"El fenomeno es un tifon pero aun sigue en la isla. Se espera que para las 5 de la mañana abandone Taiwán", mencionó -a La Nación Digital- Belén Marín Vysokolan, encargada de prensa de la Asociacion de Estudiantes.
"El tifón Megi azota la isla y todavía sigue la alerta nacional de no salir de las casas. Aquí son las 2 de la madrugada. Actualmente somos unos 150 paraguayos viviendo aquí", recalcó Belén.
El tifón de nombre MEGI es una tormenta tropical que tocó tierra en Taiwán a las 14:00 hora local de ayer. Los vientos de 200 km por hora dejaron 4 muertos y alrededor de 300 heridos, afectando a toda la isla.
Todos se encuentran a salvo
Megi y sus efectos
Taiwán vivía la mañana del martes al ralentí mientras esperaba la llegada de un tercer tifón en dos semanas, que ya ha motivado la evacuación de miles de personas y el cierre de escuelas y oficinas, según informes de AFP.
El tifón Megi debe llegar a lo largo del día al este de la isla, que por la mañana registraba vientos violentos y fuertes precipitaciones.
Más de 5.000 personas fueron evacuadas, según el Centro de Operaciones de Urgencia. Más de 36.000 viviendas estaban privadas de electricidad.
Por la mañana, 575 vuelos domésticos e internacionales estaban anulados, 109 sufrían retrasos. La mayoría de trenes estaban inmovilizados.
Las televisiones difundieron imágenes impresionantes de olas que golpeaban el litoral en el condado de Yilan (noreste) y en Orchid Island.
Los transbordadores de la isla principal a esa isla y a Green Island fueron suspendidos el lunes y más de 3.700 visitantes fueron evacuados al pasado fin de semana de esas islas poco pobladas.
A las 00H30 GMT, Megi se encontraba a 220 km al sureste del condado de Hualien (este), acompañado de vientos con ráfagas de 198 km/h.
El tifón avanzaba a 18 km/h y debería tocar tierra hacia las 09H00 GMT de este martes, según la oficina meteorológica taiwanesa. Los condados de Taitung y Hualien estarán en primera linea.
La costa oriental se recupera apenas de los destrozos causados a mediados de septiembre por el supertifón Meranti, el más potente en 21 años, que dejó un muerto en Taiwán y luego 28 en China, seguido unos días más tarde por el tifón Malakas, menos potente.