• Jane E. Dutton y Emily Heaphy

Raramente crecemos solos. De hecho, algunos psicólogos han formado un convincente argumento respecto a que solo crecemos en conexión con otros. Sin embargo, no necesitamos aprender con otros en programas de desarrollo o entrenamiento formal: podemos ser los arquitectos de nuestras propias oportunidades para ganar perspectiva, conocimiento y habilidades que nos muevan en una trayectoria ascendente. Podemos tener más control sobre nuestro aprendizaje en el trabajo si hacemos una prioridad del construir conexiones de alta calidad.

Las conexiones de alta calidad son aquellos contactos con otras personas en los cuales sentimos una consideración positiva, mutualidad y vitalidad. La consideración positiva es el sentido de que alguien ve lo mejor de nosotros, la mutualidad signifique que tenemos un sentido de sensibilidad y apertura de parte de otra persona, y la vitalidad captura el intensificado sentido de energía que sentimos cuando estamos profundamente conectados con alguien más.

Las investigaciones realizadas por nosotros y por otras personas muestran que hay al menos ocho formas diferentes en las que podemos crecer y mejorar a través de la conexión de alta calidad.

1. Crear un grupo de trabajo a la hora del almuerzo o después de salir, con personas de su organización, para ver conferencias educacionales o tomar juntos un curso en línea, apoyándose y desafiándose constructivamente entre sí para aprender.

2. Proponer un curso autodirigido para su equipo o grupo de trabajo, y compartir la responsabilidad de diseñar y dirigir los diversos elementos del curso. El equipo de la Ross School of Business en la University of Michigan diseñó un curso de seis semanas sobre liderazgo positivo. No solo el curso se repetirá el próximo año, sino que también abrió nuevas oportunidades de aprendizaje iniciadas por el equipo.

3. Ponga metas de aprendizaje para un periodo específico de tiempo, e invite a una o dos personas para que sean sus socios instructores, alentándolo a continuar y haciéndolo responsable. En una firma consultora, un socio y un gerente de proyectos se unieron para apoyar su mutuo crecimiento. A través de sesiones regulares e informales de consejería, fueron capaces de ayudarse entre sí para alcanzar sus metas.

4. Busque un desafío en su organización y cree una fuerza de tarea o grupo de trabajo para atenderla, con el objetivo explícito de crear conexiones de alta calidad que llevarán al crecimiento y aprendizaje de todos.

5. Tomar una experiencia compartida con colegas que son conexiones de alta calidad, para explorar y entender con "ojos frescos" cómo se realiza el trabajo. Por ejemplo, camine en los zapatos de sus clientes. En un sistema de cinco hospitales en Appleton, Wisconsin, los empleados se volvieron pacientes del hospital como preparación para rediseñar su crítico sistema de entrega de servicio.

6. Reenergice un grupo o fuerza de tarea de la que actualmente forma parte, incrementando activamente la calidad de las conexiones. Aliente a los miembros a buscarse y ofrecerse ayuda entre sí.

7. Para los empleados que trabajan a distancia, o tienen un contacto personal limitado, haga un esfuerzo explícito para compartir personalmente historias acerca de los desafíos y oportunidades involucrados en el trabajo. Numerosos estudios muestran que compartir historias es crítico para facilitar el desarrollo del conocimiento tácito, asegurándose de que las preguntas sean respondidas con seguridad y frecuencia, y brindando la oportunidad para que las personas que hacen un trabajo similar compartan y fortalezcan su pericia.

8. Estire las fronteras de su comunidad de trabajo más allá de un empleador en común, para encontrar nuevas fuentes de aprendizaje y apoyo.

(Jane E. Dutton es profesor de administración de negocios y psicología en la Ross School of Business de la University of Michigan. Emily Heaphy es profesora asistente en la Questrom School of Business de la Boston University).

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