y nos dijeron “están locos”, nació Territorio Chopp-San Lorenzo. ¡EXPLOTÓ!
Así a menos de un año de la apertura de nuestra sucursal, con la idea de recuperar la inversión en unos 4 años, de repente todos (los formales que respetamos) tuvimos que cerrar nuestro negocio de la nada.
¿Principal problema? Facturación: 0. Los compromisos siguen ahí: Préstamos bancarios, deudas con proveedores, alquiler, IPS, cuotas de equipos, Ande, Essap, internet y telefonía.
Con la presión de tener un staff de 70 personas dependiendo de nuestra empresa, déjenme decirles que la manera en que se manejó toda esta situación fue una trompada y una decepción para los que buscamos hacer bien la cosas, excepto las medidas sanitarias.
En este país es más conveniente ser informal y pagar coimas que cumplir con tus obligaciones. Estamos cansados de eso. Cansados de los badulaques que buscan hacerse ricos a costillas de ese mismo dinero que decidimos pagar en concepto de impuestos y no guardarlo en nuestros bolsillos coimeando a un par de sinvergüenzas, que créanme, es muy fácil de hacerlo.
¿Qué se creen para sobrefacturar? Traer cualquier cagada en un avión vacío, tener millones en beneficios, no sé cuántos aguinaldos, planilleros, seguir cobrando el 100% de sus salarios como funcionarios públicos, algunos sin trabajar por el toque de queda de la cuarentena. Es insostenible, aún así déjenme decirles que el que lucha nunca está muerto, ahí está poco a poco ganando notoriedad nuestro delivery, que está lejos de ser perfecto, pero hacemos lo mejor que podemos.
No podremos aguantar mucho más, pero dimos todo de nosotros y con mucho orgullo a pesar de la desesperación, nunca siquiera consideramos hacer cosas torcidas, tengo unos socios impecables. Me queda agradecer a los que nos apoyan siempre. ¡Fuerza Paraguay!”, concluye José Carlos. No tengo nada más que agregar. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.