Fuerte rumor de que Juancho, el que ya no puede pisar ningún restaurante en Asunción, es el que estaría presionando a los muchachos del BCP para que encuentren o inventen lo que sea a fin de vincular a Messer con el gobierno de HC. Es más, se menciona que el grupo empresarial que opera desde la calle Yegros habría requerido los “servicios” del lagarto. Dios los cría y ellos se juntan.

Ya no les salió la jugada que armaron con algunos actores de la fiscalía brasileña y el tal juez Bretas metido hasta el cogote en supuestos arreglos para incriminar a gente que nada tenía que ver con el caso Lava Jato. Este magistrado está siendo investigado en el vecino país por recibir sobornos a cambio de abrir investigacio­nes dependiendo la solicitud de sus “clientes”.

Tampoco les funcionó la comisión bicameral presidida por el “ladrón de meriendas escolares”, quien movió cielo y tierra para hallar algún vínculo y no encontraron nada.

Sería una pena que el BCP, después de años de haberse consolidado como una institución independiente al poder político, hoy tire por la borda todo lo que los técnicos han construido para blindar al ente de influencias exógenas e interesadas.

Según la auditoría del BCP, la sanción establecida al BNF se debe a que no habrían realizado la debida diligencia para determinar el origen de las remesas de Messer. Pequeño detalle, el dinero que el brasileño metió al banco local provino de dos reconocidos bancos internacionales, uno de Luxemburgo y el otro del Citibank de Nueva York.

Qué interesante sería que el BCP, siguiendo esta misma lógica, indague los millones de dólares que Nicolás Leoz metió al banco Atlas sin ningún tipo de control y todos los días aparecen auditorías y evidencias que confirman que el banco de la familia Zuccolillo ignoró por completo la debida diligencia.

En el caso de Leoz, los millones de dólares no llegaron precisa­mente de prestigiosos bancos internacionales, sino que fueron depositados en efectivo o girados por Inmobiliaria del Este (propiedad de la familia Zuccolillo) como parte del loteamiento de las tierras que Leoz les cedió. ¿De dónde salió la plata del ex dirigente deportivo?

La actual administración de la Conmebol señala que entre el 2013 y el 2015, la institución tuvo un desfalco de US$ 200 millones de los cuales pudieron recuperar un poco más de US$ 50 millones. Incluso, las hijas de Leoz pidieron el año pasado a Atlas que devuelta unos US$ 2 millones a la Conmebol. También en el caso FIFAgate se determinó que los dirigentes deportivos recibían millonarios sobornos de empresas de marketing que articulaban las transmisiones de los partidos. Más claro, agua.

Los periodistas que trabajan para el grupo Zuccolillo afirman que a Gafilat le debe interesar el caso Messer que, por cierto, el caso está recontra aclarado, pero ignoran por completo lo que sucede con el banco Atlas que no precisamente tiene problemas con la Seprelad o con el BCP, su problema es con la justicia norteamericana.

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