Efraudín sigue sorprendiendo todos los días con sus ocurrencias disparatadas. Tras conocerse el triunfo de Biden usó sus redes para compararse con el demócrata estadounidense y anunció que seguirá sus pasos, por lo que pugnará de vuelta como candidato a la Presidencia de la República por tercera vez, hasta llegar al poder ¡Chúlina!
Kattya salió al paso y dijo que se malinterpretaron nomás las afirmaciones de Efra, ya que si realmente quiere seguir los pasos de Biden, todavía debe llegar a la Vicepresidencia y en todo caso su momento sería en el 2028. ¡Angána!
Hablando de aventureros políticos, “Nenecho”, quien hasta ahora asfaltó un par de calles asuncenas, marcando la diferencia con el Dj rajado de la Intendencia de Asunción, quiere posicionarse como la gran alternativa política y renovación dentro de la ANR. Todo bien con sus pretensiones, pero hablar de renovación y pactar con “Chucky”, la zar de las provisiones de medicamentos, medio que no pega tanto mi socio.
Otra que se sumó al delirio de comparaciones con figuras políticas de alto vuelo fue “Celestita”. Dijo que nació el mismo día que Kamala Harris y eso debe tener algún significado para su carrera política y por qué no, pensar en alguna candidatura de ese tipo. ¡Qué interesante!
Falta nomás ya ahora que aparezca Lugaucho y nos diga que es la reencarnación de Mahatma Gandhi para completar el nivel de tilinguería de nuestra fauna política. Todos los días van apareciendo figuritas con ínfulas de candidatos presidenciales, pero nadie habla de cómo solucionar los problemas de fondo. Así cualquiera.
CACA-velos a fondo en el operativo blanqueo al “ladrón de la merienda escolar”. Se pasan recusando al fiscal de la causa y aguardaron que el juez Delmás vaya de vacaciones para plantear medidas alternativas para los demás imputados del equipo de Renolfito. Un tal juez Duarte, muy amigo del poder, es el gran “salvatore” del caso, quien había sido es especialista en blanqueos. ¡Mira vos!
Todo indica que en Diputados rechazarán el pedido de reglamentar el artículo 201 de la CN sobre la pérdida de investidura, que no es otra cosa que un elemento de distracción para evitar darle una patada del Senado al “ladrón de la merienda escolar”.