Promoción 2005, árbitra asistente con insignia FIFA desde el 2012, Nilda Gamarra Fariña cumple en Jordania 2016 el gran sueño de todo juez, dirigir en un Mundial. En este caso, el Sub 17 femenino.

De esta manera, Paraguay no solo tendrá representación en lo que a selecciones se refiere, sino que también en el arbitraje. La CONMEBOL incluyó a Gamarra entre las seis árbitras asistentes que la representarán, junto a las tres árbitras principales.

Para la paraguaya fue un "largo proceso de selección" que incluye "evaluaciones en la parte técnica, teórica, física, con exámenes que rendís cada tres meses" para llegar al máximo objetivo. "Será mi primera experiencia en un Mundial. Hace diez años que estoy arbitrando, tanto en femenino como en masculino, donde dirijo partidos de Sub 20, Intermedia y Reserva", comenta la profesional en contacto con La Nación Digital.

En noviembre del año pasado fue seleccionada para trabajar en la Copa Libertadores femenina de Colombia. En diciembre viajó a Brasil para dirigir un amistoso entre los seleccionados femeninos de Brasil y Canadá, que se preparaban para los Juegos Olímpicos. Este año, fue seleccionada para asistir en el Sudamericano Sub 17 de Venezuela. Pese a la experiencia, y sabiendo que estaba haciendo carrera para llegar al Mundial, la noticia de su convocatoria la superó por completo.

Entre escalofrío, lágrimas e insomnio

Nilda da clases en cuatro instituciones educativas y sus alumnos acompañaron de cerca el proceso mundialista.

"Soy profesora de educación física y estaba en clases cuando me escribió una árbitra de Uruguay diciéndome: ¡Felicidades Nilda! Yo no sabía nada todavía, ella me dio la primicia... Me dio un escalofrío que me sentaba y me levantaba, una y otra vez. Lagrimeaba y mis alumnos comenzaron a desesperarse y a preguntar qué me estaba pasando. Yo no podía hablar, por eso no les decía nada, hasta que hice el esfuerzo para contarles porque me di cuenta que estaban desesperados", recuerda.

Al oír la grata noticia, los alumnos comenzaron a felicitar a la maestra, quien apenas empezaba a recuperar el aliento. A partir de ese momento, mientras ella se concentraba en los trámites protocolares correspondientes al viaje, ellos se dedicaron a recabar todo tipo de información referente a Jordania. "Se pusieron a averiguar cómo es el país. ¡Siete horas de diferencia es profe!, me decían", recuerda sonriente.

Nilda tampoco consigue conciliar el sueño, a causa de la ansiedad. "Hace días que no duermo, porque pienso y pienso. El viaje me preocupa sinceramente, porque siempre viajo con alguna compañera pero esta vez me voy sola", confiesa quien pasara prácticamente día y medio en tránsito, haciendo escalas en Sao Paulo y París hasta llegar a la capital jordana de Amán, a las 21 horas del día viernes.

El desapego más difícil

Nilda Gamarra Fariña vive en la ciudad de Capiatá, sus padres en 25 de Diciembre, por lo que de alguna manera la separación de un mes no será tan dolorosa (viaja al mediodía de este jueves y el retorno podría darse recién el 22 de octubre, si llega a dirigir los partidos finales).

Lo difícil será despedirse de Santino Nahuel, su pequeño hijo de tres años que parece intuir lo que está a punto de ocurrir. "Mi hijo se volvió más 'mamitis' esta semana, creo que presiente que voy a viajar y no quiere separarse de mí. Desprenderme de él va a ser lo más difícil. Ahora no entiende todavía, pero cuando sea grande espero que se sienta orgulloso de mí", expresa.

Es que cuando sea mayor, Santino sabrá que en 2016 su madre cumplió "la meta de todos, ya sean árbitros, jugadores o entrenadores". "Llegar a un Mundial es el objetivo primordial y para cumplirlo hay que cuidarse en todo", destaca quien aprovechó los festejos por el día de la primavera que suspendieron las clases para pasar el último día en el país con la familia.

Una vez cumplido el sueño de ser mundialista, todos desean dar el próximo paso, el gran paso: estar en la final. "El sueño más anhelado es dirigir al final, ojalá se cumpla", expresa quien sabe perfectamente que si la selección paraguaya supera la fase de grupos, ya no podrá seguir dirigiendo.

"En marzo, en el Sudamericano de Venezuela, Paraguay clasificó a la fase final y tuvimos que venir más temprano, quince días antes, pero así es el reglamento y se tiene que cumplir", recuerda la asistente paraguaya que imagina un nivel de exigencia mucho mayor en el Mundial, respecto a los certámenes en los que ya dirigió.

"Imagino que los partidos serán como los de Primera División (masculina) de acá, porque las selecciones de otros países como Estados Unidos vuelan y te hacen correr bastante", explica quien cumplió con todos los objetivos en cuanto a preparación para llegar en óptimas condiciones al Mundial, su primer Mundial.

Dejanos tu comentario