Chad Bray

E. Anheuser & Company comenzó como una pequeña fábrica de cerveza en St. Louis hace más de 160 años, una de las varias fábricas de cerveza abiertas por inmigrantes alemanes que introdujeron la cerveza lager de estilo alemán a los Estados Unidos.

Anheuser-Busch InBev, su descendiente corporativo y la mayor cervecera del mundo, espera pronto convertirse en una compañía aun mayor –y más dominante a nivel global– que se prepara para engullir a su rival de estantería SABMiller, en un acuerdo por un valor de más de US$ 100 mil millones.

El camino hacia la creación de una nueva compañía que Anheuser-Busch InBev llamó de la "primera cervecería verdaderamente global" ha tomado casi un año ya que la empresa acordó hacer una serie de ventas de activos con el fin de obtener la aprobación regulatoria.

La operación enfrentaba un último obstáculo ayer, cuando los accionistas de SABMiller y Anheuser-Busch InBev votaron sobre el acuerdo propuesto y, como se esperaba, dieron luz verde a la fusión.

El margen para dicha aprobación, sin embargo, era más estrecho que el que Anheuser-Busch InBev, con sede en Bélgica, previó en un principio.

Para ganar el apoyo de los dos mayores accionistas de SABMiller –la tabacalera gigante estadounidenses Altria y la familia Santo Domingo de Colombia– el acuerdo fue estructurado para darles la capacidad de obtener acciones restringidas, en lugar de dinero en efectivo. Eso les permitiría evitar una costosa factura de impuestos tras la operación.

Anheuser-Busch InBev acordó aumentar su oferta en efectivo este verano (boreal) cuando la libra experimentaba una contracción tras el voto de Gran Bretaña para salir de la Unión Europea.

Frente a la presión de su base inversora, SABMiller, que ha recomendado que los inversores aprueben la transacción, también estuvo de acuerdo este verano (boreal) para tratar a sus dos mayores accionistas como una clase separada, permitiendo que otros inversores voten sobre la oferta en efectivo por separado.

Así, se esperaba que un grupo más pequeño de los accionistas de SABMiller determine el resultado de la operación, mientras se contaba con que otro grupo de inversores de SABMiller votaría en contra de la transacción.

Aberdeen Asset Management, una compañía de gestión de inversiones de Escocia que tiene una participación en SABMiller, se opuso públicamente al acuerdo, diciendo que infravalora la empresa.

Otros informes recientes también habían indicado que Vontobel Asset Management, de Suiza, y el inversor británico Ash Park Capital podrían votar en contra de la transacción. Vontobel y Ash Parque no respondieron a las solicitudes de comentarios.

Citigroup se había adelantado el lunes y dijo que creía "altamente probable" que los accionistas de SABMiller aprobarían la transacción.

"Teniendo en cuenta que ABI ha tenido muchas conversaciones con inversores de SAB en las últimas semanas, creemos que, a estas alturas, probablemente deberían tener una visión razonablemente clara de si tienen suficientes votos para el esquema a ser aprobado", señaló Andrea Pistacchi, un analista de Citigroup. "Dudamos que ITB seguiría adelante con la votación, a menos que estuviese seguro de tener éxito", añadió.

Anheuser-Busch InBev podrían potencialmente reestructurar el acuerdo de una manera que todavía permitiría ganar el apoyo suficiente para proceder, había comentado también entonces Citigroup.

Dos empresas de asesoramiento de los accionistas, Glass Lewis y Institutional Shareholder Services, recomendaron asimismo que los inversores aprobaran la transacción e igualmente la mayoría de los analistas esperaban que fuese aprobado.

Ahora, se espera que la transacción se cierre el próximo mes, después de la exclusión de cotización de las acciones de SABMiller en Londres y Johannesburgo.

El acuerdo se produce tras la combinación exitosa de Anheuser-Busch e InBev hace ocho años, una transacción de US$ 52 mil millones que catapultó a la compañía combinada por delante de SABMiller y la convirtió ya entonces en la mayor cervecera del mundo.

La transacción con SABMiller permitiría a Anheuser-Busch InBev obtener una operación importante en África, donde tiene poca presencia, así como lograr mayor predominio en América Latina.

"La adquisición de SABMiller por A-B InBev es la tercera mayor adquisición en la historia corporativa; la culminación de más de una década de consolidación dentro de la industria de la cerveza", manifestó Anna Ward, analista de bebidas alcohólicas de Euromonitor International, una firma de investigación de mercado. "Con una participación estimada del 27 por ciento del mercado de cerveza y una presencia significativa en todas las regiones, la compañía combinada será verdaderamente global", remarcó.

Las marcas de la compañía combinada incluirían Budweiser, Corona, Hoegaarden, Leffe y Stella Artois. Sobre una base pro forma, los ingresos anuales de la empresa serían de US$ 55 mil millones.

Para obtener la aprobación del acuerdo, Anheuser-Busch InBev vendió una variedad de activos y dejó satisfechos a los reguladores.

En noviembre, Anheuser-Busch InBev acordó vender la participación del 59 por ciento de SABMiller en MillerCoors, en los Estados Unidos, a un socio de SABMiller en una empresa conjunta, Molson Coors Brewing, por alrededor de US$ 12 mil millones. Ese acuerdo incluye los derechos globales de la marca Miller y hará de Molson Coors el segundo mayor fabricante de cerveza en los Estados Unidos, detrás de Anheuser-Busch InBev.

En abril, aceptó una oferta de Asahi Group Holdings, de Japón, para comprar las marcas de cerveza Grolsch, Meantime y Peroni, así como las operaciones asociadas a SABMiller en Gran Bretaña, Italia y los Países Bajos, por 2,55 mil millones de euros, alrededor de US$ 2,9 mil millones.

Y Anheuser-Busch InBev también había dicho en abril que estaría dispuesta a vender activos de SABMiller en la República Checa, Hungría, Polonia, Rumania y Eslovaquia como parte de un paquete de desinversiones para ganar la aprobación de los reguladores europeos.

Los reguladores chinos dieron la aprobación condicionada de la transacción después de que Anheuser-Busch InBev acordara vender, a principios de este año, el 49 por ciento de participación de SABMiller en el fabricante de CR Snow a la contraparte China Resources Beer, un fabricante estatal de cerveza, por alrededor de US$ 1,6 mil millones. China Resources Beer ya poseía el otro 51 por ciento de la cervecería CR Snow.

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