- En plena pandemia, la empresa ESSA, donde Renolfito puso G. 1.700 millones como capital operativo, se alzó con un contrato de G. 16 mil millones en la Gobernación del Guairá en mayo pasado. Ahora está a punto de ganar otra licitación de G. 6 mil millones en la misma institución. Es decir, en total su empresa que se consorció con otra de la región para pasar desapercibida se llevará unos 22 mil millones, un poco más de US$ 3 millones. ¡Barbaridad!
- ¿Será que las raciones de alimentos o los kits que deben llegar ahora que no hay clases presenciales están llegando como corresponde? Marche una nueva auditoría del ente contralor sobre este millonario contrato que el “ladrón de meriendas” nos tenía escondidito.
- Nos imaginamos que CACAvelos, el abogado paquito de la “miau florida” está preparando una súper defensa para Renolfito. Este cuento del “montaje” y la “persecución política” ya no cree ni Marly.
- Aunque parece que el engominado abogado está más concentrado en cómo seguir currando con los “postes de oro” que durante años le enchufó a la Ande. Mira vos en qué andaba el abogado defensor de los “perseguidos”. ¡Andaaaa!
- Suponemos que la Fiscalía se está nomás tomando su tiempo, recabando toda la info relacionada a la “gran tragada” del actual ministro de Agricultura con los almuerzos escolares. Hasta ahora es imposible de entender por qué el Ministerio Público no ha actuado con la misma celeridad en que actuó con otros funcionarios involucrados en escándalos de audios y supuestos hechos de corrupción. Estamos atentos.
- Renolfito no tiene escapatoria. No sabemos qué le conviene más, si seguir negando que ESSA es su empresa, supongamos que no lo sea, aunque las evidencias dicen lo contrario, como mínimo debe ser imputado por cohecho. ¿Cómo explica que un ordenador de gastos reciba regalos, depósitos, pagos de autos lujosos de un proveedor de la institución que maneja? Y en el caso, que sí estamos seguros que es el dueño de ESSA, por las pruebas que hay, debe ser imputado por un rosario de eventuales hechos punibles, desde enriquecimiento ilícito hasta asociación criminal.
- El “caiga quien caiga” del number one hasta ahora no se ha hecho sentir. Si bien ayer dijo que él mismo pidió a algunos de sus colaboradores cuestionados que presenten renuncias, el mensaje debe ser más claro: destitución inmediata. Caso contrario, difícilmente la ciudadanía pueda confiar en sus acciones.