Asaltos, robos, atracos, intentos de homicidios y falsificación. Así se repiten los casos judiciales contra los hermanos Martinez Vera y Aragón a lo largo de 15 años y que llegan a unas 28 causas abiertas.

Diógenes Martínez Vera y Aragón tenía 17 años cuando participó de su primer asalto. Fue acompañando a su tío, el recordado robacoches Hugo Vera y Aragón, quien en la década de los 90, anotó su nombre como uno de los asaltantes más peligrosos de la sociedad asuncena y líder de una gavilla que se ganó el rótulo de la "más buscada" por la Policía Nacional. El 1 de mayo de 1999, Hugo Vera y Aragón cayó muerto tras un enfrentamiento con efectivos policiales en Villa Elisa. Su historia terminó a tiros, pero quedó su leyenda y el legado a sus sobrinos, que desde entonces empezarían a seguir el mismo camino.

Diógenes Martínez Vera y Aragón ahora tiene 39 años, carga con una veintena de causas judiciales en su contra y hasta julio de este año, pesaban sobre él 13 órdenes de captura. Desde la Policía, lo califican como uno de los delincuentes más peligrosos que se hayan tenido en los últimos tiempos. Su primer antecedente indica "Reducción" (compra o comercialización de objetos robados) que –según los archivos policiales– se denunció el 29 de marzo del 2001. A partir de allí, todos los tipos de ilícitos pasaron a engrosar la carpeta de antecedentes de Diógenes Martínez Vera y Aragón. Desde exposición al peligro en el tránsito terrestre, pasando por posesión ilegal de armas hasta las calificaciones más graves como robo agravado, asociación ilícita y homicidio doloso.

Fuentes policiales y judiciales sindican a Diógenes Martínez Vera y Aragón como el principal líder de una gavilla de asaltantes que, desde el 2008 aproximadamente inició sus operaciones en Asunción y departamento Central. Primero fueron "golpes" menores, pero rápidamente, la banda empezó a orquestar y a planificar objetivos más grandes. Para el comisario Tomás Paredes Palma, jefe de la sección Robos y Hurtos de la Policía, el apellido Martínez Vera y Aragón es de los más buscados a la hora de los antecedentes.

En principio, los blancos del grupo delictivo fueron estaciones de servicio y comercios. Parte del dinero que se recaudaba con estos robos servía para ir equipando al grupo con mejor armamento para ir después por los objetivos finales; financieras, bancos y transportadores de caudales.

Los investigadores sostienen que integraban la banda de Diógenes sus propios hermanos: Aquiles (35), Saulo Paulo (33) y Khalil Gibrán (30). Todos tienen antecedentes por robos y asaltos. Además, una hermana de ellos también fue detenida el año pasado en el marco de una investigación fiscal, porque en su casa encontraron una camioneta que se abría usado para uno de los atracos de la banda. Pero finalmente fue absuelta porque los investigadores no encontraron elementos para vincularla al caso.

La realidad de los hermanos Martínez Vera y Aragón es diferente a la suerte que le tocó a muchos jóvenes que, absorbidos por la falta de educación y otras oportunidades, se vieron obligados a introducirse al mundo delictivo. Prácticamente todos los hermanos crecieron dentro del sector conocido como "clase media", con acceso a oportunidades de estudio, de ocio, de recreación. Vivieron en una casa ubicada en el barrio Laguna Sati, de Fernando de la Mora, en donde todavía se los recuerda como los sobrinos de Hugo Vera, pero rápidamente también se fueron ganando su propia fama.

Periodistas que en los año 90 cubrían el área policial recuerdan cuando, en un par de intervenciones que hizo la policía en aquella época en los aguantaderos del tío Hugo Vera y Aragón, buscando vehículos robados, estaban presentes adolescentes e incluso niños. Desde la Policía sostienen que es casi un hecho que varios de aquellos adolescentes que en esa época ya formaban parte de ese círculo delictivo, hoy sean los hermanos Martínez Vera y Aragón, quienes liderados por Diógenes actualmente ya forman parte –al igual que el tío Hugo– de la historia delincuencial del país para los archivos policiales.

El 10 de diciembre del 2011, Diógenes, Aquiles, Saulo Paulo y Khalil Gibrán, más un primo (Federico Junior Díaz Vera y Aragón), fueron detenidos por agentes del departamento de Control de Automotores de la Policía. Fue la primera vez que todo el clan cayó bajo el control policial. Estaban hospedados en el hotel Cabildo, del barrio Panambi Retã, de Asunción. Para ese entonces, las fuentes judiciales y del Ministerio Público ya los tenían bajo la mira constante ante una serie de atracos y robos que se habían sucedido en Asunción y otras ciudades limítrofes.

Nunca un caso igual

Para la sicóloga forense Alma María Segovia, determinar que exista algún tipo de patrón en la conducta delincuencial de varias personas pasa por muchos factores. Sin embargo, al tratarse de miembros de toda una familia, esa situación adquiere un tratamiento distinto, aunque tampoco se puede tener algo concluyente. No obstante, aseguró que en toda su carrera, no recuerda un caso como el de los Martínez Vera y Aragón.

"Evidentemente que influye mucho la familia, cuáles son los valores, qué mensajes se transmiten. Si uno crece dentro de una dinámica delincuencial, entonces es probable que la ambición desmedida sea el principal elemento que los motive a desarrollarse dentro de un ámbito que es negativo, o al menos, fuera de lo que se entiende como normas establecidas dentro de una sociedad", expuso la profesional, ante la consulta de La Nación.

Alma Segovia recordó que en su momento, como sicóloga forense del Ministerio Público, le tocó tratar a Hugo Vera y Aragón, en uno de sus tantos pedidos de medidas alternativas para salir de la cárcel. Dice que dentro de lo que le tocó tratar con el ex reo, determinó que se trataba de una persona con un alto nivel de coeficiente intelectual.

"Por lo general, muchos de los asaltantes que son líderes y son capaces de manejar a grupos delictivos para sus fines tienen una inteligencia elevada. El problema radica que utilizan ese potencial justamente para hacer lo negativo, en lugar de volcar esa inteligencia en cuestiones que puedan servir para la sociedad", explicó Segovia.

Señaló igualmente que no se puede hablar o determinar un diagnóstico definitivo en casos así, porque se tiene que estudiar el caso de cada persona. No obstante, el círculo familiar es determinante a la hora de ver cuáles son las decisiones que van tomando los integrantes de la misma a la hora que van creciendo, dijo la profesional. "Lo que puedo decir con mi experiencia en estos casos, es que en el trato de personas que operan en la delincuencia ya sea en grandes asaltos, robos importantes o estafas millonarias, existen dos factores comunes; el alto nivel de inteligencia y la tendencia a la ambición desmedida", sentenció la profesional.

Golpes certeros

Comisario Tomás Peredes Palma, del departamento de Robos y Hurtos de la Policía. En todos sus años de servicio siempre un Vera y Aragón estuvo vinculado en algún ilícito.

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En efecto, los "golpes" que se le atribuyen al clan de Diógenes Martínez Vera y Aragón se destacaron por la logística de la banda y los planes que desarrollaron para los robos, que incluyeron incluso asaltos a la misma policía. La mañana del lunes 24 de agosto del 2015, cuatro hombres armados interceptaron una patrullera de la Comisaría 24 de San Antonio. El móvil policial custodiaba a un empleado de la empresa Lima Gas, que transportaba unos G. 200 millones en cheques y G. 32 millones en efectivo. Los asaltantes –que posteriormente se confirmó eran integrantes de la gavilla de Martínez Vera y Aragón– se hicieron con el motín y de regalo, se llevaron las dos escopetas y los chalecos antibalas de los dos efectivos policiales que iban en la patrullera.

Tras este suceso, todos los hermanos Martínez Vera y Aragón fueron buscados intensamente por la Policía. Pero volvieron a aparecer meses después en las crónicas periodísticas por otro caso y que tuvo una gran repercusión. El 9 de noviembre del 2015, en Luque, una gavilla conformada por cinco personas intentó asaltar un transportador de caudales de la empresa de seguridad Guardián SA frente al Banco Continental. Esta vez, el plan falló. Los guardias de seguridad de la empresa reaccionaron y uno de ellos, Digno Gómez Rosa (52), recibió un balazo en la cabeza en medio del enfrentamiento y falleció al instante. En este asalto, uno de los delincuentes fue herido y meses después lo encontraron muerto. Se trata de Valdemir da Silva, al que lo conocían como "Negrão", un ex militar que se hizo tirador del grupo criminal Primer Comando Capital (PCC). Para los investigadores judiciales y policiales, se confirmaba lo que temían; el nexo entre la gavilla de Martínez Vera y Aragón con el PCC de Brasil.

Finalmente, el 21 de julio de este año, en una vivienda de Pa'i Ñu, Ñemby, agentes de la Brigada Central dieron con Diógenes Vera y Aragón. Sus otros tres hermanos ya habían sido capturados en operativos anteriores. Los agentes de la brigada lo buscaban por la explosión de una bomba dentro de un cajero automático en una estación de Servicios de dicha ciudad. Además de este y el frustrado asalto al Banco Continental, la Fiscalía también lo buscaba a Diógenes Vera y Aragón por el asesinato del político liberal Miguel Ángel Simón Galeano, quien fue asesinado en su vehículo en setiembre del 2015 cuando salía de una de sus estaciones de servicios de Asunción. Los asaltantes se llevaron la recaudación de G. 200 millones que tenía en su camioneta Simón Galeano.

La fiscala Luján Estigarribia confirmó a La Nación que las investigaciones en el caso del banco Continental continúan y que, efectivamente, Diógenes Martínez Vera y Aragón está imputado en esta causa. A su vez, el también fiscal Gustavo Yegros, que lleva otra causa que involucra a Diógenes sobre el asesinato del suboficial Diego Ramírez, muerto durante un asalto en Fernando de la Mora, el pasado 18 de julio del 2011, señaló que imputó y elevó el pedido de prisión contra Diógenes en este caso, ante las evidencias encontradas. Yegros comentó que Martínez Vera y Aragón se negó al procedimiento de reconocimiento de persona que se tenía que hacer en estos días, dentro de esta causa.

Todo mentira

Diógenes Martínez Vera y Aragón dijo, en la última vez que habló para la prensa, tras su captura en julio de este año, que no existen elementos en su contra para involucrarlos en todos los casos que apunta la policía y la Fiscalía. Aseguró que "todo se iba a develar" y que a él lo estaban usando como excusa.

Mientras, familiares de las víctimas fatales de los casos en los que se lo vincula a Diógenes y su banca esperan que se haga justicia.

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