Miles de trabajadores del sector del automóvil alemán trabajarán en jornadas reducidas a fines de abril como consecuencia de la escasez mundial de semiconductores, lo que ralentiza las cadenas de montaje. El grupo Daimler prevé un paro parcial en dos de sus fábricas en Alemania, en Bremen (norte) y Rastatt (sur), a partir del viernes y durante toda la semana próxima, indicó a la AFP este miércoles una portavoz del fabricante de Mercedes-Benz.
Casi un total de 20.000 empleados trabajan en estos dos sitios, pero el paro parcial no incluirá a los “proyectos estratégicos ni a funciones esenciales”, como el mantenimiento, aclaró la vocera. Entre 8.000 y 9.000 personas además se verán afectadas por una reducción de la jornada laboral a partir del lunes en una planta de Volkswagen en Emden (norte), de acuerdo al comité de empresa, citado la semana pasada por la prensa.
La industria automotriz se ve afectada desde hace varios meses por la escasez de semiconductores, utilizados en la producción de chips esenciales en la electrónica. Desde comienzos de año, la escasez de semiconductores también ha ralentizado la producción de automóviles en Estados Unidos y Brasil. “La situación es muy volátil” y su impacto todavía no se puede evaluar, señaló Daimler, que “si es necesario adapta su funcionamiento”.
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Sequía en Taiwán
Los embalses de Taiwán están a un nivel preocupantemente bajo, cuando no completamente secos. La causa es la sequía que, además de afectar a los agricultores, amenaza agravar la escasez mundial de semiconductores cuya producción --de la que Taiwán es líder-- requiere grandes volúmenes de agua. La isla tiene en su territorio algunas de las plantas productoras de semiconductores --materiales indispensables para los chips de uso en la electronica, comunicaciones e informatica- más eficaces del mundo.
Por lo tanto, desempeña un rol clave en un sector que representa en el planeta 450.000 millones de dólares y que es crucial para la economía global. Con las empresas teletrabajando y la educación a distancia, la pandemia disparó la demanda de componentes para computadoras y otros dispositivos electrónicos.
Inclusive ya antes de la sequía, las fábricas taiwanesas enfrentaban dificultades para cumplir con la demanda. “Se trate de pantallas de computadora, televisores, smartphones, tabletas, automóviles, hay una escasez global de chips. Nunca vimos antes algo así”, senala a AFP Eric Li, portavoz de Himax Technologies.
Ningún tifón en 2020
Taiwán está entre los lugares más húmedos del mundo, con una media de 2.600 mm de precipitaciones anuales. Normalmente, la isla es barrida durante la temporada de lluvias por tifones, que llenan los embalses. Pero, por primera vez en 56 años, ningún tifón pasó por Taiwán en 2020. Y en el primer trimestre del año las lluvias fueron 40% menores que normalmente.
El gobierno impuso restricciones a más de un millón de hogares y negocios. Numerosos agricultores tienen prohibido regar y los tres polos que concentran los principales grupos tecnológicos del país, tienen orden de reducir su consumo de agua en 15%.
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“Esto genera angustia en las fábricas de semiconductores, que tienen cada vez más pedidos”, observa Iris Pang, especialista de ING. Añade que la escasez podría durar uno o dos años más. “La demanda aumentará con la reactivación global, pero crear nuevas unidades de producción lleva tiempo”.
Los equipos de comunicación fueron los primeros afectados por la escasez. Pero la industria del automóvil es la víctima principal, con su producción muy ralentizada. General Motors y Ford han cerrado fábricas temporalmente o reducido su ritmo.
Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), principal fabricante de semiconductores del mundo, afirma que funciona a capacidad plena para satisfacer la demanda “de toda la industria”. TSMC prevé invertir en nuevas usinas 100.000 millones de dólares en tres años.
Exceso de pedidos
Alan Patterson, experto de la revista especializada EE Times, cree que no es falta de agua lo que afecte a los fabricantes actualmente, sino el “exceso de pedidos”. En el actual marco “algunas empresas podrían solicitar más chips de los que necesitan” explicó a AFP.
En 2019, las fábricas TSMC usaron diariamente 156.000 toneladas de agua, lo que equivale a 60 piscinas olímpicas. El grupo, que ha transportado agua en camiones cisterna, relativiza el impacto de la sequía: “TSMC siempre tiene planes opcionales en caso de restricciones de agua. No impacta a la producción por el momento”, comunicó.
Pero si la sequía se prolonga, el sector lo resentirá. Algunos industriales piden crear reservorios y anticiparse a un riesgo vinculado al calentamiento global. La escasez de chips ha alertado sobre los riesgos asociados a la concentración de la producción mundial en Taiwán y Corea del Sur.
Fuente: AFP.