• POR EDUARDO “PIPÓ” DIOS
  • COLUMNISTA

El cangrejo va para atrás, camina así el pobre. Pero avanza, a su modo. Marito no, es un cangrejo que retrocede, un cangrejo único y justo nos vino a tocar a nosotros.

Veamos algunas “cangrejeadas” del amigo presidente... Desde que subió todo va para atrás, la educación, con el delirante y deshonesto Petta a la cabeza, que no era una maravilla ni mucho menos, hoy está peor que nunca. La Salud en manos, bueno, al menos figura el como ministro, inoperante Mazzoleni, está en terapia intensiva y con mal pronóstico. Ni hablar del badulaque de Friedmann con el Indert y Agricultura como coto personal de una rapiña impúdica, o la Samudio que se esmera en cada vez ser más bandida.

Simplemente veamos instituciones como el Banco Central, que está dejando morir una de las mayores fuentes de ingreso del país, el comercio de frontera, llamalo triangulación o como se te cante, pero el país se sostiene gran parte en eso. El “amigo del alma” de Marito, Bolsonaro, nos ahorca descaradamente bloqueando la compra con reales en Paraguay, el comprista brasileño, vaya a saber cómo, se ingenia para conseguir dólares, cosa nada fácil allá. Pero los bancos locales le cobran al comerciante 5% por depositar el efectivo.

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Es sabido que el negocio de los comerciantes de frontera se basa en margen pequeño y gran volumen. Lo que resulta, con esta medida, en un desastre. ¿Qué hace el BCP? Mira con cara de pelotudo... se hace el zonzo, aduciendo que es un problema privado. NO, no es, es un problema nacional, de Estado. En vez de observar rascándose lo que sabemos, debería estar viendo la manera de hacerse de esos dólares sin costo y ver la manera de reexportarlos usando las reservas o alguna medida. Pero nada... eso sí, Marito anuncia emocionado en Twitter que Bolsonaro le concedió que los turistas puedan comprar hasta 500 dólares... ah... buenísimo... ¿y de los dólares que entran hacemos origami?

Misma historia cuando se llena la boca hablando de priorizar la industria nacional y su ministro estrella, el pastor Arnoldo, descalifica montadoras nacionales de camionetas para priorizar productos importados porque “masiado barato ningo es ese nacional”, sin siquiera analizar que no solo es más barato, sino que la mano de obra que genera vuelve a abaratar más aún la adquisición. Pero no, dejemos que el empresario patalee y ya.

Y así, mientras los Pitbull de cabotaje de Marito se dedican al pyraguereato y sus amigos a saquear el país, él nos cuenta en sus redes sociales lo capo que es. Y weno o que.

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