Profesor ¿Qué señales de madurez emite un país cuando avanza cambiando? ¿Cuando se va haciendo poco a poco adulto serio y responsable?”. “Varias, Pablo, pero hay una ‘señal’ que en particular valoro: cuando los ministros claves en áreas fundamentales superan a sus propios gobiernos en los que fueron elegidos, porque la continuidad de los mismos es necesaria para las grandes reformas, y sus experiencias ganadas muy difícilmente en el manejo de las políticas públicas de largo plazo no se pueden delegar o transmitir a los nuevos que llegan”. Leo el informe del Banco Mundial “Paraguay Invertir en Capital Humano” y la sigo a Lea Giménez en su brillante exposición en Basanomics y hay una sola conclusión: debió ser ministra de Educación de Marito. Debió. Pero las facturas son más importantes que los diplomas. La prensa también está aplazada en educación. El dinero le gana al pensamiento.

Qué enorme gusto da que las estimaciones principales de cierre del año económico 2018 con sus respectivas perspectivas 2019 coincidan tanto a los ojos y la voz oficialista del Gobierno, como en el análisis de profesionales del sector privado empresarial vía sus departamentos de estudios. Y que nuestros números macro –también favorecen a Juan Pueblo y doña Rosa María.

¿Qué sería de ellos con un precio del dólar a G. 8.000 o G. 9.000 si el Banco Central (BCP) no hubiera vendido en el mercado 1.236 millones de dólares de sus reservas internacionales y que aún tenga en sus manos 7.859 millones de dólares con el que podríamos estar ¿festejando? las fiestas de fin de año? Y qué mejor estarían en este momento nada fácil si la prensa –cada vez más mercenaria y saboteadora y revanchista– no les estuviera vendiendo tanta basura que los agranda en sus depresiones y los achica en sus bolsillos, porque sus confianzas y sus mentes positivas son trituradas y en vez de gastar 100 guaraníes guardan 20 guaraníes, fundamentalmente en las gigantescas cadenas de supermercados, que lo saben perfectamente. Pero es el precio económico por el poder político.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Tanto el Banco Central –de manera oficial directamente y con su encuesta mensual de principales variables económicas en el mundo de los negocios indirectamente– como Basanomics y Dende manejan un cierre del 2018 de alrededor de 4% y con inflación del 4%. El rango está entre 3%/3,5% y 4% (PIB). Y un precio del dólar de G. 5.972 y G. 6.000. El déficit fiscal del Gobierno (más gastos que ingresos) no supera el 1,5% del PIB gracias a la Ley de Responsabilidad Fiscal cartista (2013) que ya se considera “una conquista nacional”.

Para el próximo año tampoco hay diferencias importantes. Crecimiento económico del 4% (un poco arriba y un poco abajo), inflación del 4% y un precio del dólar de G. 6.083 / G. 6.200 / G. 6.300. Satisface que la nuestra sea una economía dibujable.

La semana que concluyó fue de análisis económico sin contaminación política. Ese divorcio debe continuar, más aún con una prensa tan politiquera, que ni siquiera puede ser calificada de politizada. De un crecimiento del 5,2% en el 2017 ojalá logremos movernos en torno al 4%. Ya sé que “no alcanza”. Pero qué más se puede esperar si todos los días escupen sobre la comida de Juan Pueblo y doña Rosa María. Duele decirlo, pero hay que decirlo.


Déjanos tus comentarios en Voiz