Fotografía: Javier Valdez
Producción: Diro Romero
Entrevista: Jazmín Goméz Felitas
Carla (33) tuvo su primer acercamiento al mundo digital en el 2000, cuando tenía 17 años e ingresó a Big Manzana para ocuparse de la redacción de las páginas webs que se creaban. Lo cierto es que fue un trabajo que no duró mucho, como casi todos los que llegaron después, y pasaron unos años para que descubriera su vocación.
Antes de echar raíces en su campo profesional, trabajó en un bar sirviendo cerveza, fue promotora, recepcionista en un estudio jurídico, integró una compañía de teatro e incluso estuvo en la Orquesta Sinfónica Juvenil ejecutando el fagot y el clarinete durante un año. Probó actividades de lo más diversas y recuerda con gracia ser la constante preocupación para la parte más tradicional de su familia.
"Era como la oveja negra. Empecé cuatro carreras y no terminé ninguna. Además, fui mamá soltera a los 22 años, después me casé a los 23 y me divorcié a los 25. Y recién a esa edad estuve en un trabajo por más de un año aunque empecé a trabajar a los 15", explica. Fue ahí cuando empezó a trabajar en Panda Software, el cual se convirtió en el puntapié de retorno al área tecnológica.
Su ingreso al movimiento startup se dio con la creación de InstallThisApp, una aplicación para las fanpages de Facebook, que lanzó hace tres años con otros dos socios; hoy, cuenta con más de 35.000 suscriptores y está presente en más de 154 países. Además, está al frente de su propia agencia de marketing digital, Shout Agency, y hace un año impulsa 595 Valley, una organización que busca reunir y propulsar a la comunidad de emprendedores en Paraguay.
En su experiencia se encuentran además Puntopy, Kausa y Tigo, y desde setiembre del año pasado, es la Gerente LATAM (para Latinoamérica y el Caribe) de la F6S, una entidad que se encarga de reunir a los fundadores de startups (con ideas de negocios tecnológicas) para ayudarlos a crecer.
Es docente en La Guapa Escuela de Creatividad, speaker en Jump Interactivo y Marketing Trends y mentor del Starup Weekend y la Aceleradora Tech Startups de la SENACTICs. Pero sobre todos sus logros profesionales, su mayor alegría se encuentra en ser la mamá orgullosa de Thais (11) y Arami (8).
Es curioso porque cuando salió una nota en el diario, ahí todos me empezaron a felicitar. Sin embargo, yo ya les había contado antes pero por lo visto nadie entendió, complicado es (risas).
La verdad es que hace dos años, yo ni siquiera sabía que existía lo que yo hago ahora, y es algo que pasa muy frecuentemente en todo el ámbito digital. Hoy yo no le puedo preguntar a mi hija de 11 años qué quiere ser cuando sea grande, porque lo que quiera probablemente no exista. O cómo lo que vamos haciendo en cada momento en realidad a veces ni siquiera tiene nombre, es muy complicado de explicar a las demás personas.
Lo más fácil es decirles: "¿Tenés Facebook o Linkedin? Bueno, es como eso pero para inversores y emprendedores". Y en realidad es algo que va muchísimo más allá de eso, es un cargo para toda Latinoamérica pero esa es la forma más simple de explicar.
¿Estás a tiempo completo en la F6S?
InstallThisApp continúa existiendo pero Martín Acuña Lledó es quien está más a cargo de eso, junto con Alfredo Re y Alberto Kiese. De igual manera con Shout, asisto a reuniones y doy soporte al equipo pero Xime Stark es la que está liderando la agencia. También, continúo con los otros roles que tengo en entidades sin fines de lucro -Google Developers, Women Tech Makers y 595 Valley-, que empezamos hace un año con Carolina Luzardi para ayudar a emprendedores a formarse. Cuando empezamos InstallThisApp no sabíamos ni lo que era el significado de startup. Realmente, nos adoptaron en la Argentina Vanesa Kolodziej y Martín Vivas, a quienes nunca me canso de agradecerles.
Es tan importante tomarse un café con alguien aunque parezca no tener propósito aparente, todo termina teniendo un sentido más adelante. Fue lo que me pasó con ellos y, de hecho, Martín Vivas hablando con los fundadores de F6S, fue quien les habló de mí y ellos me tuvieron en cuenta para mi cargo actual. Lo de conectar puntos hacia atrás como dijo Steve Jobs en su discurso es tan cierto, pero para eso hay que lograr poner los puntos.
¿Qué sentiste cuando quedaste para el puesto?
La verdad que hace seis meses ni me imaginaba que iba hacer lo que estoy haciendo ahora, pero sí mi deseo del año pasado fue ayudar a que el camino de otros emprendedores sea más corto, y si es posible, hacerlo a mayor escala. De hecho que lo estaba haciendo sin que nadie me pague (risas) y a menor escala, porque era solo en Paraguay.
Cuando me ofrecieron fue supergenial, porque se lo ofrecían a una mujer y además ¡se lo pidieron a la paraguaya! En la entrevista, más que preguntarme experiencia en qué tenía, me preguntaron qué me apasiona, y les hablé sobre mis hobbys, que justamente eran ayudar a otras startups. Me dijeron: "Es exactamente lo que queremos que hagas".
¿Cuál es tu labor concretamente como Gerente LATAM?
Encontrar programas de aceleración para startups y emprendedores de todo tipo, para Latinoamérica. Hablar con ellos para que lo que ofrezcan sea lo mejor posible y que los emprendedores puedan encontrar esas oportunidades. Lo más satisfactorio es ver cómo los números crecen. Cerramos un acuerdo con Google para promover el programa Launchpad (plataforma de desarrollo colaborativo de software), que están ofreciendo en más de 30 ciudades. Entonces, formar parte de eso de manera activa es alucinante, y tener una visibilidad de lo que sucede en Latinoamérica también.
¿Qué es lo más gratificante?
Tiene muchas ventajas. Trabajar desde cualquier parte del mundo es una de ellas, por lo cual lo puedo hacer desde mi casa y tener esa libertad para estar con mis hijas. Me parece sumamente importante que se den a conocer las oportunidades laborales en el mundo digital, que le permiten justamente a la mujer manejar mejor su tiempo y trabajar de forma remota, hay muchas compañías contratando así. De hecho, se pueden estudiar carreras o realizar especializaciones en páginas web como Platzi, Udemy o Coursera.
Y ver también que nosotros siempre pensamos que Paraguay está muy detrás de todo; pero no es así, en todas partes pasa y con los emprendimientos también. Hay startups que nacieron acá y son geniales (Toky, Po Paraguay, etc.) y en F6S están registradas 200 startups paraguayas, lo cual es muchísimo en proporción a la población.
Es genial atestiguar que no estamos atrás como se piensa. Al final, las barreras que creemos que existen son mentales. Actualmente, las decisiones de contratación ya no se toman con tantos prejuicios como antes; no importa de qué país sea, la gente se fija en cosas más objetivas como la calidad. Es cuestión de animarse a emprender.
¿Cuáles fueron las carreras que empezaste?
La primera fue Ingeniería Automotriz, y de hecho es mi carrera frustrada; pero no había acá. Entonces, opté por Ingeniería Civil y después tuve que dejar porque era muy complicado con el trabajo. Luego, Lengua Inglesa; enseñé en colegios pero no era lo que quería hacer. Después probé Nutrición, y esa carrera dejé al mes porque la profesora de anatomía nos hizo entrar en la morgue de la facultad y nunca más aparecí (risas). Y finalmente, Marketing; ya era mamá y no había carrera a distancia cuando eso y se me complicó bastante. Además estudiábamos cosas que estaban tan desfasadas que sentía que perdía mi tiempo. No estoy incentivando que dejen la facultad pero claramente no es el único camino. Existen plataformas como Udemy, Coursera, Platzi y un montón más, que te permiten formarte en distintas áreas; sobre todo, si queres especializaciones en cosas que son nuevas.
¿Qué te atrae de la Ingeniería Automotriz?
Es un desafío intelectual que requiere de mucha inteligencia lógico-matemática, y es un campo en el que puede innovarse muchísimo aún. Es probable que ya no la estudie pero quizás en unos años me encuentre trabajando en Tesla Motors. ¡Ah! Y encontré un hobby que lo complementa bastante: ser copiloto de carreras de autos antiguos.
¿Cómo te convertiste en copiloto?
Mi tío Manolo Gómez me invitó por primera vez a una carrera a los 17 años y quedé fascinada con el rol del copiloto: utilizar el conocimiento para calcular la recuperación de tiempos, estimación de distancias, velocidad, etc. Hace dos años me invitó nuevamente y soy muy competitiva, así que desde que ganamos la copa no puedo parar más. Por sobre todo, mi tío es uno de mis mejores amigos y esta actividad es nuestra. Además, las carreras de autos antiguos son de regularidad y tienen muchas lecciones; por ejemplo, la importancia de mantener el foco en el objetivo. Dos segundos de desconcentración, casi siempre te llevan a perder ventaja.
¿Tomás algunas medidas de seguridad en la web con tus hijas?
Ya que sabés bastante al respecto.Si bien uno necesita tomar medidas de seguridad, creo que la más importante es en realidad la educación mediante el diálogo. Los niños y adolescentes son tan vivos y están tan actualizados con todo, que cuando nosotros ponemos algún tipo de filtro, ellos ya descubrieron cómo sacarlo.
Prefiero tener un diálogo abierto y respetar su espacio, y no invadir ni revisar sus cosas para que ella sepa que tiene libertad de hablar conmigo y que yo no voy a juzgar ninguna cosa que haga. Hablo de la mayor, Thais; la más chiquita, Arami tiene autismo y muchísima inocencia. Tiene muy poca picardía para entablar conversación con desconocidos. Ella ve Youtube con dibujos animados y descarga aplicaciones didácticas.
¿Cómo ves la participación de la mujer en el mundo digital?
Acá hay personas que lideran y que son increíbles, pero faltan más. Cada vez que hacemos reuniones de, por ejemplo, Google Development Groups, tenemos como meta que el 25% de la participación, al menos, sean mujeres. Es un desafío porque estamos hablando de un bajísimo porcentaje. En un evento en Dublín en el 2013 hubo una asistencia de 10.000 personas y 200 eran mujeres de distintos países, esto es algo que ocurre en todas partes, no sólo en Paraguay. Más allá de la responsabilidad de los hombres de darnos ese espacio y reconocernos, creo que es nuestro trabajo aprender a ser más caraduras y reclamar lo que valemos sin temor a que nos digan que no.
La resiliencia también es una característica importantísima de la mujer en Latinoamérica y eso ayuda a que seamos muy buenas emprendiendo; porque aunque haya gente apuntándote no te rendís, continuás en el camino. Es más, no vemos que haya otra opción que la de continuar.