- Por el Abog. Eduardo Ariel González Báez
Reconocer que el Paraguay es un país independiente y soberano es algo que a esta altura no se puede entrar a discutir, tanta sangre, tantas vidas ya han corrido para que ello ocurra y así sigamos hasta nuestros días, que mínimamente cuando sentimos que eso puede ser avasallado en cualquiera de sus formas, requiere que analicemos con atención y la seriedad de lo que está ocurriendo, y no dejarnos llevar por el simple internismo nuestro donde cada uno tiene sus posiciones.
Lo político y hasta intereses económicos también pueden estar afectando lo jurídico, y hago relación al pedido del Ministerio Público y del juez federal del Estado de Río de Janeiro en la intención de procesar al ex presidente de la República don Horacio Cartes, basado en lo que nunca se negó como una relación de amistad y no más que eso, y debemos entender que dentro del sistema occidental tenemos principios constitucionales, procesales, penales, que determinan que la responsabilidad es personal, más aun en cuestiones criminales.
No se puede desconocer que ser una persona influyente política y económicamente a pesar de haber dejado el poder tiene también sus bemoles, más aun cuando hace poco se impidió que el imperio se saliera con la suya en la negociación que por ahora era solo el aumento del precio de la energía a ser comprada por la Ande, y que la Eletrobras había exigido que así sea, pero que finalmente concluyó que nuestro país por todo lo ocurrido, que es de público conocimiento, solicitara que se volviera a fojas cero y lo firmado en principio quede anulado, sumado que de no ser así las consecuencias se venían complicadas para ambos máximos exponentes del Ejecutivo en Paraguay y en Brasil.
Siempre manifesté cierta admiración por la Justicia brasileña, en especial me causaba hasta envidia la forma en que ellos habían determinado por medio de las distintas órdenes de abogados con los tribunales estaduales el mecanismo por examen de estos órganos en conjunto para permitir el ejercicio de la profesión, así como también cómo ambos organismos ejercían el control para el sistema de selección de magistrados, y la realización de la carrera judicial.
Pero actualmente también puedo observar cómo ese sistema puede sufrir grietas como el caso de la famosa novela del gran escritor John Grisham, autor de varias novelas jurídicas, pero me refiero en especial a la que denominó “El Jurado”, cómo de una manera un particular podría influir dentro del sistema de justicia quizás más perfecto del mundo como el norteamericano con un proceso por jurados, y como estos armaron e incluyeron por medios legales un infiltrado dentro del jurado que iba a juzgar un proceso civil de millones de dólares, y que el precedente iba a ser nefasto para una compañías empresariales importantes.
Se dice que “la realidad siempre supera a la ficción” eso pensando en Julio Verne, pero cómo no imaginarnos lo herido que habría quedado el presidente Jair Bolsonaro, por no haber logrado el primer toque de temperatura para las futuras negociaciones de lo que se viene con Itaipú, incluso la vinculación de su entorno familiar, por otras cuestiones también raras que finalmente fueron descubiertas que le valió varias sesiones en el congreso de su país por esos tufillos raros en las supuestas negociaciones de venta de energía.
De la lectura de la resolución de enjuiciamiento del presidente Cartes y otras personas entre ellos otros paraguayos, dictada por el juez federal Marcelo Bretas, parece remontarnos hasta hace poco la conocida Comisión Bicameral Messer donde era una serie de idas y vueltas, pero sin mención alguna al objetivo que tenía quien fungía de presidente de dicha comisión. Con el correr de los días tenemos que ni tan siquiera la Policía Federal, cuyos agentes eran quienes habían realizado la investigación, solo solicitaron al Ministerio Público en un inicio la colaboración de Horacio Cartes, y en el informe final del 18 de noviembre, ya lo excluyen por ser muy endebles las supuestas pruebas y su participación en lo que se encuentran investigando.
Se suma a esto que leí hasta sorprendido que Abc Color, por ser conocida su línea editorial, del día domingo 24 de noviembre el doctor Theodore Stimson, mencionara que “Renegociación de Itaipú: Brasil ha comenzado a tomar ‘prisioneros’”, pues el objetivo es realmente afectar a los dos grandes líderes del Partido Colorado, me refiero a afectar a Horacio Cartes con el caso de Messer, y a Mario Abdo incluso intentando vincular a un hombre de su más alta confianza, y también aprovechándose de su actual posición muy desmejorada tras el intento de juicio político. El Brasil ya nos midió, pues saben que como correctamente lo dice Stimnson al tomar prisioneros a los líderes del Partido Colorado de una u otra manera les será más fácil la negociación para el Brasil buscando satisfacer de mayor manera sus intereses imperiales y no los de su otro socio.
El imperio ve un enemigo en el Partido Colorado, pues dentro de él es donde se maneja realmente la política paraguaya, los partidos de oposición siguen también con sus internas que son marcadas pero no influyen en la política nacional, el derrotero lo marca el Partido Colorado.
Sugiero abrir los ojos, entiendo que internamente siempre tengamos nuestras diferencias, pero lo que debemos es proteger nuestra soberanía, y el respeto a la jurisdicción territorial también forma parte de ello, y en segundo lugar, sepamos que atrás de todo lo ocurrido en cuanto a la relación con el Brasil, hay algo superior para ellos y para nosotros, no olvidemos que en el año 1973 firmábamos el Tratado de Itaipú, o la casus belli estaba ya constituida, en ese momento se tomó la mejor decisión; creo que debemos hacer lo mismo y prepararnos para ese momento.