Enviado especial
Ella siempre sonriente. Tiene 19 años de edad pero denota aires de una auténtica dama. Tiene carisma. Tiene ángel. Es una miniatura de 1 metro 45 pero a la vez es gigante como ella sola. Como muchas de las gimnastas, es pequeña de estatura. Es por ello que la organización coloca unas tablas en el piso de la zona mixta para que todas puedan sobrepasar las vallas de separación y hablar sin inconvenientes con los periodistas. Tiene chispa y, sin embargo, habla lo justo y siempre con un mensaje positivo.
Simone Biles acaba de perder la chance de conquistar su cuarta medalla dorada en sus primeros Juegos Olímpicos. Durante su rutina sobre la viga de equilibrio, cometió un error y casi cayó al suelo. La estadounidense se atajó con las manos y eso hizo que su puntaje no sea el esperado. Era la gran favorita. Su inicio y final fueron perfectos y si no fuese por ese desliz, Simone hubiese logrado el triunfo.
La comparan nada menos que con Nadia Comaneci. Si bien eran otros tiempos, otro formato y otro físico, se asemejan en la atracción que han generado. Dicen los expertos –y lo podemos apreciar gracias a ellos y a los videos los que nada entendemos de la técnica de este deporte- que Nadia era fina. Una chica con pasos de ballet haciendo los distintos aparatos. Y dicen que Simone es pura potencia (velocidad + fuerza) combinada con una flexibilidad poco entendible que, desarrolladas a la perfección en sus rutinas, la llevan a ser tan atractiva como la rumana.
Esta múltiple campeona mundial y olímpica tuvo una infancia muy dura. Cuando tenía 3 años, los servicios sociales de Ohio quitaron la custodia de ella y sus tres hermanos a su madre Shanon, que se encontraba con serios problemas de drogadicción y alcoholismo. Su abuelo materno y su segunda esposa, criaron a esta chica que fue descubierta por quien hasta hoy es su entrenadora: Aimee Borman.
Biles ya consiguió 3 oros y un bronce en Rio. Mañana, a las 13.47 de nuestro país, Simone se presentará en el piso del Olympic Arena para deleitarnos una vez más con su talento. El oro o lo que fuese será un detalle. Simone Biles ya conquistó al mundo por su sencillez, su sonrisa, su historia de vida y su arte.