La unidad canina de búsqueda y rescate de los bomberos amarillos dejó de operar. Desde su creación, hace diez años, prácticamente nunca recibió aporte del directorio nacional. Los voluntarios del lugar se vieron obligados a renunciar y crearon una ONG paralela.

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El 19 de julio del 2006 salió la resolución Nº 125 del Directorio Nacional del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVP-Amarillo), mediante la que se autorizó la creación de esta unidad canina.

El objetivo fue tener una cuadrilla de canes y también de voluntarios especializados en tareas de rescate en casos de emergencias o catástrofes. Quienes firmaron el documento fueron Rafael Valdez Peralta y Luciano Florenciáñez Brizuela, presidente y secretario nacional del CBVP. Ambos ocupan el mismo cargo hoy, diez años después.

El acuerdo al que habían llegado en ese entonces fue que la unidad tendría un manejo propio y que recibiría, como aporte por parte del Directorio, la suma de un millón de guaraníes en forma mensual.

Los seis voluntarios que formaron esta cuadrilla empezaron a trabajar generando sus propios ingresos -como cualquier otra compañía-, pero jamás recibieron las transferencias desde el directorio, según las documentaciones. Recién este año, y luego de mucha insistencia de los encargados de la Unidad, este equipo de rescate empezó a recibir el aporte desde la administración central, que fue de un millón de guaraníes.

Entre los canes de la unidad se destacó "Jaiko", el primer perro de rescate de Paraguay y que se jubiló -tras 8 años de servicio- en febrero de este año. Con el tiempo, la cuadrilla se mantuvo con seis voluntarios y ocho perros, de los cuales dos ya estaban en condiciones para hacer rescates y el resto estaba en formación.

El entrenamiento para los animales era de búsqueda y de rescate en estructura colapsada, de tal modo que puedan rescatar o encontrar a personas con vida, o igualmente cuerpos, en situaciones adversas.

En la página del Facebook (que supera los 4.000 fans) se puede ver que en los últimos meses del año pasado y principios del 2016, la unidad realizó muchas actividades para tratar de sostenerse económicamente, ya que en los diez años que estuvieron con el CBVP, recién este año empezaron a recibir aportes del directorio, pero a cuentagotas.

A principios de este año, se agudizaron los problemas entre la unidad canina y el directorio; los seis voluntarios entendieron que no tenía sentido seguir enviando la recaudación que conseguían con sus diferentes actividades hasta la administración central, ya que no había ningún retorno de dinero.

El local de la unidad canina, bajo el viaducto de Mariscal López y Madame Lynch.

En un par de ocasiones, incluso se avisó oficialmente que la unidad dejaría de trabajar por falta de fondos. Fue entonces cuando por fin llegó el aporte del directorio, que fue de un millón de guaraníes cada dos o tres meses. Finalmente, los voluntarios de esta unidad dejaron de enviar sus recaudaciones y eso le valió la intervención por parte del directorio. Los seis voluntarios terminaron renunciando -uno de ellos, Miguel Ángel Escobar, fundador del CPBV -Amarillo con 38 años de servicio- y la unidad quedó sin capacidad de hacer operativos.

Un equipo de La Nación Investiga estuvo ayer en el local donde funciona esta unidad, sobre la Avenida Mariscal López y Madame Lynch, debajo del viaducto. El puesto, que fue pintado, adornado y equipado con apoyo ciudadano a través de colectas y actividades como ferias de pulgas, entre otras, hoy está prácticamente abandonado.

El 29 de junio de este año, a través de su página de Facebook, los interventores anunciaron que la unidad estaba en proceso de reestructuración operacional y administrativa. El comunicado, muy cuestionado por los comentaristas, cerraba con un "Esperamos la comprensión de la ciudadanía y de todos los seguidores".

Al día siguiente, por esta misma vía, se informó de la "intervención" del local y el 1 de julio pasado se subió a esta plataforma la confirmación de los tres nuevos miembros de la unidad: Alcides Olmedo como capitán, José Agustín Flores como primer oficial y Luis Antonio Valdez como encargado de Logística.

Esa fue la última publicación de alguna actividad. Hoy, los bomberos voluntarios que renunciaron al CBVP formaron su propia cuadrilla: Se llama Unidad Canina de Búsqueda y Rescate sin Fronteras, que sigue operando sin problemas, actualmente.

Dentro del local no queda ni un sólo mueble. La unidad dejó de operar hace más de un mes.

Una misma situación

La exigencia por parte del directorio de enviar sus recaudaciones con facturas a nombre del CBVP-Amarillo es una regla establecida para todas las unidades, compañías y cuarteles. Esto ya generaba impotencia entre muchos bomberos voluntarios, que veían cómo el esfuerzo que hacían para generar recursos a favor de sus compañías, finalmente terminaban en manos del directorio.

Sin embargo, después de la publicación que empezó La Nación el lunes 19 con la posible compra "fantasma" de equipos como cascos F1 y otros, por valor de G. 967 millones de la firma "Circumpunto", que pertenece a Daniel Aquino Rivas, actual tercer comandante de los bomberos y miembro del directorio, varios voluntarios se animaron a romper el silencio y el miedo para reclamar cuentas claras.

La "fiebre" del reclamo se extendió a varias compañías de bomberos amarillos del interior del país, donde la situación es aún peor. Los voluntarios de estos cuarteles soportan condiciones más difíciles para trabajar, ya que no tienen equipamientos adecuados en muchos casos.

Como ejemplo, vale mencionar dos casos: Los bomberos de Colonia Independencia (Guairá) -que justo en estos momentos combaten un terrible incendio forestal en el Parque Ybyturuzú- y los de Eusebio Ayala, quienes no recibieron un solo guaraní de los G. 5.016 millones del aporte que hizo el Ministerio de Hacienda al directorio nacional el año pasado. Esta situación se replica en varias otras compañías, además de otras denuncias, como supuesta sobrefacturación, malversación de fondos y otros.

El monto aproximado que manejan los miembros del directorio de los bomberos amarillos, cada año, llega a los G. 14.000 millones. Según datos de Hacienda, desde el 2014 hasta este año, el ministerio transfirió al CBVP-Amarillo la suma de G. 9.777 millones, dentro del rubro presupuestado para entidades sin fines de lucro, que es la clasificación que tiene esta entidad para el Estado paraguayo.

Todo en regla

Rafael Valdez, presidente del CBPV-Amarillo, aseguró el martes 20 en conferencia de prensa que el directorio no tiene nada que esconder y que van a demostrar, con documentaciones, que todas las acusaciones en su contra son falsas. Para ello, anunció que convocarán próximamente a una Asamblea, entre todos los bomberos para el 15 de octubre, donde expondrán las documentaciones correspondientes.

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