El fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, calificó de un avance importante la identificación de los dos restos óseos por parte de los expertos argentinos y espera que las pruebas de ADN permitan reconocer a otras víctimas.
"Es un trabajo destacable, pues no solamente se contó con ayuda de otras instituciones nacionales, sino que se recibió apoyo del Equipo Argentino de Antropología Forense. Es un avance importante y esperamos contar con más reconocimientos de 27 fragmentos óseos de 22 esqueletos enviados en agosto de este año, vía valija diplomática", indicó.
Representantes del Equipo Nacional para la Investigación, Búsqueda e Identificación de Personas Detenidas y Desaparecidas entre 1954 y 1989 (Enabi), encabezados por Rogelio Goiburú, informaron el martes último sobre los resultados obtenidos en el vecino país, que confirman que parte de los restos óseos analizados pertenece al paraguayo Miguel Ángel Soler y a la italoargentina Rafaela Giuliana Filipazzi.
El ciudadano paraguayo, militante del Partido Comunista Paraguayo (PCP), fue detenido y desaparecido el 30 de noviembre de 1975; mientras que la mujer, de nacionalidad italiana y nacionalizada argentina, fue secuestrada en Montevideo (Uruguay) en junio de 1977. Todo fue en el marco del Operativo Cóndor, cuyo propósito principal era exterminar los "comunistas" en el Cono Sur.
La búsqueda de los cuerpos contó con la colaboración de la Unidad Especializada en Hechos Punibles contra los Derechos Humanos, del Ministerio Público, y de la Dirección de Memoria Histórica y Reparación, así como de la Dirección General de Derechos Humanos del Ministerio de Hacienda.
Díaz Verón también consideró que los primeros logros conseguidos deben consolidar aún más la labor desplegada por las instituciones dedicadas a la defensa de los derechos humanos en el Paraguay. "Esto nos ayuda en las causas abiertas y, sobre todo, nos da satisfacción y es un mayor compromiso para seguir adelante y esclarecer los hechos", manifestó.