- Por Ireneo Acosta R.
- Periodista del diario La Nación
Cuando uno de los futbolistas más queridos por una mayoría de paraguayos y hasta de extranjeros se retira, es el momento culminante en una carrera profesional. Como persona, como jugador de fútbol, como todo un señor, Roque Luis Santa Cruz Cantero anunció su despedida de la selección nacional tras la disputa de este combo de Eliminatorias que se viene.
El haber participado de casi todas las etapas que pasaron con el seleccionado guaraní, hace que sus emocionadas palabras de ayer calaran hondo en el sentimiento de cada uno y más aún, en los que combo a combo o partido a partido pasaron por los distintos lugares donde se cumplieron los entrenamientos o concentraciones de la Albirroja.
Hoy en día, hablar de lo que Roque dio a la selección no es fácil, porque se entregó en cada compromiso que fue llamado, unos con victorias y alegrías y otros, con tristezas y derrotas. Más allá de toda esa cuestión, rememorando sus inicios en aquella selección sub 20 que jugó el Sudamericano en Tandil y después las finales en Mar del Plata, con unos compañeros que también iniciaron su caminar dentro de la Albirroja, como el mismo caso de Paulo da Silva, por mencionar a su amigo, hermano y vecino.
Su salida del Olimpia para ir al Bayern Múnich, de su último día de clases en el colegio Verbo Divino cuando se presentó a rendir los últimos exámenes que le faltaban para graduarse ese año, uno pudo notar el sentimiento especial que tiene el hincha paraguayo hacia él y lo demostró ya desde aquel momento.
- La emoción que sintió ayer en plena conferencia y las lágrimas que despedía Paulo a Silva se trasladarán a todo el país en el momento de su ingreso o salida del equipo mañana.
Han pasado muchos años desde aquella sub 20 hasta hoy. Hablar de su campaña dentro de la selección es recordar los buenos momentos y los grandes goles que pudo convertir frente a los más grandes rivales que se han presentado. Sus 32 anotaciones hasta el momento lo convirtieron en el histórico máximo artillero de la Albirroja. Jugó en torneos sudamericanos de la sub 20, pasó a las Eliminatorias de Copas del Mundo, disputó ediciones de Copa América, jugó amistosos y llegó a la Copa del Mundo, también haciendo gol, como siempre.
Defendió a la selección paraguaya en todo momento. Acompañado por su papá, el infaltable Don Aproniano, por su mamá doña Celina, sus hermanos Oscar (+), Diego y Julio, para posteriormente estar al lado de Giselle su esposa y sus cuatro hijos, hoy en día disfruta de lo que hace con la Albirroja. Estos dos partidos tal vez no los dispute desde el inicio o algunos minutos, pero de local, mañana, sentirá el cariño de paraguayos y extranjeros en el Defensores del Chaco. La emoción que sintió ayer en plena conferencia y las lágrimas que despedía Paulo a Silva se trasladarán a todo el país en el momento de su ingreso o salida del equipo. Es cierto, depende del "Chiqui" Arce, pero al conocer la idea del entrenador, uno supone que irá de entrada mañana, atendiendo a su buen momento en Olimpia.
Lo que haga en el futuro, dentro o fuera del fútbol, será beneficioso para él, su club y su país, porque la entrega que puso en todos estos años hizo que el sentimiento y el cariño se haya ganado, pese a unos pocos que no están de acuerdo con eso.
Albiróga lo va extrañar desde el próximo combo como jugador, pero su presencia en el corazón albirrojo va a perdurar por siempre. ¡Gracias por todo lo que diste por nuestras selecciones Roque Luis Santa Cruz Cantero!