• Por Eduardo “Pipó” Dios
  • Columnista

Nadie en su sano juicio discutirá que el movimiento que llevó a Mario Abdo, alias Marito o más conocido como #DesastreKoMarito, se conformó en base al anticartismo, se juntaron todos los enojados con Horacio partiendo de la Gata Flora y Compañía, primeros heridos de la batalla electoral del 2013, donde, a pesar de hacer uso y abuso del aparato estatal, fueron paseados electoralmente por Horacio Cartes y tuvieron que dejar la teta del Estado por un tiempo, bueno, ella siguió en su banca gracias a los votos que juntó su partido de portafolio usando la estructura electoral del PLRA y alguna manito generosa del TSJE, que le sacó votos a los partidos más pequeños y los sumó al gataflorismo (ya que estamos, convirtámosla en caudilla, aunque sea karape, también a ella).

Luego se sumó el pichado de Marito, que quiso jugar de vivo y estrella, y creyó que podía ganarle el sillón de la ANR, al, por ese entonces, desconocido Pedro Alliana. Tan fuerte fue el sopapo que hasta hoy, pese a todo, sigue pichado. Sin embargo, sirvió para que el anticartismo formara un bloque heterogéneo en la Cámara de Senadores, con los colorados desplazados, Desirée y bancadita, el efrainismo y el zigzagueante Frente Guasu. Se sumó el siempre cambiante, zoquete de por medio, Petta.

De allí formaron un frente, al que le terminó yendo bien, a sangre y fuego, pero bien al fin. Tuvieron éxito en vencer al oficialismo de la ANR y luego, Marito, con cara de piedra fue mansito a pedir el apoyo de HC. Como sabemos, y lo demostró, la lealtad es una virtud de la que el primer mandatario carece por completo. O al menos, disimula bien.

Pese a haberse pasado más de un año atacando, insultando y manoseando al cartismo que lo llevó al poder, Marito y sus secuaces han resultado más que torpes, en sus vanos intentos de destruirlo, muy por el contrario, el cartismo está cada vez más fuerte y el oficialismo está partido nuevamente en mil pedazos y sin rumbo; llegando al colmo de haber tenido que salvar, para no hacer caer, al Partido Colorado, más que por otra cosa.

La torpeza con que han gobernado Marito y Desirée no tiene antecedentes históricos en nuestro pobre país. Desirée y sus aliados han llenado la administración pública de incapaces y deshonestos. Sujetos sin la menor preparación ocupan lugares estratégicos, para nada más que robar o dejar robar. Petta, Wiens, Samudio, Friedmann, sumados a los demás impresentables como Nicanor, Alderete (hoy escondido tras su ra’y Bergen), Durán y a los nefastos “compañeros de colegio” de nuestro prócer, Mazolenni, Peralta Vierci y Ullón, están custodiados por los fiscales de Desirée, que los cubren por alguna tajada para la Gata. Todos contentos, ellos, mientras el barco se hunde. Este elenco de impresentables es el que tiene en una especie de camisa de fuerza a Marito, que no tiene la capacidad de darse cuenta de que su gobierno se va a pique.

En un vano, y estúpido, intento, el vocero de este grupo de piratas somalíes, el diario golpista de la hija del finado Zuccolillo trata de culpar a Cartes de, dependiendo del día y del color del psicotrópico que le metieron, manejar el Gobierno o desestabilizarlo, mientras llena tapas con supuestas inminentes delaciones de Messer, las cuales solo tienen cabida en la alterada imaginación de la Gata y Enriqueta.

Creo que a los demás solo nos resta sentarnos a mirar cómo termina de estrellarse este circo delirante y lamentable y esperar que alguien nos saque del pantano.

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