- POR EL Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
Hace poco estuve observando por TV una entrevista que le hacían a economista de nuestro medio. El tema central giraba en torno al anteproyecto del Presupuesto General de la Nación (PGN) 2018, pero también se abordaron temas centrales sobre calidad educativa y obras de infraestructura.
Interesante, pues se enfocaron diversos temas que hacen a nuestra problemática actual a nivel doméstico y que considero debería ser del interés de mucha gente.
Independientemente a todos los problemas y discusiones que acarrea la aprobación del PGN en el Parlamento cada año derivado de cuestiones políticas antes que técnicas y en donde este año los senadores han vuelto a aprobar ajustes de salarios por encima a los topes establecidos por el Ministerio de Hacienda dentro del Plan de Gastos, hace que se tropiece nuevamente con lo mismo de siempre de que los legisladores dan su OK a incrementos salariales, pero sin que en contrapartida existan fuentes de financiamiento para su cobertura
La nueva emisión de Bonos Soberanos que el Poder Ejecutivo prevé llevarlo adelante el próximo año y de cuyo monto global el 50% estaría destinado al pago de deudas ya contraídas en administraciones anteriores ha sido también objeto de análisis. Todo esto independientemente a lo que se destinaría a la financiación de nuevas obras viales de infraestructura.
El problema de nuestra educación es de carácter estructural, lo cual es verdad, no siendo fácil superar todos los grandes problemas que los venimos arrastrando desde hace décadas, pero que en algún momento habrá que tomar “al toro por las astas” y buscar la forma de darle una solución de fondo y forma, pues con los niveles mínimos de inversión realizados vs. el PIB (el más bajo de toda América Latina) y dentro de un mundo cada vez más globalizado, exigente y competitivo jamás podremos darle la verdadera solución que esperamos realmente en lo que a calidad educativa atañe.
Resulta triste pero real, que cuando muchas veces salimos al exterior a hacer cursos de posgrado dado nuestra limitada formación académica, nos vemos en la necesidad de hacer previamente cursos de pregrado de nivelación, pues universitarios de otros países de la región nos siguen superando “por varios cuerpos”. Y en algún momento el proceso de enseñanza-aprendizaje a nivel país debería ser del nivel de calidad comprobada que todos deseamos.
Resulta loable el esfuerzo del Gobierno de haber enviado a mucha gente a especializarse en universidades de primer mundo en diversas disciplinas, y entre ellos a muchos docentes lo cual se vuelve a dar luego de 170 años. Es de esperar que se den los resultados positivos esperados, pero no creo que sea antes del mediano plazo. “Pero mejor es tarde que nunca”.
Se mencionó que no se estaría dando mucho valor añadido a las grandes obras de infraestructura que se vienen realizando, pues nos falta una mejor educación que hace que muchos de nosotros no los podamos aprovecharlo en su justa dimensión y que antes que ello quizás sería mejor optar por incrementar las inversiones en una más sólida formación educativa de nuestros jóvenes dentro de los 3 niveles.
No deja de ser razonable, pero la verdad es que si es que como país de economía emergente que somos seguimos esperando a que nuestro nivel de calidad educativa sea mucho mejor y luego dar énfasis a obras de infraestructura, desde el punto de vista de desarrollo económico y social podríamos estar aún mucho más desfasados, pues es bien sabido que si un país no cuenta con la infraestructura vial que precisa, definitivamente en pleno siglo XXI no será competitivo a nivel regional y mucho menos con países de extrarregión, por lo que lo recomendable sería que a partir del 2018 las inversiones en educación dentro de los ciclos primario, medio y superior vayan acrecentándose cualitativa y cuantitativamente y que las obras de infraestructura también sigan su curso sin parar en todo el país.
Cuando nos encontramos frente a frente con colegas de otros países nos damos cuenta de que si bien hemos egresado de la universidad con un título habilitante, en la práctica lo aprendido y “digerido” ha sido muy limitado e insuficiente.
Esperemos que el próximo gobierno tome el tema educación, como uno de sus principales ejes estratégicos. Si no se lo hace pues sería poco o nada lo que podríamos aspirar a futuro y nadie pensará dos veces en “pasarnos por encima”, pues hoy día “el que no corre vuela”.