Dicen que Efraudín anda ofreciendo la candidatura a la vicepresidencia a diestra y siniestra. Sin embargo, nadie quiere pegarse a él por perdedor, además, tiene en su haber varias imputaciones.
El muchacho, que nunca trabajó, cuentan que hasta se prueba la banda presidencial y practica un discurso de posesión de mando; a ese nivel estamos. Según sus mismos correligionarios, anda más paranoico que nunca.
Desde la calle Yegros no pegan una agenda desde que EVP es su principal vocero. Perdieron con Diésel, tampoco prendió el juicio político a la FGE y la última: el intento de boicotear la industria nacional vía decisión de Diputados.
Encima, una ex viceministra de Tributación no da el brazo a torcer y Naty perderá la demanda por difamación y calumnia a raíz de una campañita que armó con el plagiador que funge de investigador. Enriquito prometió salvar el embrollo y en la CSJ forman fila para reírse de él.
Hablando de la calle Yegros, EVP, Naty y la llorona tenían dos objetivos con el tema de las DDJJ. Una, golpear a HC y otra a la fiscala general. Pero, ¡oh sorpresa!, el ex Presidente les ganó de mano porque antes de ser presidente de la República ya era millonario, y Sandra, en 24 años de función pública no tenía nada irregular.
Lo cierto es que hasta ahora tratan de ocultar y no dijeron nada sobre las inconsistencias de sus amiwis que manejan un partido político en familia: “la miau florida” y “filicóptero”. Rafa tiene mucho que aclarar sobre el despegue de su patrimonio, principalmente en su era de ministro.
Es lamentable cómo algunos sectores aprovechan lo ocurrido con la niña de 11 años, embarazada, para atacar nuevamente con su perverso plan disfrazado de “Educación Sexual Integral”, que no es otra cosa que panfleto ideológico hipersexualizador.
Una ESI de verdad debería estar basada en la ciencia y valores. Esta niña de 11 años dice haber sido abusada por un chico de 14 años y es lo más triste, puesto que se trata de dos niños-preadolescentes que no tienen conciencia de todo lo que acarrean sus actos. Urge enseñar a nuestros niños ante todo el pudor, el respeto a su cuerpo y a los demás.