La empresa estadounidense Ford inauguró este martes una planta de ensamblado en Uruguay, país al que regresa luego de 35 años y desde donde espera producir unos 50.000 vehículos al año para todo el mercado latinoamericano.
“La capacidad instalada de Nordex con todos los productos ya en fabricación y con los que tenemos en mente en el futuro son 50.000 autos al año”, dijo este martes el empresario argentino Manuel Antelo, principal accionista de la fábrica, en rueda de prensa.
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“Nordex va a fabricar 50.000 vehículos utilitarios al año, todos para Latinoamérica”, añadió, en referencia a la compañía de ensamblaje de vehículos ubicada en Uruguay cuya sociedad con Ford posibilitó el regreso de la firma norteamericana al país luego de más de tres décadas.
“Es la vuelta de Ford Motors al Uruguay. (...) Esto demuestra el renovado interés de invertir hoy” en el país sudamericano, afirmó Antelo. A la inauguración asistieron varias autoridades del gobierno, incluido el presidente Luis Lacalle Pou, y el ministro de Industria, Omar Paganini, quienes hicieron un recorrido por la línea de montaje de la empresa.
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Paganini enfatizó el interés del proyecto por la posibilidad de generar puestos de trabajo. “Es lo que estamos esperando y es lo que se vio en los anuncios que hizo la directiva de Nordex: aumentarían hasta el doble la mano de obra directa”.
“Y hay que tomar en cuenta a la mano de obra indirecta que viene asociada con las autopartes, los servicios, la logística. Son dinamizadores del empleo”, agregó. Según Antelo, actualmente trabajan en la planta 550 personas, y hay unos 1.500 puestos de trabajo indirectos. “Los proveedores son de Brasil, Argentina y Uruguay, se busca la integración regional”, aseveró.
Fuente: AFP.
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EE. UU.: realizan huelga en tres grandes fabricantes de automóviles
El presidente del sindicato United Auto Workers (UAW) advirtió el domingo sobre una posible “amplificación” de la huelga iniciada el viernes en los tres principales fabricantes de automóviles de Estados Unidos si las empresas no presentan mejores propuestas salariales, mientras el conflicto alimenta el debate político.
“Si no recibimos mejores ofertas (...) vamos a amplificar esto aún más”, dijo el presidente del UAW, Shawn Fain, al programa de entrevistas de la cadena CBS “Face the Nation”. General Motors, Ford y Stellantis “no tienen excusa” para no resolver los conflictos salariales dados sus enormes beneficios de los últimos años, señaló.
“Estamos rezagados desde hace décadas”, añadió, y explicó que los trabajadores que representa “están hartos”. Muy ofensivo desde el inicio de las negociaciones, hace dos meses, Fain aumentó la presión el sábado, luego de que se reanudaran las discusiones entre el sindicato y los “tres grandes” del sector.
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“Tuvimos conversaciones razonablemente productivas con Ford hoy”, dijo el sábado a la AFP una fuente del UAW. Una fuente sindical confirmó que el domingo sostuvieron tratativas con GM, sin mayores detalles. Desde el viernes están paradas tres plantas: una de General Motors en Wentzville (Misuri), otra de Stellantis en Toledo (Ohio) y una filial de Ford en Wayne (Michigan).
El conflicto abarca a 12.700 de los 150.000 afiliados al UAW que trabajan en estas compañías. Nunca hasta ahora había habido una huelga simultáneamente en las tres empresas. El sindicato ha optado por el momento por limitar el alcance de los paros laborales para no bloquear toda la producción.
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“Stellantis y el UAW han entrado en una fase crítica de las negociaciones”, declaró el sábado el grupo creado por la fusión en 2021 de Fiat Chrysler y el francés PSA Group. Stellantis ha elevado su oferta y propone un aumento de “casi el 21%” durante los cuatro años de vigencia del nuevo convenio colectivo, frente al 14,5% de hace una semana.
Para Fain, una oferta del 21% está lejos de ser suficiente y entiende que los empleados merecen el mismo 40% de aumento salarial otorgado a los directivos de los fabricantes. “No queremos ni oír hablar” de un aumento de ese tipo, declaró el domingo en CBS. GM y Ford ofrecen subir los salarios un 20% en total.
Biden expuesto
El Partido Republicano ha aprovechado este conflicto para lanzar nuevos ataques al presidente demócrata Joe Biden por su política económica. Biden “lideró una política que provocó la peor inflación en 40 años”, dijo el domingo el exvicepresidente Mike Pence, aspirante a la nominación presidencial republicana, al ser interrogado en CNN sobre la huelga.
“Los trabajadores del sector automotor están experimentando la misma situación que otros estadounidenses, es decir, que los salarios no están a la altura de la inflación”, afirmó Pence. Algunos economistas atribuyen efectivamente parte del aumento de los precios a la línea económica impulsada por Biden, pero también a las medidas de estímulo adoptadas por Donald Trump al inicio de la crisis del coronavirus, así como a los efectos de la propia pandemia, que afectó las cadenas de suministro.
Biden, que postula a su vez para un segundo mandato, envió el viernes un mensaje de apoyo a los miembros del UAW y pidió a los fabricantes del sector que “vayan más allá” en sus ofertas de aumento salarial. El domingo, su vicepresidenta, Kamala Harris, envió en redes sociales un mensaje de apoyo a un “nuevo contrato” laboral del sector, que cree “buenos empleos de clase media y asegure que la UAW siga en el corazón de (la) economía automotriz” estadounidense.
Legisladores demócratas y de la izquierda independiente acudieron a manifestaciones en la región norte de Estados Unidos, donde se encuentran muchas de las fábricas de los “tres grandes” de Detroit.
Después del senador de izquierda Bernie Sanders el viernes, el líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, Hakeem Jefferies, anunció el domingo que viajaría a Detroit ese mismo día para demostrar su “solidaridad” con el sindicato. “Esperamos que esto termine rápidamente, pero (...) estas empresas han tenido una ganancia económica increíble (...) y me parece correcto que estos beneficios se repartan entre todos”, afirmó Jefferies en el canal ABC.
Pilar de la economía
Con cerca de 10 millones de puestos de trabajo, el sector automotor es un actor fundamental en la economía estadounidense que corre el riesgo de sufrir los efectos de huelga iniciada el viernes por los empleados de los tres principales fabricantes. “El ecosistema automotor genera un billón de dólares anualmente para la economía estadounidense, o casi el 5 % del producto interno bruto”, afirma la Alianza para la Innovación Automotriz en su sitio web, donde indica que, a finales de 2022, el sector empleaba directamente a más de 9,67 millones de personas.
La Alianza, citando un estudio de S&P Global Mobility, precisa que en 2022 se vendieron en el país 13,5 millones de vehículos nuevos. Ese año, el sector exportó por 96.600 millones de dólares y totalizó 282.000 millones de dólares en importaciones, aportando 126.200 millones de dólares a las arcas federales. El país tiene un parque móvil de 284 millones de vehículos matriculados, incluidos 100,61 millones de automóviles, 103,26 millones de minivans, 59 millones de camionetas (pickups) y 15,73 millones de furgonetas. Los motores de combustión/híbridos siguen siendo mayoría con 280,87 millones, por delante de 2,14 millones de vehículos eléctricos (EV).
Esta rama se beneficia del crecimiento de Tesla, que produjo 1,36 millones de vehículos eléctricos en todo el mundo en 2022 (+47 %). Su facturación alcanzó los 81.500 millones de dólares (+51 %) y su beneficio neto se duplicó con creces, hasta 12.600 millones. Según Kelley Blue Book, filial de Cox Automotive, el precio medio de un vehículo nuevo se situó en 48.334 dólares en julio de 2023 (+2,7 % desde principios de año). En el caso de los vehículos eléctricos, siguió cayendo hasta alcanzar los 53.469 dólares en julio (61.000 en enero).
Las inversiones para la transición eléctrica alcanzaron los 109.100 millones de dólares entre 2018 y 2023, según el Centro de Investigación Automotriz (CAR). De acuerdo a la oficina estadounidense de estadísticas, el salario medio por hora en el sector de fabricación en agosto de 2023 se situó en 27,99 dólares por un promedio de trabajo semanal de 44,3 horas.
Los “Tres Grandes”
La asociación AAPC, que representa a los tres grandes fabricantes históricos -General Motors, Ford y Stellantis, apodados los “Tres Grandes”- afirma que ellos solos aportan el 3 % del PIB. Presenta a la industria del automóvil como el sector manufacturero más grande del país. Estos tres grupos con raíces en Detroit, Michigan, operan el 60 % de las plantas de montaje del país. Han anunciado en los últimos seis años más de 34.000 millones de dólares en inversiones.
Desde este viernes, los tres son objeto de una huelga histórica, cuyo “mayor riesgo en caso de prórroga es un deterioro de la cadena de suministro y de la salud financiera de los proveedores”, comentó Garrett Nelson, analista de CFRA. General Motors emplea, según su sitio web, a 92.000 personas en Estados Unidos. Ha pagado 10.900 millones de dólares en salarios imponibles.
Tiene 120 ubicaciones, poco más de 4.000 distribuidores y más de 5.700 proveedores en los que gastó 39.000 millones de dólares en 2022. GM entregó 2,27 millones de vehículos en Estados Unidos en 2022, de las marcas Chevrolet, Buick, GMC y Cadillac. En 2022, su facturación aumentó un 23 % hasta los 157.000 millones de dólares y su beneficio neto cayó un 1 % hasta los 9.900 millones.
Ford, creada hace 120 años, emplea a unas 177.000 personas, 86.000 de ellas en Estados Unidos, y se presenta como el mayor exportador estadounidense de automóviles. Fabrica las marcas Ford -en particular la camioneta F-150, el vehículo más vendido en el país durante décadas- y Lincoln. Casi el 80 % de sus vehículos se ensamblan en Estados Unidos.
Su beneficio neto alcanzó los 17.900 millones de dólares en 2021, pero perdió 2.000 millones en 2022. Stellantis, el grupo franco-ítalo-estadounidense, fabrica 14 marcas, entre ellas Ram Trucks, Jeep, Chrysler, Dodge, Peugeot, Alfa Romeo, Maserati, Opel, Peugeot y Fiat. Está establecida en más de 30 países y vende su producción en más de 130 mercados. Fruto de la fusión entre Fiat-Chrysler y la francesa PSA en 2021, cuenta con 264.000 empleados en todo el mundo. En 2022 registró un segundo año de beneficios récord, con una ganancia neta de 16.800 millones de euros.
Fabricantes extranjeros
Según Autos Drive America, que representa a los fabricantes extranjeros, éstos produjeron 4,4 millones de vehículos en Estados Unidos en 2022. Su volumen de fabricación ha aumentado más del 85 % en los últimos 25 años y han invertido más de 100.000 millones de dólares en seis décadas, según un estudio de 2022 de Ernst and Young.
Su participación en la producción en Estados Unidos aumentó del 1 % en 1979 al 45 % en 2022. Las marcas BMW, Kia, Honda, Lexus, Infinity, Mercedes, Mazda, Nissan, Toyota, Volvo, Volkswagen, Subaru, Hyundai, Acura tienen fábricas en Estados Unidos. Sus 65 modelos fabricados en suelo estadounidense se exportan a más de 130 países de todo el mundo (695.000 vehículos exportados en 2022). En 2022, emplearon directamente a 156.000 personas.
Fuente: AFP.
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Ford, Risso, Sutton y el primer “purasangre”
El mítico preparador de la marca del óvalo, campeón del mundo en el año 1981 con Ari Vattanen como punta de lanza, falleció hace poco más de un año debido a un cáncer dejando un legado que no solo compete a ese título mundial obtenido con el finés, sino uno más profundo para nosotros los paraguayos, ligado nada más y nada menos que a la prueba madre del deporte motor, el Transchaco Rally.
- Por Cristhian Tindel
- Nación Media
- Fotos gentileza
A finales de la década del setenta, el Transchaco Rally no solo ya era popular, sino que también ya era una referencia para muchos pilotos que miraban de reojo el desarrollo de una de las pruebas más duras del planeta. La historia de Ford en nuestro país comienza en 1976, cuando Héctor Omar Risso adquiere un Ford 1600 Varillero con la firme intención de luchar por la victoria en la general.
La primera incursión de Risso con el Ford Varillero no fue del todo buena, pues las dificultades y problemas mecánicos del coche no permitieron que Risso y su navegante, Cato Di Tore, luchen más arriba. Sin embargo, para los representantes de la marca el hecho de haber culminado aquella prueba los había maravillado a tal punto de que inmediatamente después ya se pusieron en contacto con uno de los preparadores top de la época.
La sorpresa vendría en la fiesta de fin de año de la empresa. En ella, Risso cuenta su experiencia y su sorpresa en el documental “Chaco, el rally más difícil del mundo”: “Se hace la fiesta de fin de año de Tape Ruvicha y dije que nos van a mandar al diablo porque le hicimos gastar mucha plata. Sale don José Pappalardo, le decíamos Tata, da un discurso y en punto hace un pausa”, comenta Risso. “Hay algo que quiero destacar. Este año participamos en forma humilde del querido Chaco, pero yo les prometo que el año que viene vamos a tener dos purasangre, directamente desde Londres”, dijo Pappalardo, maravillando a todos los presentes.
El trato estaba cerrado nada más y nada menos que con David Sutton, el hombre insignia de la marca del óvalo a nivel mundial. Paraguay tendría en su parque los primeros autos de competición de ese nivel con Risso como estrella del equipo. “Llegamos a Londres y nos vamos al taller de David Sutton, con Fabio Ferreira y un intérprete, Antonio Celauro. Empiezo a tocar el auto, era de otro mundo, el auto que estaba participando del Campeonato del Mundo. En el taller de Sutton había una preparación que jamás pensé que iba a existir.
Un Cosworth ahí, todo empaquetadito. Un mes nos quedamos ahí con Fabio, fuimos a probar el auto a un circuito que tienen ellos para probar”, recordó Risso visiblemente emocionado.
REFERENCIA MUNDIAL
Para esa época, Sutton era una referencia mundial en cuanto a preparación de autos de carrera, por lo que con la presencia de estos autos Paraguay empezaba a sonar fuerte entre los rallies más competitivos del mundo. “Nosotros sabíamos que un tipo como Sutton tenía un renombre a nivel mundial en carreras y teníamos sus autos en Paraguay corriendo. Uno iba al rally y escuchaba a gente hablando en inglés en algunos equipos, sobre todo Ford, y eran momentos estelares en el TCR”, refirió Beto Rodríguez, periodista especializado en el deporte motor.
Al año siguiente, en 1977, llegaron al país los dos primeros Ford Escort directamente del taller de Sutton. Uno de los coches era para Risso mientras que el otro quedaba en manos de Luis Centurión, otro gran piloto de la época. “Para mí estos coches fueron una bisagra en la historia del deporte motor paraguayo. Con su llegada pudimos ver cómo estaba hecho un auto de carreras purasangre Grupo 4″, afirmaba justamente Luis Centurión a Beto Rodríguez en la última entrevista que dio antes de fallecer en 2019.
“El Ford incluía protección inferior de duraluminio, accesorios de seguridad de primera, detalles exquisitos, suspensiones con los últimos elementos y una preparación remarcable de David Sutton. Estos coches eran tan especiales que hasta los embarcaron en un vuelo de Iberia, con los cuales arribaron al aeropuerto Silvio Pettirossi dos meses antes de la edición 1977 del Transchaco Rally. A Risso le dieron el Ford RS2000, mientras que yo pude conducir el de 1300 cc, una verdadera maravilla”, seguía Centurión.
La llegada de estos autos marcaron un antes y un después dentro del automovilismo nacional. Risso se consagró dos veces como el mejor del Chaco mientras que Centurión fue el mejor de su clase. Desde aquí, las demás marcas apostaron a los autos de nivel llevando al rally paraguayo a evolucionar rápidamente, siendo David Sutton el pionero de los “purasangre” en Paraguay.
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Ventas de autos eléctricos se frenan en EE.UU.
El crecimiento de las ventas de vehículos eléctricos ha empezado a ralentizarse en EE.UU. a medida que el inventario de modelos alimentados por baterías se acumula en los concesionarios.
Las ventas de modelos enchufables crecieron casi un 50% en el primer semestre del año, según datos de Motor Intelligence. Esta cifra es inferior a la tasa de crecimiento del 65% para todo 2022 y muy alejada del aumento del 71% registrado en el primer semestre del año pasado con respecto al mismo periodo de 2021.
El ritmo más lento se produce cuando la oferta de vehículos eléctricos en los concesionarios se disparó a 92 días en junio, muy por encima de los 51 días de inventario para todos los modelos, según el investigador Cox Automotive.
Esto puede ayudar a explicar por qué sólo el 31% de los concesionarios ven los vehículos eléctricos como el futuro, mientras que el 53% de los compradores de coches lo hacen, según una encuesta realizada por Cox.
“Los concesionarios, mirando a casi 100 días de suministro, tal vez son un poco más realistas”, dijo Mark Schirmer, un portavoz de la consultora estadounidense.
Según la consultora KPMG, los fabricantes de automóviles están invirtiendo USD 200.000 millones en la construcción de casi 100 plantas de ensamblaje y baterías de vehículos eléctricos en Estados Unidos, en lo que supone el mayor aumento desde que se fundó el sector hace más de un siglo.
La aceptación por parte de los consumidores en Estados Unidos ha sido más lenta que en China y Europa, ya que los compradores estadounidenses se han mostrado reticentes ante los elevados precios y la deficiente infraestructura de recarga.
Pero los fabricantes de automóviles tradicionales y las nuevas empresas apuestan su futuro por alcanzar a Tesla Inc, que genera márgenes de beneficio que duplican los del sector y controla el 60% del mercado estadounidense de vehículos eléctricos. Wall Street se muestra escéptico ante las ambiciones de crecimiento de los vehículos eléctricos, como el plan de Ford Motor Co. de multiplicar por más de 15 la producción de modelos alimentados por baterías hasta alcanzar los 2 millones de vehículos al año a finales de 2026.
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Gigantes del mundo motor se alían en un llamativo acuerdo
Ford ha llegado a un inusual acuerdo con Tesla para brindar a sus clientes de vehículos eléctricos acceso a la red de supercargadores de este último, convirtiéndose en el primer gran fabricante de automóviles en hacerlo.
Una serie de vehículos Ford podrá recargar energía en 12.000 supercargadores en Norteamérica a partir del próximo año usando un adaptador y, a partir de 2025, los vehículos de última generación de la compañía tendrán incorporada la capacidad de carga de Tesla.
A principio de 2024, todos vehículos eléctricos de Ford de Estados Unidos podrán cargarse a través de los Superchargers que Tesla tiene distribuidos el territorio. En 2025, los próximos coches de la compañía que se comercialicen en América del Norte incluirán el conector del estándar de carga norteamericano (NACS). Conector que actualmente, solo se utilizan en los Model S, Model 3, Model X y Model Y.
Así lo han anunciado Jim Farley, CEO de Ford, y Elon Musk, quien es fundador y máximo responsable de Tesla, en un reciente espacio de Twitter como parte de una asociación clave para convertir los supercargadores en un estándar en la industria.
En paralelo, Ford ha confirmado que su próxima plataforma EV, que llegará en 2025, será compatible con el puerto estándar de carga norteamericano de Tesla. Eliminando, por tanto, la necesidad de usar un adaptador para conectar el vehículo a un supercargador. La compañía dirigida por Jim Farley, eso sí, continuará expandiendo su red de carga bautizada como “BlueOval”, añadiendo más de 1.800 nuevos cargadores a principios de 2024.
La carga a vehículos de terceros, como aquellos Ford, mediante los Superchargers es algo que Tesla lleva permitiendo en Europa hace meses. El motivo: todos los coches enchufables que se comercializan en el territorio cuentan con el adaptador estándar europeo CCS. Los usuarios, por tanto, solo tienen que registrarse en la app de Tesla, asociar su tarjeta de crédito, conectar el cargador a su coche e introducir el código de la estación de carga.