- Por Emilio Agüero, Pastor
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Los masones afirman no ser una religión, definiéndose filosóficamente como librepensadores. Como buscadores de la verdad, corpóreamente la masonería no reconoce que la verdad que reflexionan como verdad suprema sea Cristo y su revelación humana (Jesús), pues al afirmarlo atentan contra su propia filosofía fraterna.
El masón, aunque se diga "cristiano" –e indistinto a cualquier confesión de fe que socialmente desarrolle–, tiene que aceptar la creencia del otro como válida, aunque esta difiera diametralmente contra la esencia misma de su fe cristiana.
En la filosofía humanista esto suena muy coherente, pero doctrinalmente, el cristiano se debe única y primordialmente a las enseñanzas de la Biblia como su máxima autoridad en cuestiones de fe, razón y verdad. Quien diga lo contrario, no entiende realmente qué implica el ser llamado cristiano.
El cristianismo no puede aceptar otra creencia espiritual o filosófica como válida, pues la fe cristiana es absoluta y exclusiva en su doctrina y definición. El punto es este: si Dios existe, lo que Él diga tiene que ser la verdad; y todo lo que contradiga esa verdad tiene que ser mentira. Si para un cristiano la Biblia es la Palabra de Dios, todo lo que ella declara para, sobre y del hombre debe ser verdad y todo lo que la contradiga tiene que ser mentira.
- “El cristianismo no puede aceptar otra creencia espiritual o filosófica como válida, pues la fe cristiana es absoluta y exclusiva en su doctrina y definición”.
Jesús nos anunció que Él era el único camino al cielo (Juan 14.6) y el apóstol Pablo lo reafirmaba cuando planteaba que hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo (1ra. Timoteo 2.5).
Cristo es el único y verdadero Dios, creador de vida eterna; sin Él, la muerte es un gran problema para el ser humano. Por lo tanto, para un cristiano regido por la Biblia, todos los masones no cristianos están equivocados y errados en sus propios caminos hacia la verdad; debiendo ser advertidos de su error mediante una transparente prédica bíblica, como único parámetro de cuál y/o quién es el único camino. Lógicamente, esto es impensable para quienes forman parte de alguna fraternidad masónica.
Los masones llaman al ser superior GADU (Gran Arquitecto del Universo).
El el sentido estricto de la palabra, Él no es un arquitecto pues no hace nada a partir de algo, Él hace todo a partir de la nada. El Dios bíblico, mediante una sistemática revelación a través de los tiempos, ha utilizado diversos nombres para reflejar las muchas facetas de su carácter; así lo vemos en Éxodo 3.13-14… ¡YO SOY!
La masonería tampoco es bíblica en sus rituales, simbolismos y conceptos. Su mismo carácter secreto va en contra de la transparencia que todo cristiano debiera tener en cuanto a sus doctrinas y enseñanzas. Jesús dijo que nada ha enseñado en oculto (Juan 18.20).
A medida que uno avanza en el conocimiento de la cosmovisión masónica, va siendo adoctrinado en posturas contrarias a la Biblia tal cómo está revela a Dios. Frente a estos elementos, el verdadero cristiano entenderá que la Biblia contiene códigos eternos imposibles de sostener como miembro de una logia masónica, debido a la filosofía misma de la masonería; la cual es, ecléctica y liberal.